¿Qué hay de equivocado
en la HOMEOPATIA? James Manjackal MSFS
Mucha gente me escribe y me pregunta: “¿Qué hay de malo en la homeopatía?
¿Puede usarla un cristiano? ¿Está relacionada con la Nueva Era y con
lo esotérico?” etc. Tengo que decir que no he llevado a cabo un estudio
profundo sobre la materia, pero he visto los efectos perniciosos que produce
en los cristianos y en su vida espiritual. He visto a mucha gente
con problemas en su vida de oración, como falta de concentración, distracciones,
sentimientos de cansancio, bostezos durante la oración, dolores
por todo el cuerpo especialmente cuando invocan al Sagrado Corazón de
Jesús, imaginaciones malas en especial inmorales durante la meditación
cristiana etc. Todos ellos admitieron que habían estado haciendo tratamientos
de homeopatía, y cuando les requerí para que abandonaran, fue entonces
cuando fueron capaces de rezar con normalidad.
Recientemente vino un hombre a mí y me dijo que no era capaz de rezar
en lenguas aunque llevaba mucho tiempo en la Renovación Carismática y
en grupos de grupos de oración. Había estado tomando medicinas homeopáticas
para el insomnio. Le pedí que dejara esas medicinas y tomara las medicinas
normales escolásticas (alopáticas) y fue entonces cuando pudo orar en
lenguas. Una monja en Eslovenia me dijo que el doctor que le había
recetado homeopatía para curar su cáncer, le había pedido que dejara
de recibir la Sagrada Comunión para que las medicinas tuvieran un mejor
efecto. Mucha gente en Alemania, Austria y Francia me dicen que los
médicos homeópatas a la vez que les recetan las medicinas, les aconsejan
no hacer la Señal de la Cruz o invocar el nombre de Jesús antes de tomar
los fármacos homeopáticas, pues los cristianos suelen hacer todo
acompañados con la Señal de la Cruz o con una pequeña plegaria. ¿Por
qué esta excepción con la homeopatía? ¡Quizá porque la Señal
de la Cruz o el Nombre de Jesús pueda minar el poder o la energía de
los productos homeopáticos!
Tengo un testimonio personal para compartir con vosotros. Hace 13 años
un doctor católico homeopático me pidió que bendijese su clínica homeopática.
Me fui contento a su clínica con las oraciones usuales del ritual Romano
y esparcí el agua bendita por todos los lados según me iba requiriendo.
Después de unos días me llamó y me dijo, Padre James, después
de que bendijiste y esparciste agua bendita sobre mi clínica y sobre los
fármacos, tuve que tirar todos los fármacos porque habían perdido toda
su “potencia”. ¡Gracias a Dios que no me amenazó con demandarme!
Entonces le pregunté al mismo doctor por la perdida de “potencia”
(poder) de las medicinas siendo que había rezado por ellas con el poder
del Espíritu Santo. Tuvo que admitir que el poder de las medicinas era
algo contrario al poder del Espíritu Santo. Entonces me pidió que observara
la parte de atrás de los botes de las medicinas alopáticas en donde está
claramente declarado el porcentaje de cada uno de los compuestos, por ejemplo
Carbohidratos 15%, Magnesio 20%, Alcohol 5%, agua 10% etc. mientras que
una declaración así no figura en los botes o paquetes de las medicinas
homeopáticas, en vez de esto lo que se muestra en estas medicinas es su
efectividad mediante “potencias” por ejemplo, potencia de 1000,spotencia
de 10000, una potencia de un millón etc. El mismo doctor admitió su ignorancia
sobre el origen de este poder o potencia. Afirmó que el principal efecto
de los fármacos homeopáticos era el efecto placebo. Está claro que la
potencia es un poder oculto. Yo no hago ningún juicio sobre la homeopatía
pues yo no soy un experto en ella, pero les diré una cosa a mis hermanos
cristianos: no es bueno que un cristiano la use o la practique, sea cual
sea el efecto que pueda aportar a la gente enferma. Está claro que la
potencia es un poder escondido (poder oculto). Muchos tratamientos esotéricos
y de la nueva era (terapias alternativas) se anuncian diciendo que son
“baratas y no tienen efectos colaterales” pero no dicen que el principal
efecto colateral sobre los cristianos es que “aleja a los cristianos
de Cristo y de la Iglesia y de la salvación que Cristo ha traído a este
mundo”. El documento vaticano “Jesucristo, Portador del Agua Viva”
habla claramente del peligro oculto de la homeopatía y de otras medicinas
basadas en poderes ocultos.
A continuación publico algunos artículos y fragmentos de eminentes
doctores y expertos en la materia y dejo para los lectores el discernimiento
y el juicio.
Soy
pediatra. Tengo cuatro hijos de 14, 12, 9 y 6 años. Desde 1995 hasta el
2000 completé un periodo de formación en homeopatía. Tengo el certificado
de la Escuela Austriaca de Homeopatía. Después asistí a conferencias
de la llamada “Homeopatía Revolucionaria India” y terminé también
unos cursos sobre BIHOST (método de regulación del metabolismo bioquímico-homeopático).
Como por esa época estaba principalmente de permiso de maternidad, usé
la homeopatía para curar a mis hijos y a los hijos de mis amigos con fármacos
homeopáticos. Estaba muy entusiasmada con este tratamiento. Pensaba que
les estaba dando inocentes pastillas hechas con hierbas medicinales.
Mis hijos fueron tratados de una infección del tracto respiratorio
superior. Curé a mi hija que tenía bronquitis después de que los antibióticos
mostraran no tener efecto. Tenía una verruga y desapareció al día siguiente
después de haber usado mis fármacos homeopáticos. Hubo veces que los
fármacos homeopáticos que suministré a mis amigos no tuvieron efecto,
pero tomé ese hecho como consecuencia de mi ignorancia. No obstante, más
tarde, mis hijos comenzaron a tener diversos problemas de salud, los cuales
no los podía explicar en absoluto. Los problemas eran más bien
de naturaleza psicológica que de tipo físico.
¿Qué pasó luego? Nuestro sacerdote me hizo saber que estas formas
de tratamiento estaban apoyadas por la Nueva Era, pero, como yo defendía
la homeopatía obstinadamente, acabó diciéndome que continuara
investigando. Y de esta manera asistí a más cursos. Incluso me compré
los aparatos que nos recomendaban. Planeé dedicar mi tiempo a la homeopatía
después de la baja por maternidad. Sin embargo, había en mí un gran
desasosiego. No sabía cual era el auténtico origen de esas drogas. Leí
todo lo publicado sobre la homeopatía y pedí a diversas personas su opinión
sobre ello. Bien, nadie me dio una respuesta satisfactoria.
Leí incluso el punto de vista sobre la homeopatía de la Conferencia
de Obispos Eslovacos (publicado en un periódico católico eslovaco en
1996); lo percibí como si la Iglesia estuviese de acuerdo con mis métodos
terapéuticos. No obstante mi conciencia me decía “¡no cures!”. Esto
es por lo que yo rehusaba a tratar a desconocidos. Sólo trataba a mis
amigos y administraba fármacos homeopáticos exclusivamente a mis hijos.
Eran como una especie de conejillos de indias para mí. Por un lado el
desasosiego prevalecía en mi corazón y por otro lado los fármacos homeopáticos
me atraían y me impresionaban. No era capaz de entenderlos y quería siempre
conocer la verdad y la buscaba. Entonces, sucedió algo que cambió mi
mente radicalmente. Hubo dos razones para ello:
Una amiga mía me habló sobre un alcohólico al que habían encontrado
tirado en el suelo en una fría noche de invierno. Lo trajeron a casa y
rezaron sobre él una oración de liberación del demonio del alcoholismo.
Un mes más tarde, vieron que había dejado de beber y había comenzado
la preparación para recibir los sacramentos. Ella me explicó esta oración.
La escuché por primera vez.
Asimismo, recibí el libro de la Doctora Judith Erdélyová: La medicina
alternativa a luz de la Biblia (MSEJK, Bratislava, 2000). Dr. Judithy Erdélyiovej:
Alternatívna medicína vo svetle Biblie (MSEJK, Bratislava 2000). La autora
ponía a la par frecuentemente a la medicina alternativa –en la que incluía
a la homeopatía- y al ocultismo. Me
quedé horrorizada porque pensé que yo también podría tener algo en
común con ello. En casa, caí de rodillas ante la cruz y oré: “Jesús,
expulsa de mí al espíritu del ocultismo y de la magia”. Pedí además,
por los dones del Espíritu Santo. Esta oración salió de mi corazón
que estaba hecho pedazos. Solamente mucho tiempo después comprendí cuanto
había cambiado la orientación de mi vida. Los pensamientos que atravesaron
mi mente después de esta oración fueron realmente maravillosos. De repente
caí en la cuenta. ¡Los aparatos!
En el último curso de formación había comprado dos aparatos y estaba
convencida de que destinaría mi tiempo a la homeopatía y que los usaría.
Podemos examinar a un paciente y determinar el fármaco homeopático adecuado
mediante las medidas tomadas por un instrumento basado en el método EAV
(Electro Acupunture Voll Test). Permite ahorrar mucho tiempo. Por supuesto
que los homeópatas emplean mucho tiempo buscando el fármaco homeopático
en el Repetitorium y en el Materia Medici. Gracias a este aparato los fármacos
homeopáticos pueden ser fabricados a partir del agua pura… Le basta
al homeópata para disponer de fármacos de diagnóstico homeopáticos.
Este instrumento le proporciona al paciente las gotas homeopáticas que
produce, esto es, agua tibia a la que se le transfiere la información
homeopática. Este aparato mide además la energía entre dos puntos de
acupuntura diferentes.
Este instrumento se vende en los cursos de formación por representantes
de ventas extranjeros. Tuve que tomar una decisión rápida. Mis colegas
me recomendaban comprar un aparato de este tipo. Cuando lo compré no pensé
en la forma en que funcionaría. Después de que recé la oración de auto-exorcismo,
me di cuenta que el aparato fabrica fármacos homeopáticos a partir de
agua tibia. ¡Es magia! Fui comprobar las unidades que este aparato usaba
para medir la energía entre los puntos de la acupuntura. No había ningún
tipo de unidades en el dial. Entonces observé que este aparato ofrecía
solamente dos simples respuestas (de la misma forma que lo hace el péndulo):
dice “sí” –cuando la luz está entre 80 y 90, o “no” –cuando
el aparato luce entre 50 y 60. Estaba asombrada y me di cuenta de que aquello
era algo oculto. Los practicantes de la medicina alternativa se expondrían
abiertamente al ridículo usando un péndulo; pero hoy en día es fácil
montar con un diseño moderno un dispositivo así – y esta es una solución
eficiente. Mi aparato estaba aún en garantía. Quise devolverlo inmediatamente
y que me devolvieran el dinero –cuesta 50.000 coronas eslovacas (1660
euros). Llamé a los comerciales diciéndoles que se había averiado. Me
dijeron que este aparato nunca se podía romper… Prístroj som mala
v záruke. Chcela som ho okamžite vrátit' a dostat' naspät' peniaze
– stál 50-tisíc Sk. Volala som obchodným zástupcom, že sa pokazil.
Vysmiali ma, že co sa už môže na nom pokazit'… (en eslovaco).
El otro aparato –el diario de bolsillo Psion- tiene el aspecto de
un teléfono móvil grande. El nombre del fármaco homeopático y el del
paciente se pueden escribir en la pantalla. Al pulsar la tecla “Mode”,
el homeópata envía la información (es decir, el fármaco homeopático)
directamente al organismo del paciente. Esta información se puede enviar
incluso a la distancia, si el homeópata conoce la fecha de nacimiento
del paciente. ¡Increíble! ¡Esto es lo que yo había estado creyendo!
Usé ese aparato algunas veces. Funcionaba. No necesitaba ningún fármaco
homeopático. Bastaba tener conmigo este aparato. Durante nuestros últimos
cursos de formación, el conferenciante hacía énfasis en el hecho más
importante era la transferencia de información. En ese momento me sentí
como si tuviese la cabeza de chorlito –Había asistido a cinco años
de cursos de formación y nunca había oído nada de eso hasta entonces…
Le pregunté a mi hermano que era ingeniero electrónico qué tipo
de información enviaba este aparato y porqué funcionaba. Mi hermano me
dijo que sólo una persona ingenua podía creer en tales cosas. Después
le echó un vistazo al aparato y dijo: “es simplemente un diario electrónico
fabricado en 1989”. Yo no entendía nada.
Después de rezar comprendí que no había nada en el dispositivo y
que funcionaba. ¡Debe ser mágico! ¡Debe de ser algo oculto! Después,
me enfadé por el montón de dinero que había derrochado. Luego hablé
con una homeópata. Me preguntó por qué quería que se me devolviera
el dinero; así que le dije que había averiguado que el aparato funcionaba
a través de la magia blanca y no quería seguir usándolo. Su respuesta
fue sorprendentemente triste “y, ¿de que crees que se trata?” Yo estaba
estupefacta. La homeópata sabía que era algo mágico pero en los cursos
de formación ¡nadie lo había mencionado!
No obstante, yo no concebía la esencia de la homeopatía. ¿Por
qué la homeopatía podía ser usada incluso a través de instrumentos
ocultos? Todavía no estaba muy segura de estos aspectos, así que comencé
a estudiar. El primer libro con el que me topé me lo compró mi marido;
era una carta pastoral de la Conferencia Toscana de Obispos “Magia,
Adivinación e Influencia del Demonio (Enero 2001)."Conferenza
Regionale dei Vescovi della Toscana, A proposito di magia e di demonologia,
Nota pastorale, 1994". En la introducción se explica algo muy interesante:
existe un tipo de magia imitativa mediante la cual cosas similares engendran
a su vez cosas similares. En ese momento recordé el primer principio de
la homeopatía –cosas similares se curan a través de una cosa similar
(lo similar cura lo similar) – y comprendí que los principios de la
homeopatía están basados en la magia. Mi decisión sobre la homeopatía
fue clara: nada de homeopatía en absoluto. Ni siquiera la de la Escuela
Francesa. Esto es algo mágico ¡magia blanca! No tiene nada que
ver con hierbas o minerales. De forma gradual comencé a darme cuenta de
cosas que no había entendido en mis cursos de formación y comencé a
comprender la cuestión…
Alejándome de el demonio de la homeopatía
Como había mencionado anteriormente, mis hijos comenzaron a tener
problemas. Mi hija mayor (tenía nueve años cuando tomaba los fármacos
homeopáticos) tenía pesadillas que la despertaban y la asustaban: Yo
estuve pensando en varias causas, pero ni siquiera se me pasó por la cabeza
que la razón pudiera residir en los fármacos homeopáticos. El peor momento
fue cuando ella vio al diablo en un sueño. El diablo quería que le dijese
que sí; y a continuación vio a otro diablo que le quería cortar los
brazos y las piernas. Mi hija y yo dijimos la oración de liberación del
espíritu de la homeopatía. Sus sueños nunca volvieron pero su miedo
cuando se quedaba dormida duró mucho tiempo.
Mi segunda hija no podía respirar durante la noche y fue de mal a peor.
Ella no tenía ningún resfriado, no tenía mucosidades en la nariz ni
ninguna alergia. Su estado de salud era muy delicado –no podía respirar.
Continuamente intentaba soplar por la nariz. Se volvía loca. Daba golpes
con sus piernas sobre la cama hasta que despertaba a sus otros hermanos.
Una vez me dije a mi misma: ¡intenta rezar! Estando en este estado puse
mi mano sobre ella y recé la oración de liberación del espíritu de
la homeopatía. Con gran sorpresa por mi parte, se quedó dormida. De la
misma forma, las siguientes noches durmió sin ningún problema.
Mi hijo (tres años de edad en esa época) mostraba un terrible e incomprensible
estado de agresividad cuando se le denegaba algún dulce antes del desayuno
o de la comida. Tiraba las cosas de los estantes y luego comenzaba a arrojar
todas las cosas del armario. Todos los métodos educativos que había empleado
habían sido en vano. Una vez me dije a mi misma, intenta rezar. Después
de la oración se calmó y comió algo. Aún hoy le gustan los dulces,
pero ahora es capaz si es necesario de renunciar a una golosina. Algunas
veces se enfada pero obedece.
No he rezado la oración de liberación sobre mi hija más joven. Ella
tenía seis meses cuando dejé de usar la homeopatía. Le di bastantes
fármacos homeopáticos pero no usé con ella los principales fármacos
homeopáticos.
Había otra cuestión, ¿Y luego, qué? Los ejercicios espirituales
para la sanación interior me ayudaron mucho. Comprendí la situación
en la que había estado. Leí la Escrituras de forma intensa, quemé todos
mis libros homeopáticos –fortalecida por este pasaje bíblico: “Muchos
de los que habían usado la magia reunieron los libros y los quemaron delante
de todos” (Hechos 19, 19). Sin embargo, no sabía que hacer con
los aparatos. Tardé siete meses en comprender que también los debía
destruir. Mi marido los desmontó y los quemó. Y mi corazón quedó lleno
de paz…
La vida del fundador de la homeopatía
Es esencial conocer la personalidad y los trabajos principales del Doctor
Samuel Hahnemann, que fue quién descubrió los principios de este método.
Desde la muerte de este controvertido doctor, nadie ha aportado cambios
considerables a sus métodos de tratamiento.
Christian F. Samuel Hahnemann fue el hijo de un pintor de porcelana
en Meissen en 1755. Fue un alumno con mucho talento y pronto le dieron
la oportunidad de estudiar en la escuela del príncipe Sankt Afra. Además
del francés, estudió también inglés, griego y latín hasta tal punto
que posteriormente pudo ganarse la vida traduciendo (pues era un estudiante
de los más pobres). A los 20 años comenzó a estudiar medicina
en la Universidad de Leizpig. A continuación continuó sus estudios durante
en Viena dos años en el mismo sitio que el famoso médico Von Quarin.
Se familiarizó con el barón Samuel Von Brukenthal quién le contrató
como médico de familia y bibliotecario. El masón Von Brukenthal lo introdujo
en una logia masónica en la que se inició a los 22 años. Aprendió algo
sobre el deísmo (una enseñanza que dice que Dios existe, que Él es la
causa original del mundo, pero que Él no interviene en el desarrollo posterior
del mundo –el mundo se desarrolla según sus propias leyes –nota del
editor). Terminó sus estudios escribiendo una tesis en donde mencionó
por primera vez al fundador del denominado magnetismo animal, Anton Mesmer,
en ese tiempo una persona muy conocida. Después de finalizar sus estudios,
Hahnemann, ya como doctor, se instaló en Hettstedt, después en Dassau,
en donde se casó con Henriette Kuchler, la hija del farmacéutico local.
Debido a los fracasos en el ejercicio de su profesión, se alejó más
y más de la medicina. No obstante, su actividad traductora era apasionada.
Cuando tradujo los artículos para el Materia Medici del científico
inglés Cullen, Hahnemann criticó como Cullen entendía los efectos de
la corteza de la quinina.
A través de sus experimentos dio con la homeopatía. A partir de entonces
trabajó sin descanso en tareas de investigación, para definir los resultados
del nuevo principio curativo. En 1796 publicó su famoso ensayo sobre
el nuevo principio para descubrir las virtudes curativas de las sustancias
medicinales y mencionó por primera vez el principio homeopático similia
similibus curentur (lo similar cura lo similar).
Inmediatamente después, hubo una disputa entre los eruditos de la medicina
escolástica pues rechazaban categóricamente este método de tratamiento.
A pesar de su gran aversión, Hahnemann hizo un doctorado superior en la
universidad de Leipzig en donde había enseñado la homeopatía desde 1811.
Al mismo tiempo era médico de medicina general y se las arreglaba para
curar a la gente de una forma extraordinaria según el testimonio de sus
seguidores. En su obra “Organon de terapéutica” publicada en 1810,
describió el origen y la forma de llevar a cabo los principios de su tratamiento.
En Leipzig, Hahnemann se vio envuelto en una discusión sobre los farmacéuticos
debido a la administración independiente de fármacos a sus pacientes.
Le prohibieron fabricar medicinas, Así que se fue a Kothen en donde pudo
llevar a cabo sus actividades de medicina alternativa bajo la protección
del duque. Aquí tuvo un periodo de tranquilidad en su vida que la dedicó
al desarrollo de la homeopatía. Los artículos en el boletín del imperio
alemán fueron un gran medio para la difusión de la homeopatía. El editor
de este boletín era Rat Becker, otro masón.
A pesar de su avanzada edad, Hahnemann perfeccionó su arte de
sanación. Extendió también el segundo principio de la homeopatía más
allá del límite de lo medible –es decir, el principio de la dinamización
o de la potenciación. En aquel tiempo recomendaba a la gente no tomar
medicinas sino “sólo olisquearlas un poco”. Ya viudo con 80
años, se casó con casó con una joven pintora francesa de 35 años,
Melanie d’Herville y se trasladaron a Paris. Aquí formaron un grupo
de homeopatía en un centro extra-hospitalario. Murió el 2 de julio de
1843.
Organon del arte de curar
En 1810 Hahnemann publicó en Leipzig el Organon de terapéuticas racionales.
Después, fue traducido con el título de Organon del arte de curar. En
esta obra dejó plasmados los fundamentos de la filosofía y de la metodología
del tratamiento homeopático. En el prólogo de su sexta edición criticó
a la medicina alopática de aquel tiempo, y propuso un nuevo arte de tratamiento
–la homeopatía- es decir, el método que él había inventado. Lo definió
como un método de tratamiento que es completamente diferente al de los
métodos alopáticos. Afirmó que las enfermedades eran causadas meramente
por un trastorno de la energía espiritual que reactiva el cuerpo humano.
Usando el correcto remedio homeopático se puede provocar un cambio dinámico-espiritual
y reajustar el estado del paciente. Les administraba a sus pacientes pequeñas
dosis de sus medicamentos. Afirmaba que la vieja escuela, la medicina clásica,
es
lo opuesto a la homeopatía, de la misma forma que la noche se opone al
día.
Hahnemann criticaba los principios de la medicina alopática porque
intenta encontrar las causas de la enfermedad y así eliminar su causa.
Sin embargo, afirmaba que la mayoría de las enfermedades tenían un origen
espiritual; por tanto, su causa no podía ser conocida mediante los sentidos
humanos. Insistía en que las causas de las enfermedades no eran de naturaleza
material. Incluso consideró que las observaciones hechas por anatomistas,
patólogos anatomistas y psicólogos eran todas obra de la mera imaginación.
Insistía repetidamente que las causas de las enfermedades no eran de naturaleza
material. El no creía en la transferencia material de una infección,
por ejemplo, a una herida o a la piel. Pensaba que los puntos de vista
sobre el origen y de la esencia de las enfermedades eran incorrectos. Creía
que la enfermedad en el organismo humano estaba causada y se mantenía
solamente por la energía dinámica espiritual. Hahnemann se refería a
la sabiduría y al buen Creador que le permitió descubrir este arte de
tratamiento –la homeopatía. Podría parecer que fuese un cristiano creyente.
Pero, ¿qué fuentes teológicas hay tras todo esto?
Si Hahnemann profesó el cristianismo, entonces podríamos buscar una
justificación de sus teorías espirituales en la Palabra de Dios, en las
Escrituras. Sin embargo, la verdad es al contrario. Hahnemann rechazó
lo básico del Evangelio incluyendo a Jesucristo. En su carta a su discípulo
Stapf (Brief an Stapf, Kothen 1830) escribió:
“Considero el hecho de que hoy leamos a Confucio como un signo importante
de nuestra era. Pronto lo abrazaré en el reino de las almas felices. Abrazaré
al benefactor de la humanidad quién nos estuvo guiando por la senda correcta
hacia la sabiduría y a Dios, seis siglos y medio antes que el soñador”.
Según esas afirmaciones de mal gusto de Hahnemann, ese soñador fue
Jesús de Nazaret quien aparentemente no llevó a Hahnemann por el camino
recto de la sabiduría, y fue quién quiso luchar al lado de los pecadores
y publicanos por el arduo camino del Reino de Dios en la tierra. Ese hombre
del dolor, que le hablaba al ladrón en la cruz, es inaceptable para Hahnemann.
Es en realidad un insulto para quién ama la sabiduría esotérica (A.
Fritsche, "Hahanemann - Die Idee der Homeopatie", "VI edición, p. 264)
Hay un hecho trágico e inalienable evidente: Hahnemann construyó su
conocimiento según la religión natural que estaba en aquel tiempo muy
difundida. Desde su juventud hasta su muerte fue un leal seguidor del ya
mencionado deísmo. Su extensa obra (artículos y manuscritos) y asimismo
su temprana filiación a una logia masónica revelan su auténtica actitud
espiritual.
¿Cuál es la opinión actual sobre el Organon? Incluso hoy en día,
la homeopatía es llevada a cabo en base a los mismos principios que en
tiempos de Hahnemann. Los seguidores de este método piensan que sus puntos
de vista todavía se cumplen. No obstante, casi todos ellos evitan las
palabras metafísicas de Hahnemann y olvidan el hecho de que sin las ideas
espirituales de su fundador el funcionamiento de la homeopatía es incomprensible.
Suprimen las explicaciones originales basadas en lo espiritual y
las sustituyen con nuevos términos “científicos”. Hasta ahora, casi
doscientos años después, no ha sido mostrada ninguna evidencia natural
o científica basada en resultados de investigación que expliquen los
principios básicos de la homeopatía.
Ensayos clínicos y registro de fármacos homeopáticos.
Ninguno de los ensayos clínicos cuidadosamente diseñados ha tenido
éxito en probar de forma fiable la efectividad de los fármacos homeopáticos.
En el prestigioso diario médico Lancet (vol 344 – 1994) El Dr. Reily,
un homeópata, presentó un estudio sobre la eficiencia de las drogas homeopáticas
en la terapia del catarro alérgico. Afirmaba que los fármacos homeopáticos
eran más eficientes que el placebo. Sin embargo, en el siguiente número
de esta revista (vol. 345 -1995) se publicó un artículo afirmando que
este ensayo tenía errores significativos que podían falsear completamente
sus resultados.
En 2002, el British Medical Journal (vol. 324) publicó ensayo clínico
doble ciego aleatorio controlado por parte de Lewis et al: El uso de potencias
ultramoleculares de alérgenos para tratar a la gente asmática alérgica
a los ácaros del polvo doméstico. Participaron en el ensayo doscientos
cuarenta y dos asmáticos que tenían una reacción positiva a los ácaros
del polvo doméstico. Sin embargo, no se estableció ninguna diferencia
entre los resultados de un grupo que usaba placebos y otro usando
medicamentos homeopáticos.
En el 2003, el British Journal Clinical Pharmacology publicó un estudio
de Brien, Lewith y Bryant bajo el título: La homeopatía ultramolecular
no tiene efectos clínicos observables. Es una prueba de ensayo doble ciega
aleatoria controlando el placebo de la Belladonna 30C. El objetivo del
ensayo era establecer si la dilución de la Belladonna 30C difiere en sus
efectos del placebo. Sin embargo, los resultados no confirmaron ninguna
diferencia significativa entre ambos grupos examinados. Durante el ensayo
se registraron 37 efectos nos deseados, dos de los cuales fueron serios
–un severo dolor de oídos que podría estar ligado al uso del fármaco
homeopático Belladonna.
Me gustaría señalar que los experimentos anteriores fueron publicados
en publicaciones extranjeras que no son accesibles fácilmente a los médicos
en su práctica usual. No he encontrado ningún ensayo clínico en las
revistas médicas eslovacas. En la obra de Lullman Farmacología y Toxicología
(Grada 2002) podemos leer:
“Un grupo de expertos de la comisión europea decidió en 1996 que
los fármacos homeopáticos tenían que estar sujetos a las mismas condiciones
de pruebas que se usan en la medicina científica y su eficiencia
y seguridad tienen que ser probadas en las mismas condiciones (estudios
clínicos controlados). Sin embargo, según el punto de vista actual de
nuestras autoridades, el “éxito” de algunos métodos de importancia
periférica (a los que pertenece la homeopatía) sólo puede ser juzgado
por el personal que realiza el método respectivo. Esto es un anti-argumento
que contradice a cualquier método científico crítico”.
Consecuentemente, los fármacos homeopáticos (considerados aparentemente
como fármacos) fallan en su atributo fundamental, esto es, su efectividad
probada. En los países de la Unión Europea los fármacos homeopáticos
son registrados incluso sin dicha efectividad. A la inversa, en los países
en los que hay que probar su eficacia durante el procedimiento de registro
(p. ej. en Noruega) no hay ningún medicamento homeopático registrado.
En Eslovaquia los fármacos homeopáticos se registraron de 1991 a 1993
en el Instituto de Investigación de Fármacos y se pueden conseguir usualmente
en farmacias. Su efectividad es juzgada por el homeópata de turno….
Punto de vista de las compañías médicas profesionales.
El consejo médico permanente de la Comunidad Europea (que reúne a
las organizaciones médicas de los países de la UE) clasifica a la hemopatía
como un método cuyos principios no están justificados científicamente.
En Belgirate (Italia) en 1992, los ejecutivos de las compañías farmacológicas
europeas tuvieron sobre la homeopatía puntos de vista negativos. Partiendo
de la base del análisis de los principios homeopáticos y de estudios
clínicos, muchos profesionales de las compañías médicas no aceptaron
la homeopatía por ser un método amateur irracional. La Compañía Homeopática
Eslovaca no pertenece a las compañías médicas expertas. La homeopatía
en Eslovaquia puede ser ejercitada solamente como una “práctica de sanación”.
Conclusión
Cuando tomé parte de los cursos de formación en homeopatía, no se
me requirió tener ningún grado ni licenciatura en medicina. La
homeopatía no es una disciplina médica de estudio y por lo tanto no se
trata en la universidad. Esta cura no es una cura lege artis (según las
recomendaciones de los métodos científicos). Si los médicos desatienden
los métodos de curación recomendadas científicamente y prescriben una
cura homeopática, podrían ser demandados por ello. La Compañía Homeopática
Eslovaca acepta oficialmente a médicos y a farmacéuticos, pero sólo
por el hecho de que quiere establecerse en el negocio médico. Pero hasta
ahora no ha logrado su objetivo (debido a su método no científico).
Aporto esta contribución debido a que quería señalar la esencia
espiritual oculta de la homeopatía. Muchos médicos no tienen ni la menor
idea sobre ello. En las clases de los cursos de formación se usan diversas
formulaciones pseudocientíficas: energía vital, información, etc. Los
médicos que estudien a fondo la homeopatía comienzan practicando el método
EAV, la medicina china, etc. pueden llegar a caer en las trampas del ocultismo.
Sus puntos de vista comienzan a cambiar gradualmente, y no es nada fácil
el liberarse a uno mismo de todo esto…
Dr. Emília Vlcková
¿Homeopáticos u homeomágicos?
Análisis médico-científico sobre la panacea esperanzadora del
siglo XXI
Por Alberto Carrara
En el mundo que conocemos el experimento más sencillo nos enseña que
diluyendo un colorante nunca se obtiene un color más intenso. Tampoco
sucede que al añadir menos azúcar al café se vuelva más dulce y sabroso.
¡Ojalá fuese así! Esto lo saben muy bien, desafortunadamente, todos
aquellos diabéticos que llevan una dieta limitada en glucosa y sus derivados.
Este principio tan intuitivo parece caer en el olvido cuando se habla
de la panacea esperanzadora del siglo: la homeopatía. Son millones de
hombres, mujeres y niños que confían en estas prácticas, y no podemos
imaginarnos la cantidad de médicos que utilizan esta homeopatía como
filosofía de vida.
Existen también todas las farmacias, mejor dicho, para-farmacias, que
añadieron el término “homeopáticas” en sus letreros, y numerosos
hospitales denominados “homeopáticos”. En Italia en 1998 se contaban
más de 6.000 médicos homeópatas y más de 4 millones de personas que
utilizaban estos recursos (Diario italiano “Il Giornale”, 5 de diciembre
de 1998). Actualmente uno de cuatro italianos utiliza la homeopatía.
Una comisión gubernativa de Australia concluía así su investigación
sobre las llamadas “terapias homeopáticas”: “no existe ni un solo
ejemplo en toda el área de la farmacología en el cual una sencilla dilución
de un medicamento pueda inducir un aumento de la respuesta del mismo”
(cf. Branson Hopkins, Homeopathy-some things are not what they seem, Jubilee-Wellington,
New Zeland, p.13). Se podría irónicamente decir: ¡ojalá estos productos
llevaran consigo algo del medicamento!
Es importante distinguir la homeopatía de la medicina natural. La medicina
natural está basada en remedios fitoterapéuticos (medicamentos extraídos
de las plantas) y representan el fundamento de la medicina occidental.
Actualmente se denomina “tradicional” (en antítesis a la homeopatía
y a muchas otras denominaciones).
La homeopatía es definida, por los mismos que la practican, como un
método terapéutico enraizado en el principio hipocrático de la “ley
de similitud” (similia similibus curantur) oportunamente manipulado.
Cada sustancia, repiten los homeópatas, capaz de provocar síntomas en
un sujeto sano, puede, a dosis muy reducidas, curar aquellos mismos síntomas
en un sujeto enfermo. Si fuese verdaderamente así, no habría ningún
problema.
El pequeño inconveniente se encuentra justo en el sentido de “dosis
muy reducidas”. Sí, porque el otro gran descubrimiento de la “ciencia”
homeopática es que diluyendo un principio activo (un medicamento) hasta
llegar a tener la certeza físico-matemática y estadística de no encontrarlo,
la solución que queda conservaría su eficacia terapéutica.
La ciencia nos demuestra que si una solución es sometida a un suficiente
número de diluciones se llegará al tal punto en el cual no quedará ninguna
molécula de esta sustancia en la solución. Esto se puede deducir racionalmente,
incluso utilizando el famoso número de Avogadro, que establece que en
un gramo-molécula están presentes 6 X 10^23 moléculas. Es decir que
el número de moléculas presentes en una solución no es un número infinito
y que es posible establecer el número de moléculas de una determinada
sustancia que están presentes en una solución.
Cuando el límite dado por el número de Avogadro es superado, el número
de moléculas presentes en la solución es cero.
Puestas estas premisas, se puede pasar a una demostración formal. Los
que están familiarizados con “recetas” homeopáticas conocen muy bien
la terminología “CH”. Esta sigla se refiere al grado de dilución
de la mezcla de medicamentos prescritos. Pero, ¿a qué corresponde en
lenguaje científico? Aquí se pueden consultar las tablas homeopáticas
de conversión.
El límite de Avogadro es superado indudablemente a CH12. Para darse
cuenta de esto consideremos, por ejemplo, un valor de CH22. Esto corresponde
a una dilución 1 entre 100.000.000.000.000.000.000.000.000.000 Km3, es
decir, usando una imagen, equivaldría a tener una sola molécula de medicamento
en un volumen de agua o de solución de 73.333,3… billones de veces el
volumen de toda el agua contenida en los océanos del globo terrestre.
Y esto simplemente hablando de CH22. La mayoría de las “recetas” homeopáticas
tienen CH100, CH200, etc.
No se puede sostener fácilmente que pueda ser eficaz un remedio que
sólo contiene el equivalente de un mililitro de solución madre diluido
en un ideal balón de agua cuyo diámetro debería ser de 140 años luz,
unos 8 minutos la distancia que nos separa del sol, y sólo se trata del
CH60.
Todo esto puede justificar las afirmaciones de eminentes científicos
sobre la homeopatía. Presentamos algunos aquí. El Prof. Renato Dulbecco,
Premio Nobel de Medicina en 1975, define así los productos homeopáticos:
"líos sin valor". Rita Levi Montalcini, Premio Nobel de Medicina en 1986,
considera la homeopatía una "así llamada terapia" cuyo principal valor
es "ilusionar a los pacientes animándolos a recurrir a una curación que
no tiene ningún fundamento científico”.
Entonces, se preguntaba el profesor Silvio Garattini, director del Instituto
de Búsquedas Farmacológicas "Mario Negri" de Milán, “¿qué contienen
aquellas bonitas latas multicolores que se encuentran en las farmacias?”
Y se respondía sencillamente: “contienen todas la misma cosa: ¡nada!"
Si desde el punto de vista de las ciencias “tradicionales” nada
de efectivo está, ni estará presente en estas “medicinas” homeopáticas,
nos podríamos entonces preguntar en qué se fundan las “razones” de
los homeópatas.
La respuesta quizás se puede vislumbrar en las palabras mismas del
doctor George Vithoulkas, autor varios libros sobre la homeopatía. Él
afirma que en las diluciones de la homeopatía el efecto curativo no es
por un cierto material, sino implica otros factores, que el autor llama
“una energía" (cf. George Vithoulkas, Homeopathy, The Holistic Health
Handbook, Berkeley Holistic Health Center, Berkeley, Calif., And/OrPress
1978, p. 89).
Aquí llegamos, por fin, a la segunda “ley” de la homeopatía, la
así llamada “dinamización”. Esta consistiría en la presencia, no
científica y comprobable, de los "cuántos de energía" en la preparación
homeopática, incluso no existiendo, por las elevadas diluciones, una sola
molécula del medicamento. Esta supuesta “ley” equivale a una verdadera
concepción mágica de la realidad. Se perfila como la puerta de entrada
al concepto de “energía universal” característico de las filosofías
orientales y esotéricas.
Como bien resumía Mirella Poggialini en un artículo publicado el 26
de septiembre de 1996 en el periódico de la Conferencia Episcopal Italiana
Avvenire (Omeopatia, medicina o magia?): “cuando ya no está presente
la materia que está a la base del remedio, queda, sin embargo, (dicen
los homeópatas) el espíritu del remedio". Para la misma escritora está
claro el intento panteístico, mágico y esotérico del “remedio”,
totalmente incompatible con la fe cristiana.
Entonces, "la homeopatía es un método diagnóstico y curativo basado
sobre la ley de los parecidos, es la medicina "de la persona", no "de los
órganos", insisten los homeópatas. Esta definición tan aproximada está
llena de malas informaciones y de medias verdades, construidas a propósito
para convencer a los lectores más desprevenidos.
Nadie duda que la homeopatía no sea la "medicina de los órganos",
hay que dudar sin embargo que pueda ser "la medicina de la persona", sí,
porque el "nada" sólo puede ser la medicina de la "nada”.
Podríamos citar las muchísimas publicaciones científicas que destruyen
en manera definitiva los presuntos “fundamentos” de la homeopatía.
Se puede consultar, por ejemplo, todos los estudios de “meta-análisis”
comparadas de: Lancet, vol. 350, del 20 de septiembre de 1997, pp. 834-843;
Lancet, 341, pp. 1601-06, 1994; Lancet vol. 345, 28 de enero de 1995; British
Journal Clinical Pharmacology, n. 27, 1989, pp.329-335; Lancet, 5 de marzo
de 1988, pp.528-529; Lancet, 1° de enero de 1983 pp. 97-98; etc.
La conclusión parece obvia, reconociendo la falta de eficacia de todas
las “terapias” homeopáticas tomadas en consideración, se deduce una
clara indicación para los médicos, sean homeópatas o “tradicionales”.
Tal invitación es que estos remedios no tienen que prescribirse si no
se quiere engañar, en lugar de curar, al paciente.
Desde la perspectiva del profesor Silvio Garattini, director del Instituto
de Búsquedas Farmacológicas "Mario Negri" de Milán, "la homeopatía
utilizada mientas que se está bien o se tienen molestias menores o pasajeras
es un simple acto de creencia o falta de conocimientos científicos. Más
grave es el problema del empleo de los medicamentos homeopáticos para
enfermedades graves que pueden, en muchos casos, mejorar usando los fármacos
tradicionales. Estos recursos homeopáticos pueden llevar a un empeoramiento
de la enfermedad hasta el punto de "no regreso". El científico advierte
que “aún más grave es la actitud de los padres que utilizan, con la
excusa de la libertad de para elegir las medicinas, los remedios homeopáticos
para los niños, perjudicando en varios casos la salud de ellos”.
El profesor Giovanni Federspil, catedrático de Medicina Interna de
la Facultad de Medicina y Cirugía de la Universidad de Padua, “la práctica
médica alternativa de la homeopatía representa uno de los máximos problemas
de la medicina actual que requiere una discusión racional para aclarar
los puntos más equivocados y de tinieblas”.
Tomando pie del texto de la conferencia que el Papa Benedicto XVI iba
a pronunciar durante su visita a la Universidad de Roma "La Sapienza”,
el jueves 17 de enero de 2008, podemos concluir así: “la medicina aunque
era considerada más como "arte" que como ciencia, sin embargo, su inserción
en el cosmos de la universitas significaba claramente que se le situaba
en el ámbito de la racionalidad, que el arte de curar estaba bajo la guía
de la razón, liberándola del ámbito de la magia. Curar es una tarea
que requiere cada vez la razón simplemente, pero precisamente por eso
necesita la conexión entre saber y poder, necesita pertenecer a la esfera
de la ratio”.
¿A qué ratio pertenece la homeopatía?
Por amor a la misma persona humana de cada paciente es importante volver
a la unidad del cuerpo y alma (Gaudium et Spes, n. 14), unidad de racionalidad
y voluntad, a una visión objetiva de la realidad, sin misticismos dañinos,
ni creencias mágicas, peligrosas y destructoras.
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El autor es analista técnico de laboratorio químico-biológico,
doctor en Biotecnología médica por la Facultad de Medicina y Cirugía
de la Universidad de Padua (Italia), se especializó en ontogénesis viral
humana, tecnologías del ADN recombinante. Tiene estudios de filosofía
por el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum de Roma y es miembro del Grupo
de estudio sobre la Neurobioética del mismo Ateneo
Homeopatia - O Medicamento da Nova Era
David L. Brown, Ph. D.
Introdução
Vocês iriam procurar
um médico bruxo para curar um elemento físico? Alguns que estão lendo
este registro de pesquisa talvez fossem, mas poucos cristãos iriam pedir
ajuda a alguém que eles soubessem ser praticante de medicina ocultista,
usando poderes demoníacos para curar. O problema é que agora existe toda
uma nova geração de curandeiros usando meios e poderes ocultistas para
curar. Contudo, eles não se vestem nem se parecem com os bruxos curandeiros
que são vistos nas páginas do National Geographic. Eles
se parecem com vocês e comigo.
Jamais esqueci o dia
em que uma mulher cristã entrou em meu escritório e começou a derramar
o seu coração. Ela estava, como se costuma dizer, mergulhando em
“águas profundas”. Fiz-lhe algumas perguntas e, para minha surpresa,
descobri que ela havia consultado um psíquico. Ela viera a mim porque
os seus problemas haviam dramaticamente provocado, desde então ... pesadelos,
maus pensamentos, depressão e pensamentos de autodestruição. Eu
lhe disse que ela estava envolvida no ocultismo e que Deus proíbe todas
as práticas ocultistas. Li e expliquei-lhe Deuteronômio 18:9-14. Ela
protestou, dizendo que o tal psíquico havia lido a Bíblia para ela, orado
com ela e garantido que o seu dom provinha de Deus. Isso não é verdade.
Atos 16:15-18 deixa claro que os poderes psíquicos resultam de possessão
demoníaca. Além disso, Atos 13:10 nos dá a avaliação bíblica sobre
quem pratica o ocultismo: “[Paulo] disse: Ó filho do diabo, cheio
de todo o engano e de toda a malícia, inimigo de toda a justiça, não
cessarás de perturbar os retos caminhos do Senhor?”
Logo
em seguida, apressei a mulher a confessar o seu pecado de envolvimento
com o tal psíquico, a arrepender-se e a renunciar a todo o conselho e
associação com o leitor psíquico.
Este é exatamente
o meu ponto de vista: muitas práticas de cura novaerenses/ocultistas são
disfarçadas. Algumas vezes os envolvidos citam a Bíblia e oram com os
pacientes. Contudo, sob a fachada, encontra-se o ocultismo em operação.
É isso o que acontecem com a Homeopatia. É minha sincera oração que
vocês que lêem esse registro de pesquisa, vejam como o “anjo de luz”
tem disfarçado habilmente suas mentiras. Por causa desse disfarce, muitos
cristãos estão comprando homeopatia. Que vocês possam conhecer a verdade,
pois “a verdade vos libertará” (João 8:32).
A homeopatia foi desenvolvida
pelo médico místico alemão, Christian Friedrich Samuel Hahnemann, que
viveu entre 1755-1843. Embora existam três diferentes ramos de homeopatia,
desde o seu desenvolvimento, ela tem mudado muito pouco.
1. - Homeopatia Tradicional - Este ramo de homeopatas segue
as teorias ocultistas do pai da medicina homeopática - Samuel Hahnemann.
2. - Homeopatas parapsicologicamente orientados - Os que seguem
esta trilha homeopática tentam atualizar os métodos tradicionais dos
anos 1800 e trazê-lo para o século 20. Um dos seus “métodos científicos”
é a prática de diluir quase infinitesimamente suas “medicações”.
3. - Homeopatia Demitizada - Os que seguem este ramo pensam
erroneamente que as medicações homeopáticas podem agir através de desconhecidos
princípios científicos, questionando, porém, a possibilidade de que
tais medicamentos possam de fato ser efetivos numa tão alta diluição,
a ponto de não restar sequer uma molécula do medicamento original.
Contudo, sem levar em conta
qual seja a corrente seguida, as práticas continuam sendo as mesmas. De
fato, “Para os que o apóiam, Hahnemann é o único gênio registrado
da história da medicina”. (1) Este sistema baseia o tratamento
no similia similibus curantur, o qual basicamente chega ao que se
poderia traduzir como “a semelhança cura a semelhança”. Isso
quer dizer que a mesma substância que causa os sintomas numa pessoa saudável
vai curar os sintomas numa pessoa enferma. Um dos
grandes problemas
é que a homeopatia afirma corrigir um distúrbio ou problema na “força
vital” do corpo ou na energia da vida. Esses distúrbios, afirmam, mais
cedo ou mais tarde, causarão doença. Depois vamos dar, neste registro,
uma olhada mais próxima no item “força vital”.
Mas existem ainda outros
problemas igualmente perturbadores com relação à homeopatia. Muitos
dos elementos que C. F. Samuel Hahnemann trouxe para a homeopatia provêm
do reino místico e ocultista. Consideremos alguns dele.
Elementos da Homeopatia do Reino Místico e Ocultista
Maçonaria - Para começar, “sabemos que ele era membro
de uma Loja da Franca-Maçonaria”(2). Em minha biblioteca
de pesquisas, tenho muitas publicações antigas da Maçonaria. Elas estão
repletas de misticismo e ocultismo. Em seus estudos para avançar na Ordem
Maçônica, Hahnemann teria exposto muitas dessas idéias. Torna-se óbvio
que a Franca-Maçonaria o influenciou, pois na página titular de sua “Bíblia
da Homeopatia”, lemos duas palavras interessantes:
Audere Sapere.
De
onde elas vieram? O que significam? O moto da Franca-Maçonaria é Aude
Sapere, que significa: “Ouse ser sábio”. Hahnemann tomou “de
empréstimo” o moto maçônico e o colocou na página titular do seu
“Organon”.
Swendenborgianismo - Sou o chefe do escritório do Meio-Oeste
do Independent TV/News Service em Fort Lauderdale, Flórida, e tenho
as credenciais da imprensa de uma organização noticiosa de Wisconsin.
Em 23/08/1993, cobri o Parliament of World Religions,
o qual teve
lugar no Palmer House Hilton, em Chicago. Foi uma verdadeira
salada de religiões “cristãs” apóstatas, Nova Era e ocultismo. Orações
de invocação foram feitas por muitos, inclusive por católicos, por um
unitariano, um bruxo, o qual orou a Isis, e um swendenborgiano. Os
swendenborgianos eram os mais destacados perfis no PWR. Eles tiveram uma
ampla/dupla exibição na área de exposição. Uma rápida olhada no material
por mim coletado em suas vitrinas demonstrou que eles fazem uma mistura
de misticismo, ocultismo e cristianismo.
Talvez vocês estejam desejando saber o que isso tem a ver com Hahnemann.
Vou explicar. Hahnemann foi um ardoroso seguidor do misticismo de Emanuel
Swendenborg (1688-1772), o qual foi o seu mentor. Tendo em vista que Hahnemann
era um seguidor de Swendenborg, vocês precisam saber qual era o ensino
fundamental desse homem. O objetivo principal da doutrina de Swendenborg
era o seu método de chegar à verdade. Conforme empregado pelo próprio
Swendenborg, esse método consistia numa série de revelações, pelo qual
o intercurso (comunicação) imediato e indubitável (inquestionável)
com o mundo dos espíritos era obtido. (3). Para simplificar, Swendenborg
ensinou aos seus seguidores entrar num estado alterado de consciência,
o qual iria colocá-los em contato com entidades espirituais. Ele afirmava
que se tratava de espíritos bons, embora qualquer pessoa conhecedora das
Escrituras fosse identificá-los como demônios. Realmente, aqui temos
o que a Bíblia proíbe como sendo necromancia. (Deuteronômio
18:9-12). Um pesquisador acerta na mosca, quando diz que Swendenborg foi
um “poderoso médium espírita”(4). Em que isso pode afetar Hahnemann? O próprio Hahnemann afirmava
“ser
inspirado em seus escritos homeopáticos”(5). Então, este
não é um fato obscuro entre os praticantes da homeopatia. No Swiss
Homeopathic Journal, # 4, 1960, o presidente da Liga Internacional
da Homeopatia observou esse fato para um grupo de homeopatas, quando
disse:
“É fútil rejeitar este ou aquele princípio anunciado no ‘Organon’.
É mais do que suficiente reconhecer a imensurável intuição e espírito
divinatório do seu autor”(6). Muitos homeopatas consideram o seu livro como sendo divinamente místico.
Quando um homem afirma ter revelação ou inspiração divina como a fonte
dos seus escritos, isso deveria imediatamente hastear uma bandeira vermelha
na mente de qualquer cristão. Somente a Bíblia é inspirada por Deus
(2 Timóteo 3:16-17).
Paracelsianismo- Martin Gumpert escreveu um livro intitulado
“Hahnemann:
A Carreira de Aventuras de um Médico Rebelde”. Neste livro ele revela
que Hahnemann estudava e se deleitava com os ensinos do médico e
filósofo ocultista suíço, chamado Paracelso (1493-1541). Paracelso desenvolveu
uma filosofia médica, a qual combinava os ensinos esotéricos ocultistas
da Cabala com os fatos e fantasias da ciência. Sua filosofia “médica”
era sem dúvida orientada pelo ocultismo. Os ensinos de Paracelso estimularam
o pensamento de Hahnemann e ele desenvolveu algumas de suas doutrinas baseado
nos ensinos ocultistas de Paracelso.
Hahnemann foi atraído, como por um magneto, às ideais ocultistas
e aos ensinos de Franz Mesmer, os quais foram exatamente acrescentados
a uma pilha de outros.
Mesmerismo - Franz Mesmer (1733-1815) foi um médico suíço
alemão que fundou a doutrina do magnetismo animal, geralmente conhecida
como mesmerismo. O que Mesmer não conseguiu realmente disfarçar
foi uma arte ocultista, a qual tem sido durante séculos usada pelos xamãs
(bruxos curandeiros) para manter as pessoas sob controle. Mesmer aprendeu
a técnica que lhe permitia produzir, em outra pessoa, uma condição subnormal,
semelhante ao sono. Durante esse estado, a mente do indivíduo permanecia
passiva, ficando sujeita à vontade do operador. Mesmer usava esse
estado hipnótico para curar os seus pacientes enfermos. De fato, em sua
Bíblia
da Homeopatia, o “Organon”, Hahnemann comparou as semelhanças
entre a prática da homeopatia e o mesmerismo. Consideremos estas citações
da 6ª. edição do “Organon”:
“Ó, desse modo, o que Hahnemann
exatamente descreveu é a cura psíquica”.
Animismo, Hinduísmo, Confucionismo e Religiões Orientais
Durante minha pesquisa, fui
gradualmente ficando ciente de que este homem rejeitava a Bíblia e “a
sabedoria de Deus, que está acima de tudo”. Ele seguiu a sabedoria
“terrena,
animal e diabólica...” (Tiago 3:15-17). Depois encontrei uma citação
que revela a sua visão sobre Cristo. Hahnemann se escandalizava com a
vida de Cristo. Ele zombava de Jesus Cristo, chamando-O “o arqui-entusiasta”.
Seus biógrafos escrevem:
“Ele se escandalizava com
o arqui-entusiasta Jesus de Nazaré, o qual não soube conduzir o iluminado
pelo reto caminho da sabedoria, preferindo lutar contra os publicanos e
pecadores, numa difícil trilha rumo ao estabelecimento do reino de Deus...
O homem de dores, que tomou sobre ele as trevas do mundo, Ele próprio
foi um escândalo para o amante da etérica (altamente refinada,
celestial) sabedoria” [Hahnemann].
Como é possível um cristão
seguir os “inspirados” ensinos de um refutador de Cristo, como C. F.
Samuel Hahnemann? Em alguns casos isso se deve à ignorância, em outros,
porque Satanás cegou sua mente. Vamos em frente.
Conforme Martin Gumpert,
Hahnemann foi influenciado pelo animismo (9). Ele também aderiu
às religiões orientais. Uma biografia revela: “Ele é fortemente
atraído ao Oriente. Confúcio é o seu negócio” (10). Isso
fica bem documentado por uma carta escrita por Hahnemann:
“Neste [Confúcio] é onde você pode ler a sabedoria divina sem
mitos de milagres e superstição [ele quer dizer a narrativa cristã].
Vejo ser um importante sinal do nosso tempo que Confúcio esteja agora
disponível para o lermos. Logo mais, irei abraçar, no reino dos espíritos
abençoados, esse benfeitor da humanidade, o qual nos mostrou a trilha
para a sabedoria e para Deus, já 650 anos antes do arqui-entusiasta”
(11).
Não é menos admirável que Samuel Pfeifer diga: “A reverência
pelo pensamento oriental não era apenas o hobby pessoal de Hahnemann,
mas a filosofia fundamental por trás dos remédios homeopáticos” (12).
Num
excelente livro cristão publicado na Irlanda do Norte, H. J. Bopp conclui,
após ter lido Hahnemann e outros escritos homeopáticos que:
“[...] o vocabulário é esotérico e as idéias são impregnadas
de filosofias orientais, como o Hinduísmo. A tendência do panteísmo
é colocar Deus em tudo: em cada homem, em cada animal, em cada planta,
flor, célula, e até mesmo na medicina homeopática”(13).
A Doutrina da “Força Vital” - Mesmo que devêssemos excluir
todas as influências supra citadas, as quais fazem parte da homeopatia
(o que não seria possível), ainda existe um
problema por demais importante.
É a doutrina que sublinha o tratamento homeopático. Essa é a doutrina
da ”força vital”. Ela foi mencionada numa citação de Hahnemann sobre
o mesmerismo. Mas o que ela realmente significa?
“O que Hahnemann ensinou
foi que energias místicas estavam tanto na base da natureza humana
como na dos próprios medicamentos e, portanto, na exata base da criação.
Daí por que muitos comentaristas, tanto os críticos como os que o apóiam,
ensinam que Hahnemann estava se referindo à energia espiritual novaerense
ou cósmica, quando falava d e sua ‘força vital’”(14).
Quem conhece a filosofia
novaerense e ocultista, vai perceber que é o panteísmo que aqui está
em foco, ou seja, a crença de que a divindade, ou força da vida, é inseparável
de quem é imanente em tudo. O destacado homeopata Herbert Robert coloca
o assunto deste modo, relacionando a força vital da homeopatia com uma
divindade panteísta, em sua obra “Art and Cure by Homeopathy”.
Ele diz que a “força vital da homeopatia era uma parte da energia
se movendo, ativamente, no universo”, como sendo “passada à frente
em todas as formas e graus de criaturas vivas” e como permeando o universo:
“Ora, se esta força, se
esta energia atua e permeia todas as formas e graus da vida, do mais humilde
e sem importância até todos os planetas, podemos assumir razoavelmente
que a força vital é a mais fundamental de todas as condições do universo
e que as leis governando a força vital no indivíduo estão correlacionas
às leis que governam toda a força vital, todas as formas de energia,
onde quer que sejam expressadas. [...] Esta energia [...] é responsável
por todo o crescimento, em todas as esferas da existência” (15).
Daisie e Michael Radner
vêem a conexão entre a homeopatia e os campos de energia ocultista.
Como a medicina chinesa, a
homeopatia coloca (e de fato assume) um campo de energia e força vital.
A doença é uma desordem no campo da energia do corpo e o caminho para
a cura é no sentido de manipular esse campo. O campo de energia
do medicamento estimula o próprio fluido do corpo a induzir a cura. Exatamente
como na medicina chinesa, mantém-se que os campos de energia se assemelham
àqueles dos físicos modernos. Novamente, o princípio citado é o intercâmbio
de matéria e energia.(16).
Então, pode ser alguém
curado pela homeopatia? “O poder curativo”, dizem os homeopatas
“provém
do poder cósmico transferido para o remédio através do ritual da potencialidade”
(Organo 2:12). “O ritual da potencialidade” é uma referência
à diluição e agitação dos medicamentos homeopáticos. Isso, conforme
os homeopatas, acelera e aumenta o poder do medicamento, poder esse em
seguida transferido à pessoa”. De fato, “alguns homeopatas
importantes têm confessado que a energia que eles afirmam manipular na
cura das pessoas é indistinta da energia ocultista em geral, a qual tem
passado por um ampla variedade de nomes, através da história” (17).
O mais assustador
é o fato de que um médico homeopata “Vithoulkas” revela publicamente
que o verdadeiro propósito da homeopatia é “ajudar a abrir os mais
elevados centros (do cérebro) para o influxo espiritual e celestial”(18).
Do que ele está falando?
De invasão demoníaca!
O médico H. J. Bopp
relata sua própria experiência: “A influência ocultista da homeopatia
é transmitida ao indivíduo, levando-o consciente ou inconscientemente
a ficar sob influência demoníaca [...] É significativo que frequentemente
se encontre a depressão nervosa nas famílias que usam tratamentos homeopáticos”(19).
Outros homeopatas admitem uma conexão ocultista. A autoridade em
homeopatia, James Kent, declara que existem dois mundos: o físico e o
invisível. Ele afirma que toda a homeopatia está conectada ao mundo invisível,
o qual é inseparável do mundo espiritual do reino ocultista (20).
Talvez Richard Grossinger,
autor do “Planet Medicine: From Stone Age Shamanism to Post-Industrial
Healing” (Medicina Planetária: Da Era Xamanista Da Pedra Até
A Cura Pós-Industrial) possa melhor informar o resumo da informação
que acabei de passar a vocês. “A homeopatia não é a primeira nem
será a última tentativa para desenvolver uma medicina vitalizadora (ocultista).
Os mágicos têm agido durante milênios no sentido de curar, baseados
na força da vida, na energia primária da natureza. Goethe, Steiner, Jung
e Reich a seguiram [...]. Ela [a homeopatia] persiste [hoje] como uma disciplina
clínica ocultista” (21).
Ele ainda declara:
“A cura psíquica, a homeopatia, a acupuntura, a Terapia Orgone e os
vários xamanismos e vodus sugerem que deve existir uma energia fora da
definição contemporânea” (22).
A Homeopatia É Uma Pedra De Auxílio Para Outras Atividades Ocultistas
“E não é maravilha,
porque o próprio Satanás se transfigura em anjo de luz. Não é muito,
pois, que os seus ministros se transfigurem em ministros da justiça; o
fim dos quais será conforme as suas obras” (2 Coríntios 11:14-15).
Embora muitos homeopatas
tentem “camuflar” esse tipo de medicina mística ocultista com roupagens
de respeitabilidade, nem todos os homeopatas entram nesse jogo. O importante
homeopata suíço, Dr. Adolfo Voegeli, é uma dessas pessoas. Quando lhe
indagaram como ele explicava a ação da energia cósmica na homeopatia,
ele respondeu: “Querem saber, eu creio no poder do zodíaco”
. Ele também mantém essa crença secreta. Em um artigo sobre os mecanismos
da homeopatia, publicado no “Zeitschrift Fuer Klassiche Homeopathie”
(Jornal Para a Homeopatia Clássica), a bibliografia lembra uma coleção
de literatura ocultista, hinduísta e antropofísica. (23). Muitos homeopatas
diagnosticam na base de sinais astrológicos, ou, por outro lado, empregam
a astrologia em suas práticas (24). Por exemplo, um certo homeopata
confessa:
“Na homeopatia precisamos
colocar mais ênfase nas diferenças individuais e isso nos conduz a um
interesse em certas coisas como astrologia e acupuntura”(25).
Outros
usam a adivinhação para encontrar a cura. O Dr. Voegeli, famoso médico
homeopata, tem confirmado que uma alta porcentagem de homeopatas trabalha
na base do pêndulo radioespectógrafo
(26). O Dr. Pfeifer M.D.,
também fala do uso do pêndulo por alguns homeopatas porque “é mais
fácil fazer uma breve pausa com um pêndulo...”(27).
Por exemplo, o ex-pastor luterano Bolte conseguiu o seu dom de vidente
por meio do pêndulo radioespectógrafo. Em seu livrete “From Pendulum
Research To Miraculous Healing” (Da Pesquisa do Pêndulo à cura
Miraculosa), ele escreve:
“Sentei-me à mesa de
trabalho, apanhei o pêndulo, deixei-o circular sobre a lista Schwabe de
medicamentos homeopáticos e em seguida pedi o remédio em sua farmácia,
em Leipzig” (28). [Observem que tendo
em vista que os medicamentos homeopáticos são todos diluídos até o
ponto de conterem praticamente nada da substância original, logicamente
seguir-se-ia que eles não fariam qualquer diferença para o que são prescritos.
A afirmação de Bolte de sucesso como um resultado de prescrever aleatoriamente
medicamentos, apenas serviria para dar apoio ao fato de que eles são todos
iguais... água pura”.] Outros usam meios
ainda mais ocultistas em seu cerne. Existem grupos cuja [pesquisa] homeopática
é desenvolvida durante sessões espíritas, através de médiuns que buscam
informações nos espíritos. O testemunho de uma pessoa que trabalhou
num grande laboratório homeopático de alto nível na França é muito
interessante. Ela conta sobre a entrevista que teve com um ex-diretor e
fundador do estabelecimento com vistas ao seu recrutamento. Após uma breve
apresentação, esse médico lhe perguntou qual era o signo astrológico
sob o qual ela havia nascido. Logo depois, indagou se ela era médium.
Foi então que ele confidenciou-lhe o segredo das práticas do local. Novos
tratamentos foram ali pesquisados durante sessões espíritas, através
da agência de pessoas com poderes ocultistas - médiuns, através dos
quais os espíritos eram consultados” (29). A camada que se derrete
sobre o bolo ocultista deriva de um ex-curandeiro e psíquico novaerense,
que diz: “O fato é que muitos praticantes homeopáticos tentam dar
a certeza de que seus remédios estão agindo, colocando um apelo mágico
sobre os mesmos”(30). Para concluir, quero
lançar um apelo a todos os cristãos. As práticas homeopáticas podem
abrir a porta de sua mente às influências demoníacas. Embora a influência
ocultista na homeopatia seja muitas vezes disfarçada, ainda assim esta
ali se encontra. Deixem-me compartilhar pela segunda vez a citação
de um pesquisador cristão:
“A influência ocultista da homeopatia
é transmitida ao indivíduo, levando-o consciente ou inconscientemente
a ficar sob influência demoníaca [...] É significativo que frequentemente
se encontre a depressão nervosa nas famílias que usam tratamentos homeopáticos”. Efésios 5:11 nos
comanda: “E não vos comuniqueis com as obras infrutuosas das trevas,
mas antes condenai-as”.
Notas de rodapé:
1.Richard Grossinger, Planet Medicine: From Stone Age Shamanism
to Post-Industrial Healing, Anchor Press/Doubleday, 1980; p. 162-3
2. H. J. Bopp, Homeopathy
, Down, North Ireland: Word of Life
Publications, 1984; p. 3
3. Funk & Wagnalls New Standard Dictionary; 1913; p. 2437
4. Ankerberg & Weldon, Can You Trust Your Doctor
; Wolgemut
& Hyatt; p. 315
5. Ibid. p. 318
6. H. J. Bopp; p. 3
7. Samuel Hahnemann, Organon of Medicine
, 6th edition, reprint,
New Dehli, India: B. Jain Publishers, 1978; p. 309 & 311
8. Samuel Pfeifer, M.D., Healing at Any Price?
, Milton Keynes,
England: Word Limited, 1988
9. Martin Gumpert, Hahnemann: The Adventerous Career of a Medical
Rebel
, New York, NY: L.B. Fisher, 1945; p.20
10. Samuel Pfeifer; p.68
11. Ibid.
12. Ibid.
13. Samuel Hahnemann, The Chronic Diseases, Their Particular
Nature and Their Homeopathic Cure -- Theoretical Part, Louis H. Tafel
- Translator, New Dehli, India: Jain Publishing Company, 1976; p.7
14. Ankerberg & Weldon; p. 321
15. Herbert Robert, M.D., Art of Cure by Homeopathy: A Modern
Textbook, reprint, New Dehli, India: B. Jain Publishers, 1976
16. Daisie Radner, Michael Radner, "Holistic Methodology and
Pseudoscience"; p. 154
17. Ankerberg 7 Weldon; p. 324
18. Jane D. Gumprecht, Holistic Health: A Medical and Biblical Critique
of New Age Deception, Moscow, ID: Random Press, 1986; p. 150
19. Bopp; p.10
20. James Tyler Kent, Lectures on Homeopathic Philosophy, Richmond
CA : North Atlantic Books, 1979; p. 75-76
21. Richard Grossinger; p. 162-163
22. Ibid.; p. 128-129
23. Pfeifer; p. 68-69
24. Bopp; p.5
25. Evelyn DeSmedt, et. al., Life Arts: A practical Guide To Total
Being -- New Age Medicine and Ancient Wisdom,New york, NY.; St. Martins
Press, 1977; p. 142
26. Bopp; p.8
27. Pfeifer; p. 73
28. Ibid., p. 19-20
29. Bopp, p. 8
30. Pfeifer, p. 81
31. Bopp, p. 10
Pastor David L. Brown, Ph.D. E-mail: logos@logosresourcepages.org Resumido e editado por David L. Brown, Th. M. M. - Pesquisador
de Nova Era e Ocultismo.
Esta e outra pesquisa se encontra disponível no Logos Communication
Consortium. Traduzido por Mary Schultze, em 09/04/2007.
Desmontando el informe suizo sobre la homeopatía
PorArturo Quirantes 23/03/2012
Hace tan sólo unas semanas, en febrero de 2012, diversos medios publicaron
una noticia que parecía reivindicar la práctica de la homeopatía de
una vez por todas: el gobierno suizo afirma en un contundente informe que
la homeopatía es eficaz y rentable. Un artículo que ha sido reproducido
hasta la saciedad comienza de esta lapidaria forma:
El gobierno suizo tiene una larga historia y
muy respetada, de la neutralidad, y por lo tanto, los informes de este
gobierno en temas controvertidos deben tomarse más en serio que otros
informes de los países que están más influidos por las actuales circunstancias
económicas y políticas.
Según nos cuentan, Suiza ha descubierto que la homeopatía es una técnica
de probada eficacia, aceptada por la mayoría de la población y con costes
menores a los de la medicina convencional:
A finales de 2011, el informe del gobierno
suizo sobre la medicina homeopática representa la evaluación más completa
de la medicina homeopática se ha escrito por un gobierno, y acaba
de ser publicado en forma de libro en Inglés (Bornhoft y Matthiessen,
2011). Este informe afirmó que el tratamiento homeopático es eficaz
y rentable y que el tratamiento homeopático debe ser reembolsados
por las autoridades nacionales de Suiza en los programa de seguro médico…
Aproximadamente
la mitad de la población suiza ha utilizado tratamientos de medicina complementaria
y alternativa y conoce el valor de ellos. Además, aproximadamente
la
mitad de los médicos suizos consideran eficaces los tratamientos Naturopáticos
y de Terapias alternativas. Quizá lo más importante, el 85 por ciento
de la población suiza quiere terapias alternativas formando parte del
programa del seguro de salud de su país.
Aparentemente, la contundencia de los argumentos es aplastante, tanto que
un referéndum de 2009 apoyó la inclusión de las medicinas alternativas
en el sistema público de salud de Suiza. La constitución suiza se enmendó
en los siguientes términos:
El gobierno federal y los cantones se asegurarán
de que, dentro de su jurisdicción, se tome en consideración la medicina
complementaria.
¿Qué ha pasado en la tierra del chocolate y el secreto bancario? ¿Se
han vuelto locos esos suizos? ¿Han descubierto algo que nosotros no sabemos?
Para ello, deberíamos echar mano al susodicho informe, leer sus más
de doscientas páginas, examinarlo críticamente y extraer nuestras propias
conclusiones. Ya sé que usted tendrá mejores casos que hacer, pero vale
la pena. Felizmente para usted, mi vocación de servicio público se le
ha adelantado.
Vamos a comenzar por el principio, si le parece. Lo primero que noté
es un detalle, importante para evaluar lo que viene después. Se trata
de esto: el informe del gobierno suizo sobre la homeopatía … no es
del gobierno suizo. No es un informe realizado por expertos del gobierno,
ni encargado por el gobierno. De hecho, aunque la mayoría de los autores
son suizos, los dos editores del estudio son alemanes.
El Informe Bornhöft/Matthiesen (a partir de ahora, “el Informe”)
es, sencillamente, un estudio realizado por homeópatas dentro de una evaluación
llamada Programa de Evaluación sobre Medicina Complementaria. Se
trata de un programa organizado por el gobierno suizo con el fin de determinar
si los tratamientos de medicina alternativa deberían cubiertos por el
servicio suizo de salud (que habían sido provisionalmente autorizados
en 1998, a la espera de su autorización definitiva). El Informe es
la respuesta de los homeópatas, su contribución al debate. Nada
más.
¿De dónde salen, entonces, esas grandilocuentes referencias al gobierno
suizo?
Hasta donde puedo discernir, la “noticia” se gestó en el blog de
Dana Ullman, del Huffington Post. Allí fue donde anunció
que acababa de publicarse el informe de marras, aunque el propio Informe
tenía ya varios años. Ullman, homeópata declarado, afirmó que el
Informe procedía del gobierno suizo (o no se enteró, o mintió, escoja
usted), y la lió parda.
Su artículo fue prontamente reproducido por toda la prensa pro-homeopática,
incluidos nuestros, ejem, amigos
de Boiron. Todos repitieron como papagayos la verdad oficial de
Ullman, y si alguno de ellos intentó contrastar la veracidad de la información,
no se esforzó mucho, la verdad.
Es decir, el Informe es un material preparado por homeópatas para
apoyar la postura de los homeópatas. No es la verdad absoluta sancionada
por el gobierno de la neutral y ponderada Suiza, lanzada a las cuatro vientos
para acallar las bocas de los escépticos incrédulos como usted y yo.
Pero es un informe. Se trata de una lectura apasionante, se lo aseguro.
Eso sí, hay que estar bien entrenado para leer entre líneas. ¿Listo?
Vamos allá.
El Informe es lo que los autores denominan llaman HTA (Valoración de
Tecnologías de Salud). Su propósito no es solamente demostrar que
la homeopatía funciona, sino que es necesaria por otros motivos, a saber:
es apropiada, segura y económica. Los autores pretendían argumentar
con ello que, independientemente de la discusión sobre la valía científica
o las pruebas doble ciego, los suizos quieren tratamientos alternativos
y más baratos, así que ¿por qué no darles el gusto?
No se le escapará al lector que esa extensión al “mundo real”
está diseñada para conseguir apoyo en un área en la que se sientes fuertes.
En efecto, la mayoría de la población quiere ser tratada con homeopatía.
No sé cómo decirlo sin sonar un renegado de la democracia, pero recordemos
que la mayoría de la población también cree en los horóscopos. Una
falsedad no deja de serlo porque la votemos en masa. En lo que toca a la
seguridad de la homeopatía, está garantizada, ya que los medicamentos
homeopáticos no tienen efectos secundarios (en realidad, no tiene efectos
de ningún tipo); y el coste ha de ser necesariamente menor, ya que lo
único que hay que pagar es azúcar, agua y un hígado de pato, y con eso
tenemos medicamentos para todo un año.
El Informe comienza con una pequeña introducción sobre los principios
de la homeopatía, repasando los tópicos habituales: lo similar cura lo
similar, hay que prestar atención a los síntomas del paciente en lugar
de al diagnóstico, millones de personas la usan desde hace doscientos
años, etc. Nos recuerdan la técnicas de “potenciación y sucusión,”
que en jerga homeopática significa “diluir y agitar,” y aunque
estos homeópatas parecen conocer el número de Avogadro y los problemas
derivados de una
excesiva dilución, lo compensan con una exhibición de imaginación
desbocada al apelar a la teoría de la Relatividad y la Mecánica Cuántica
como vías para explicar el mecanismo de acción de la homeopatía. Remataron
la faena con referencias a la “fuerza vital” que me recordó aquel
aforismo de “lo hizo un mago.”
Eso sí, aunque pasan de puntillas por los problemas de la homeopatía,
dedican dos capítulos enteros a explicar por qué los métodos de prueba
de la medicina tradicional no funcionan bien, y por qué hay que tener
consideraciones especiales hacia la práctica homeopática. Según el Informe,
las pruebas aleatorias en condiciones de doble ciego no son buenas por
un conjunto de razones: no permiten un tratamiento individualizado del
paciente; es susceptible a la existencia de falsos negativos; puede beneficiar
a algunos individuos sin que el estudio lo aperciba; es vulnerable a problemas
de sesgo; no son reproducibles siempre; pueden ser víctimas de intereses
de los patrocinadores.
Incluso cuestionan la ética de los experimentos doble ciego, ya que
el grupo de control no está recibiendo el tratamiento que pudiera beneficiarles.
No sé si le habrán explicado a esta gente que los científicos de verdad
están al tanto de estos y muchos otros problemas derivados de la experimentación
clínica. Por eso es tan difícil hacer bien un experimento, y por eso
la bibliografía científica exige la presentación de todo tipo de detalles
que puedan reducir esos fallos. Hablando en pureza, es correcto que
cualquier persona crítica se haga estas y otras pruebas parecidas. Es
algo que cualquier persona con espíritu crítico e inquisitivo tendría
que tener en cuenta siempre.
Salvo los homeópatas, según parece. Una de las cosas que mejor hacen
los autores del Informe es “demostrar” que su cliente debe ser juzgado
de forma distinta. Según ellos, las pruebas doble ciego, la aleatorización,
los grupos de control, todo eso es algo que no sirve con las pruebas homeopáticas.
¿Por qué? Pues porque sus principios de trabajo lo impiden. La homeopatía
es una especie de traje a medida que actúa de forma diferente para cada
paciente, así que los experimentos doble ciego no sirven. Como el
tratamiento se aplica sobre un ser humano con “fuerza vital” incluida,
la investigación preclínica no es factible. La investigación fisicoquímica,
tampoco. Las pruebas en animales, botánicas o in vitro, se revelan inútiles.
La verdad es que todo aquello me resultaba muy familiar. ¿Han leído
ustedes la historia del dragón que narraba Carl Sagan en El Mundo y
sus Demonios? Yo afirmo que tengo un dragón en el garaje. Mi vecino
me pregunta dónde está, que él no puede verlo. Es que es invisible,
le digo yo. ¿Y por qué no deja huellas? Es que vuela, respondo.
Entonces, dice el vecino, vamos a pintarlo con aerosol para saber dónde
se encuentra. Ya, pero es que es incorpóreo. ¿Y un sensor infrarrojo?
Tampoco serviría, le contesto, el fuego invisible no da calor. Yo voy
contrarrestando cualquier prueba física que me propongan con una explicación
especial de por qué no funcionará.
Los autores del Informe juegan muy sutilmente al dragón. Y ya puestos,
tienen la desfachatez de afirmar que “la ausencia de pruebas no es
prueba de ausencia.” Es decir, citan a Sagan para convencernos
de que, aunque no tengamos prueba de la existencia del dragón homeopático,
lo que es haberlo, haylo. Tamaña osadía casi me tira de espaldas,
pero estoy repuesto y subo la apuesta. Señores de la homeopatía:
afirmaciones
extraordinarias exigen pruebas extraordinarias. Si ustedes pretenden
hacerme tragar que un dragón invisible e incorpóreo existe en su garaje,
ya pueden empezar con las pruebas.
Afortunadamente, los homeópatas del Informe están tan deseosos de
demostrar que el dragón existe, que entran al trapo y ellos mismos se
contradicen. Tras justificarse preventivamente ante resultados negativos
con eso de que “la homeopatía requiere pruebas especiales,” comienzan
a sacar una prueba tras otra. ¿Dije que las pruebas fisicoquímicas no
sirven? Vale, pero aquí tiene un estudio con espectroscopía ultravioleta.
¿Qué los animales no son humanos? No importa, aquí va un artículo sobre
el uso de la homeopatía para curar intoxicaciones de arsénico en animales.
¿Los estudios in vitro no sirven, dije? No seamos tan estrictos,
vea, según este autor de aquí la histamina homeopática funciona de maravilla.
Al parecer, las reglas del juego son que, cuando un estudio confirme
la validez de la homeopatía, es que funciona; y si no, lo que pasa es
que el estudio no sirve. Si sale cara gano, si sale cruz no pierdo,
y a eso se dedican en todo un capítulo. Los meta-estudios desfavorables
reciben multitud de críticas metodológicas; los que resultan neutros
(sin ventajas con relación al placebo) se toleran siempre que muestren
al menos un estudio favorable, e incluso cuando no, se dice que “no hay
correlación, pero se ve una tendencia,” y a la saca. Y les aseguro
que los autores utilizan el término “favorable” en su acepción más
generosa. Una relación estadísticamente poco significativa se cuenta
como favorable; una leve ventaja respecto al placebo se cuenta como favorable.
Una tendencia apenas perceptible se cuenta como favorable.
Veamos un caso: el meta-estudio de Linde et al de 1997 en The Lancet.
Ochenta y nueve estudios homeopáticos de todo tipo en condiciones controladas,
placebo, aleatoriedad, doble ciego. Para estimar la validez de la
homeopatía, los autores de este estudio usaron una cantidad llamada “odd
ratio” que viene a decir cómo de probable es que suceda algo respecto
a un grupo de control. Lo pasaré a probabilidades, para que se entienda
mejor. Si la homeopatía no funcionase mejor que el control, estaríamos
hablando de probabilidad de éxito del 50% Los resultados fueron
los siguientes:
- Cuando se toman los 89 grupos en su conjunto, la probabilidad de que
la homeopatía sea mejor que el placebo está en una horquilla de entre
el 67% y el 75%. Algo mejor que el azar (50%), aunque no por mucho
margen, la verdad.
- Al tomar los 26 mejores estudios (no se especifica qué significa
“mejores,” aunque supongo que se trata de la calidad del estudio, tamaño
de muestra, condiciones controladas, etc), la probabilidad a favor de la
homeopatía decrece: 57 – 68%
- Finalmente, cuando se corrige un “sesgo de publicación,” obtenemos
la tasa de éxito final para la homeopatía: entre un 51% y un 76%
Y esto, repito, son los datos de éxito no frente a un tratamiento convencional,
sino
frente a un placebo. Esto es como afirmar que alguien tiene un
método “seguro” para adivinar cómo va a caer una moneda, pero solamente
acertase tres de cada cuatro veces. Para los redactores del Informe
estos datos merecieron casi una página adicional en un intento por justificar
por qué el metaestudio de
Lancet no ha de tenerse en cuenta: no
vale comparar “peras con manzanas” (no bromeo, lo dijeron así),
y además “al interpretar los datos, hay que tener en cuenta que los
estudios de más alta calidad tienden a llevar a un resultado negativo.”
Así que, como los mejores análisis no nos dicen lo que queremos oír,
no te ajuntamos. ¿A nadie le suena esto como una rabieta infantil?
Como lo justo es justo, también reconocieron que un re-análisis de los
datos iniciales, usando solamente los casos de mayor calidad y con las
mayores “potenciaciones” (léase diluciones) no muestra diferencia
respecto al placebo. Eso sí, el lector se queda con la impresión
de que, a pesar de todo, el meta-estudio tiene polémica, cuando la verdad
es que resulta claro como la luz del día.
Permítame ahora que llame su atención hacia el capítulo 10, el que
considero más revelador. Se trata de un estudio sobre la eficacia de la
homeopatía en enfermedades del tracto respiratorio superior: sinusitis,
rinitis, asma, faringitis, otitis, vegetaciones, etc. No debe llamar
la atención que se centrasen en un tipo concreto de dolencias, ya que
seguramente será la que presenta mayores tasas de éxito a favor de la
homeopatía. Hay un viejo chiste entre los científicos, según el
cual la expresión “los resultados típicos muestran que” realmente
ha de traducirse como “los mejores resultados que jamás he obtenido
muestran que.” Seguro que los autores del Informe, en un esfuerzo
para convencernos de la utilidad de la homeopatía, han escogido una dolencia
particularmente favorable en resultados.
En apariencia, así es. Los estudios presentados, un total de 29, se
llevaron a cabo en varios países. Al menos la mitad de ellos tenían
aleatoriedad y doble ciego, bien contra un placebo, bien contra los tratamientos
convencionales. A tenor de la interpretación de los autores del
Informe, los resultados son espectaculares: de los 29 estudios, nada menos
que 24 muestran un resultado positivo. Si nos restringimos a los
16 casos con control doble ciego y placebo, 12 muestran una ventaja a favor
de la homeopatía. Finalmente, 6 de 7 estudios muestran un resultado
mejor que el de un tratamiento convencional; uno de ellos se califica como
“significativamente positivo.” Tres cuartas partes de los casos son
calificados con un “1b,” que en la escala médica tradicional indica
una evidencia obtenida de al menos una prueba aleatorizada y controlada.
¿Les sorprenderá que, al leerlo, yo obtengo una impresión muy diferente
de lo que dice? Comencemos con el único tratamiento calificado como “significativamente
positivo.” Estrictamente hablando, parece que la homeopatía gana
a los antibióticos: 2.6 frente a 2.2 (en una escala no especificada en
el Informe). Pero resulta que el margen estadístico es de 0.4, y
puede que sea hasta de 0.8. Eso significa que, estadísticamente
hablando, no podemos encumbrar a un método por encima del otro.
Y, lo que es más importante, se trata de un estudio sobre los síntomas,
no sobre la duración o efectividad del tratamiento.
Tal vez piense usted que, de todos modos, estamos comparando homeopatía
frente a tratamiento convencional. Si en algún caso ambos se revelan
con la misma eficacia en los otros seis estudios, puede que la homeopatía
sirva como terapia alternativa. Claro que hay pequeños detalles a tener
en cuenta:
Dos de los estudios no hallan diferencia respecto al tratamiento convencional
en
casos de gripe. Teniendo en cuenta que NADA cura la gripe y que
solamente pueden tratarse los síntomas ¿a alguien le extrañan los resultados?
Sin tratamiento la gripe dura siete días, con tratamiento dura una semana,
y con homeopatía dura unas 168 horas. Enhorabuena, hemos vuelto
a demostrar que la gripe no se cura.
Otros dos estudios mezclaban tratamientos. En un caso (sinusitis),
el grupo homeopático recibía suplementos herbales e inhaladores; los
grupos de control y de prueba eran distintos en tamaño, y los propios
autores reconocieron que “la comparabilidad [de resultados] quedaba
restringida.” Además de ello, la evaluación médica mostraba
que el tratamiento convencional era superior. En el otro caso (asma),
con experimento doble ciego, ambos grupos recibieron tratamiento convencional,
y uno de ellos, además de ello, homeopatía. Los resultados fueron
idénticos en ambos casos.
En un estudio sobre faringitis en 53 niños, el grupo homeopático no solamente
obtuvo peores resultados, sino que sufrieron mayores tasas de otitis
media y otras complicaciones purulentas.
Finalmente, un estudio de otitis, sobre 30 niños, de los que solamente
uno fue tratado con antibióticos. No hay grupo con que controlarlos,
y algunos de los participantes dejaron de examinarse a las dos semanas,
pero como la infección acabó desapareciendo el autor reclama éxito.
¿Quieren saber qué le pasó al niño de los antibióticos? Yo también.
En cuanto a la comparación con placebos, no voy a aburrirles, pero tengo
a mi lado la lista de los 16 casos que, según el Informe, se comparan
favorablemente con el grupo de placebo. Cuatro de esos casos, sencillamente,
no ganan. En cuanto a los otros doce, ocho muestran datos tan cercanos
al placebo que no son significativos; dos arrojan posibles resultados positivos,
pero tan cuidadosamente escogidos que resultan sospechosos; en uno, el
tratamiento estadístico es tan desastroso que no solamente no hay forma
de saber qué tratamientos recibieron los pacientes, sino que uno de cada
cuatro desapareció (a juzgar por los datos finales).
Y, finalmente, mi favorito: ¡un estudio realizado sobre un solo paciente!
Ningún dato sobre su tratamiento o duración, pero como se tomó la medicación
y se curó, el caso se convierte (cito textualmente) en “una indicación
de la efectividad de la terapia.”
Lo siento, pero ese último ejemplo me impide continuar sin hacer otro
chiste. Un médico le da una botella de whisky a un paciente aquejado
de bronquitis, y éste se cura. El médico corre a publicar un artículo
titulado “el whisky cura la bronquitis.” Luego le da una
botella de whisky a un segundo enfermo de bronquitis, quien finalmente
muere. El segundo artículo del médico comienza así: “nuevas
investigaciones indican que el whisky cura la bronquitis en un 50% de los
casos.” Sí, es un chiste. Salvo cuando lo envuelves con lenguaje
técnico, lo unes a una treintena de casos de similar ralea y lo publicas.
Resumiendo, para no cansarle: si leemos de forma crítica y escéptica,
los supuestamente sólidos argumentos científicos que dan validez a la
homeopatía en el Informe suizo de marras se van desmontando uno a uno.
No creo que a los autores les haga perder el sueño, sobre todo después
de afirmar que la homeopatía no necesita pruebas científicas, pero cualquiera
que se haya limitado a leer la noticia picará el anzuelo. Y eso
incluye las agencias de prensa y los periódicos.
Sin embargo, el Informe no evaluaba solamente la validez científica
de la homeopatía, sino también su aceptación social, coste y seguridad.
En este último apartado, no se tuvieron que esforzar mucho, ya que algo
que no tiene efectos primarios tampoco tiene efectos secundarios.
Por supuesto, una persona sincera hubiera incluido los efectos sobre la
salud de NO estar siguiendo el tratamiento médico convencional, pero quizá
sea pedirles demasiado.
Lo que sí me sorprendió, y debo reconocerlo, es el resultado del apartado
sobre la relación coste/beneficio. Bueno, digamos sobre el coste
a secas. La primera impresión es pensar que una terapia médica
basada en pastillas de azúcar y agua pura y cristalina debiera ser sensiblemente
más barata que la que nos venden ahora las malvadas multinacionales farmacéuticas;
y además, si los datos de diversos estudios en Alemania y Suiza son correctos,
los tratamientos no convencionales implicarían menos días de baja, con
el consiguiente ahorro en bajas por enfermedad y pérdida de productividad.
Sorprendentemente, los propios datos esgrimidos por los homeópatas
no son concluyentes. Para entenderlo, hay que recordar que los homeópatas
también cobran, y no quieren quedarse atrás respecto a sus colegas tradicionales.
Además de ello, la homeopatía se presenta como una terapia complementaria,
no sustitutiva, así que también habría que costear a los médicos de
siempre, especialistas, clínicas de diagnóstico, etc. Y seguro
que nuestros amigos de Boiron no venden al coste. A la vista de sus
propios datos,
seguro
que no.
Con respecto al Informe, parece que no impresionó demasiado a las autoridades
suizas. Como resultado de los estudios realizados, la Oficina Federal
de Salud Pública decidió retirar la homeopatía de la lista de servicios
cubiertos por el servicio nacional de salud. A los seguidores de
la homeopatía solamente les quedó una vía: llamar a referéndum.
El 17 de mayo de 2009, el soberano pueblo suizo decidió que la “medicina
complementaria” sería tenida en consideración. Como resultado,
el gobierno suizo decidió que a partir del 1 de enero de 2012 la homeopatía
volvería ser sufragada por su sistema de salud.
Sin embargo, las leyes suizas impiden que los seguros paguen tratamientos
que no cumplan medidas objetivas de eficacia. La solución de compromiso
que se está siguiendo es permitir el pago a terapias alternativas, pero
sólo de forma temporal, en tanto se evalúa su eficacia. El problema
es que esa evaluación será hecha por los propios (llamémosles así)
médicos alternativos, con métodos que, como hemos visto, distan mucho
de la doctrina científica tradicional. El informe resultante será
luego revisado por una institución independiente, pero siempre queda el
problema de si el gobierno suizo acabará prestando oídos a la ciencia
o a la política, a la verdad clínica o a presión de las urnas.
Lo veremos en 2017, cuando llegue la hora de tomar la nueva decisión.
Mientras tanto, el país con mayor densidad de homeópatas del mundo continúa
pagando tratamientos no convencionales, de resultados dudosos (nulos sin
el efecto placebo), y sus colegas del resto del mundo se frotan las manos.
En cuanto a usted, amable lector que me ha seguido hasta el final, ya
sabe lo que realmente significa eso de “Informe del gobierno suizo sobre
la homeopatía.” Tan sólo otro mito cazado.
10 razones para
no creer en la homeopatía Por Carlos Zepeda
1.- En los preparados homeopáticos
no existe principio activo. Las diluciones empleadas son cercanas a
una dilución al infinito. Eso implica que en la disolución no queda ni
siquiera traza del compuesto empleado. ¿Cómo se puede producir curación
si no hay medicina? Un simple cálculo, empleando las masas moleculares
y el número de Avogadro, muestran que los preparados homeopáticos son
simplemente agua.
2.- La supuesta memoria
del agua no está apoyada por ninguna evidencia lógica, experimental ni
teórica. La teoría de que aunque no haya principio activo el agua
recuerda de alguna manera haber estado en contacto con él (memoria del
agua) no ha sido jamás comprobada experimentalmente. El único estudio
publicado (el famoso caso del Dr. Benveniste) resultó ser un fraude. De
hecho, si los efectos curativos del agua se potencian cuanto más diluido
esté el principio activo, ¿por qué podemos elegir el principio activo
que nosotros queremos que recuerde? Las mismas moléculas de agua durante
unos millones de años atrás han estado en contacto con cientos de sustancias,
y si tenemos en cuenta las que sólo han entrado en contacto como trazas,
pueden ser cientos de millones. Por ejemplo, el agua en su ciclo ha estado
en contacto con todo tipo de tóxicos y contaminantes, también con
basura… si el agua tuviera memoria de todo eso, sería puro veneno, o
mejor aun… ¡seria pura basura!
3.- El principio de similitud
carece de base teórica y experimental. El principio de lo similar
cura lo similar no tiene base alguna, ni se explica de ninguna manera cómo
lo hace. ¿Un esquince se cura golpeando la zona afectada? ¿La diabetes
se cura ingiriendo azúcar?. No hay ningún estudio que avale este principio
de la homeopatía, ni justificación teórica alguna del mismo. Es una
teoría de carácter mágico que puede que tuviera algún sentido con el
nivel de la medicina de su época, el siglo XIX, pero que hoy en día sólo
puede producir risa. En el siglo XIX la ciencia era así, uno establecía
cualquier hipótesis y automáticamente era válida, hoy en día hay que
demostrar las hipótesis siguiendo el método científico.
4.- No existe comparación
contrastada sobre la efectividad de un tratamiento homeopático. No
hay ningún estudio estadístico publicado que muestre el efecto de un
medicamento homeopático comparado con uno de la llamada medicina tradicional.
Los homeópatas siempre se han negado a compararse con la medicina científica
aduciendo extrañas razones de diferencia de método, lo que no es más
que una excusa pues saben que la diferencia sería abrumadora.
5.- No hay relación causa-efecto
entre las supuestas mejorías producidas por un tratamiento homeopático.
Hay
personas que mejoran, pero no hay estudios que muestren estadísticas acerca
de qué mejorías se deben a remisiones espontáneas (ocurren con frecuencia)
o a efecto placebo.
6.- No hay nada que permita
diferenciar los efectos de un tratamiento homeopático del efecto placebo.
Los
únicos estudios estadísticos publicados sobre tratamientos homeopáticos
no muestran resultados que difieran significativamente del efecto placebo.
Está demostrado que la homeopatía sólo alivia ciertos síntomas por
la atención recibida (son consultas de una hora), pero nunca por los medicamentos
recibidos. El sentirse escuchado, atendido, querido incluso, produce un
efecto placebo especialmente fuerte. Cualquier persona que sea escuchada
durante una hora va a mejorar de algunos de sus síntomas, aunque no recibiera
ninguna medicina. Si la homeopatía se practicara en consultas de
cinco minutos en la seguridad social, no tendría el menor efecto.
7.- La validez y aplicación
de la homeopatía es muy limitada por sus propios seguidores. Una técnica
que sólo supuestamente cura enfermedades leves pero se muestra incapaz
ante las enfermedades importantes ya de por sí es altamente sospechosa.
El efecto placebo actúa exactamente así: alivia algún síntoma leve
pero no cura las enfermedades de verdad.
8.- La homeopatía contradice
los conocimientos biológicos actuales. La homeopatía afirma que es
imposible conocer los procesos internos de una enfermedad, por tanto, rechaza
conocer el origen de las enfermedades, ergo rechaza la existencia de patógenos
(virus y bacterias), así como de alteraciones genéticas, trastornos moleculares
o bioquímicos, mutaciones cromosómicas, alteraciones en la regulación
de las funciones fisiológicas y la homeostasis… Por lo tanto, contradice
todos nuestros conocimientos sobre enfermedades. Estos conocimientos son
posteriores a la génesis de la homeopatía en el siglo XIX, por eso no
los reconoce, porque es un sistema mágico que no ha evolucionado nada
en sus dos siglos de historia.
9.- Se trata de una medicina
facilita, para la que no hace falta mucho conocimiento. Cualquier persona
sin ningún tipo de conocimiento médico puede ser homeópata ya que el
diagnóstico se basa simplemente en una serie de preguntas y en utilizar
una lista de posibles tratamientos que llaman repertorio. ¿Que lo que
tienes es rojo y duele? pues te toca belladona, da igual que sea una faringitis
aguda o un bebe al que le están saliendo los dientes. Eso sí, muy importante
que el paciente se sienta escuchado durante una hora, atendido y querido.
En el fondo es lo único importante en la homeopatía.
10.- Es incongruente con
sus principios teóricos. Actualmente, la homeopatía mezcla conceptos
totalmente diferentes, como la ley de infinitesimales y el principio de
similitud (planteamiento original) que se conjugan con energías vitales,
herboristería e incluso compuestos farmacológicos tradicionales. Muchos
de estos métodos son incompatibles con la teoría original homeopática.
EL FRAUDE DE LA
HOMEOPATIA
Documental de Nature, en el que se entrevista a diferentes personas
del mundo científico y no científico, críticos y no, de la homeopatía.
Podremos ver varios experimentos siguiendo el metodo científico, con el
mayor rigor posible, con el objetivo de demostrar que la homeopatía es
un fraude. (Documental dividido en 5 partes de 10 minutos cada una)
Juan Esteva de Sagrera - Catedrático de la Facultad de Farmacia
de la Universidad de Barcelona.
La homeopatía es una reliquia farmacoterapéutica, el último residuo,
y el único que sigue vigente, de la terapéutica anterior a la revolución
farmacológica realizada por Claude Bernard y Paul Ehrlich, entre otros
autores del siglo XIX.
La homeopatía se basa en teorías no demostradas e incluso indemostrables,
formuladas por Samuel Hahnemann, un reformador de la medicina del siglo
XVIII que formuló unos principios básicos o leyes homeopáticas que regulan
la cura por similares mediante grandes diluciones y la potenciación de
las diluciones homeopáticas. El resultado es la utilización de soluciones
acuosas en las que no hay moléculas, por haberse superado el número de
Avogadro, diluciones que los homeópatas suponen más potentes cuanto más
diluidas.
Los homeópatas, que llaman alópatas a los médicos oficiales por
considerar que éstos curan por contrarios, han superado fases de estancamiento
y decadencia y han obtenido reconocimiento legal. Para la legislación
farmacéutica española los medicamentos homeopáticos son medicamentos,
regulados por la Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos y
Productos Sanitarios. Miles de enfermos acuden a los médicos homeópatas
y dicen aliviarse con la medicación que reciben; muchos médicos y farmacéuticos
contemplan la homeopatía con creciente tolerancia y la consideran un sistema
complementario y en todo caso inocuo. Las voces que se alzan contra la
homeopatía, acusándola de ser un engaño, corren el riesgo de ser consideradas
excesivamente rígidas e intolerantes. Por otra parte, chocan contra la
realidad de que parte del estamento médico sigue dispuesto a practicar
la homeopatía por muchas críticas que reciba, afirmando que a pesar de
todas las descalificaciones sus pacientes mejoran y que con eso les basta.
Los homeópatas consideran irrelevante que, al margen de esas consultas
concretas, los medicamentos homeopáticos no consigan demostrar su eficacia
y argumentan que, si los medicamentos homeopáticos fueran eficaces en
los ensayos clínicos y tuvieran los mecanismos de acción y los efectos
adversos del resto de los medicamentos, entonces ya no serían medicamentos
homeopáticos sino alopáticos. Esta forma de argumentar irrita a quienes
consideran a la homeopatía una teoría ajena al pensamiento científico,
que debería ser erradicada, pero lo cierto es que la homeopatía es una
veterana de la resistencia, que siempre se ha mostrado capaz de soportar
las críticas que se le dirigen: que sus leyes no son tales; que sus medicamentos
son agua, no contienen moléculas y carecen de eficacia.
Las administraciones sanitarias han llegado a la conclusión de que
los medicamentos homeopáticos, ya que son prescritos por médicos en ejercicio
clínico, precisan ser legalizados y han creado para ellos un marco legal
singular y específico, de modo que deben probar su seguridad y calidad,
pero no precisan demostrar su eficacia si se acogen a un registro simplificado
que permite su puesta en el mercado sin indicación terapéutica aprobada.
De todas las terapias que sus detractores consideran seudomedicinas, la
homeopatía es la única que tiene tras de sí, avalándola, a miles de
médicos en el ejercicio diario de su profesión. Algunos países europeos
incluyen los medicamentos homeopáticos en sus sistemas de Seguridad Social.
En España están excluidos de la financiación pública y debido a su
extraordinaria dilución no están incluidos en los grupos terapéuticos
que precisan receta médica.
Para los homeópatas, más pronto que tarde la medicina oficial deberá
tirar la toalla, ya que está intoxicando a los pacientes con una medicación
errónea. Según sus adversarios, aunque la homeopatía sea aparentemente
inocua, es perjudicial, pues trata con placebos a enfermos que precisarían
recibir una medicación segura y eficaz. Para el historiador constituye
una rareza: es la única superviviente de la terapéutica simbólica y
de la medicina filosófica del pasado y lo más sorprendente no es esto,
que ya es mucho, sino que goce de una mala salud de hierro que parece garantizarle
muchos años de existencia repitiendo, impávida, los principios del vitalismo,
doctrina vigente en el siglo XVIII, pero que ha desaparecido por completo
de la ciencia de nuestro tiempo.
El historiador de la farmacología del pasado se encuentra ante múltiples
teorías no contrastadas, especulaciones que no superan el método experimental.
Lo curioso de la homeopatía es que, siendo como es una teoría ajena a
todos los avances de la biología molecular, de la bioquímica y de la
farmacocinética, sigue siendo aplicada por médicos en ejercicio. Su destino
lógico serían los libros de historia del medicamento, pero sigue ahí,
en el consultorio de los homeópatas y en los estantes de las farmacias.
Como profesor de historia, al explicar sus fundamentos no puedo dejar de
sentir sorpresa al explicar a los alumnos la teoría homeopática para
añadir a continuación que muchos médicos siguen practicándola. Y debo
añadir que la mayoría de los estudiantes comparten mi sorpresa.
La única medicina es la que cura
JOSÉ RAMÓN AZANZA / Dtor. de Farmacología Clínica de / la Clínica
Universidad de Navarra - ABC. Día 15/12/2013
Imagínese
que vierten un dedal de su perfume favorito en un garrafón con 20 litros
de agua. Suponga que se recoge otro pequeño dedal del contenido del garrafón,
que es vertido en la bañera de su casa llena de agua. Piense que recoge
de nuevo un pequeño dedal y que vuelve a echarlo en otra bañera llena
con agua limpia. Suponga que repite este proceso entre 10 y 100 veces.
¿Cree que la muestra de líquido que quede les servirá para perfumarse?
Pues bien, este es el proceso mediante el que se fabrican los llanados
productos (¿medicamentos?) homeopáticos, diluyendo casi hasta el infinito
sustancias químicas, cuya eficacia ya es incierta cuando se utilizan sin
diluir.
Soy consciente de existen voces individuales que señalan la utilidad
de la homeopatía, pero también soy consciente del efecto placebo (eficacia
de productos inertes para la resolución de algunos síntomas), algo perfectamente
conocido y utilizado por la medicina convencional, es decir, por la única
medicina real que existe, la que cura un cáncer, la que transplanta un
corazón, la que detiene la evolución de una artritir reumatoide o resuelve
una neumonía.
¿Creen ustedes que los médicos que nos pasamos la vida estudiando,
íbamos
a privar a nuestros pacientes de cualquier opción terapéutica que haya
mostrado su eficacia para curar o aliviar una enfermedad, llámese como
se llame? Y entonces, ¿por qué la gran mauoría no utilizamos estos
productos? ¿Será sólo por ignorancia? ¿O será precisamente por lo
conrario?-
Las bases físicas de la homeopática: el artículo de Louis Rey
Por Arturo Quirantes. 5 de diciembre, 2013
Como físico, creía tener bien claras las bases científicas de la
homepatía. Dichas bases se resumen en una palabra: nada. La teoría es
inexistente, los datos experimentales no apoyan ningún efecto más allá
del placebo, y los artículos favorables se publican en revistas de escasa
fiabilidad. Imaginen mi sorpresa cuando me leo un reciente comunicado de
Boiron sobre
los mecanismos
de acción de la homeopatía, en el que afirman tajantemente que la
Física puede explicar la validez de la dilución casi infinita de los
productos homeopáticos, y por tanto su eficacia:
"La investigación física estudia la
organización
estructural y las propiedades físico-químicas de las altas
diluciones. Trabajos efectuados en termoluminiscencia demuestran una modificación
de la estructura física de las diluciones de cloruro de litio y de cloruro
de sodio en relación a las de su solvente. Así las propiedades de los
medicamentos homeopáticos serían fruto de su estructura y no de su composición
química."?
Lo que más me llamó la atención fue la referencia bibliográfica. Los
pro-homeópatas suelen publicar en revistas pro-homeopáticas, donde cuentan
con las simpatías del editor y no son tan picajosos con molestos detalles
como seguir
el método científico. En este caso la situación es muy distinta
puesto que estamos hablando de Physica A, una publicación indexada,
con un índice de impacto que la sitúa en la posición 28 de 83 dentro
de su grupo (Physics, Multidisciplinary), revisión de pares, etc.
¿Significa eso que por fin hay un artículo científico serio, revisado
por pares y publicado en una revista seria y de calidad, que apoya un posible
mecanismo de actuación de la homeopatía?
En apariencia, hay mucha gente que lo piensa así. He recorrido un buen
puñado de blogs en los que el autor critica a la homepatía por carecer
de bases científicas, y de modo casi invariable aparece alguien blandiendo
el artículo de Physica A.
Esto es algo muy serio. Ya no estaríamos hablando de un estudio clínico
sin doble ciego, de efectos placebo o de discusiones "a mí me funciona."?
Quizá los homeópatas nos han dado el argumento definitivo, y los escépticos
como usted y yo debamos inclinar la cabeza y aceptar el hecho. Humildad
ante todo.
No le veo inclinando la cabeza y pidiendo disculpas, querido lector.
Hace bien. Si algo me han enseñado años de práctica leyendo (y escribiendo)
artículos científicos es que no todo es lo que parece (¿recuerdan el
caso del Informe
Suizo?). Vista la importancia potencial del artículo de Louis Rey,
y siguiendo la máxima de Sagan "afirmaciones extraordinarias requieren
pruebas extraordinarias,"? me puse las gafas críticas y examiné cuidadosamente
el artículo de Rey en busca de explicaciones alternativas, posibles defectos
experimentales, fallos en la teoría; en suma, cualquier cosa que pudiera
deslucir las conclusiones.
Comencemos, si le parece, por el principio. En 2003, Louis Rey publicó
un artículo titulado "Thermoluminiscence
of ultra-high dilutions of lithium chloride and sodium chloride"?
(Physica A, Vol 323, pp. 67-74, 2003) en el que estudiaba diversas muestras
mediante una técnica llamada termoluminiscencia. Esencialmente,
se toma una muestra a muy baja temperatura y se la somete a una emisión
de energía (rayos X o gamma). Conforme la muestra se calienta, la energía
absorbida es liberada de nuevo en forma de luz, y la señal obtenida nos
da información sobre la estructura de la muestra.
Rey usó esta técnica para examinar los llamados "puentes de hidrógeno,"?
un tipo de enlaces entre moléculas de agua. Utiliza para ello dos tipos
de agua: el agua tradicional (H2O) y el agua pesada (D2O), donde el átomo
de hidrógeno ha sido sustituido por uno de deuterio. Tras someterlas a
termoluminiscencia, las muestras se van calentando lentamente. Aparecen
un pico de irradiación cuando la temperatura alcanza los 120 kelvins (K)
y otro a los 160-170K, los llamados "Pico 1" (Peak 1) y "Pico 2"
(Peak 2). El autor asocia este último pico a la existencia de los
puentes de hidrógeno.
A continuación, Rey utiliza muestras de H2O y D2O que contienen cloruro
de litio y cloruro de sodio en concentraciones variables, hasta llegar
a una dilución tal que no debería quedar ni un ión en la muestra (Rey
habla de 10-30 g/cm3). En ese grado de dilución,
las tres muestras (D2O, D2O+cloruro de litio, D2O+cloruro de sodio) deberían
ser D2O puro, y en consecuencia deberían mostrar las mismas señales de
termoluminiscencia. Pero no lo hacen. Eso quiere decir que la adición
de esas sustancias ha alterado la estructura del disolvente, y que incluso
tras haberlas retirado de la disolución (por medio de una dilución extrema),
sus efectos permanecen en el agua pesada pura. En cierto modo, las sustancias
han dejado una especie de impronta en el patrón de puentes de hidrógeno,
impronta que permanece.
Y eso es precisamente lo que afirma la homeopatía: que no se trata
de la cantidad de moléculas diluidas, sino de su efecto en el disolvente.
De ser cierto lo que ha publicado Rey, eso significaría que las refutaciones
basadas en el número de Avogadro y lo absurdo de las diluciones casi
infinitas no serían prueba científica de la inexistencia de efectos homeopáticos.
Punto a favor de la homeopatía.
A no ser, claro, que el artículo tenga sorpresas escondidas. Que las
tiene. Una lectura crítica me ha mostrado un número de irregularidades
que, en su conjunto, reducen la validez del artículo de Rey a la nada.
Estos son los mandamientos que el artículo de Louis Rey incumplió.
No mencionarás una teoría sin justificar por qué sirve
La tesis inicial de Rey pasa por la suposición de que las señales
de termoluminiscencia de las muestras de agua se deben a la existencia
de puentes de hidrógeno entre las moléculas de agua. Puesto que las muestras
se congelan por debajo de la temperatura del nitrógeno liquido (casi -200ºC),
se me hace muy cuesta arriba aceptar que la estructura de puentes de hidrógeno
del agua líquida se conserva a esas temperaturas. Rey no hace el menor
esfuerzo para justificar por qué sí se conserva. No solamente eso, sino
que no justifica en absoluto la hipótesis de que los puentes de hidrógeno
sean la única causa, o la causa principal de las señales. ¿No
hay nada más que pueda producirlas?
Resulta que lo hay. El hielo tiene estructura cristalina, y dicha estructura
puede contener imperfecciones: defectos de red, microburbujas. El propio
Rey menciona en su artículo que "en ese mecanismo [la termoluminiscencia],
las imperfecciones en la red juega un papel importante y se consideran
el lugar donde aparecen los centros luminiscentes"? Sin embargo, se
centra en el pretendido papel de esos puentes de hidrógeno y se olvida
de explicaciones alternativas. Todo lo explica mediante los puentes de
hidrógeno.
Pero resulta que la estructura cristalina del hielo depende de la presión
y de la temperatura, y los expertos distinguen diversos tipos. Resulta
que, a la presión atmosférica, la temperatura a la que aparece el segundo
pico de termoluminiscencia de Rey (-100ºC) es precisamente la temperatura
a la que el llamado hielo Ic efectúa un cambio de fase y se convierte
en hielo Ih (pueden verlo en la gráfica de este estupendo
artículo en Naukas). Es decir, cambia de estructura. ¡No es de extrañar
que aparezca un pico de señal tan claro!
No incluirás charlas de pasillo como referencias bibliográficas
Para el señor Rey, el "pico 2" es una señal que se debe a los puentes
de hidrógeno, y sólo a los puentes de hidrógeno. La justificación viene
dada en una de las seis referencias del artículo de Physica A.
Debe ser algo importante. ¿Cuál es la fuente de esta hipótesis? ¿Algún
artículo, conferencia, libro? No. La referencia 6 dice sencillamente:
"J. Teixeira. Personal communication, 1998."?
La expresión "personal communication"? es una fórmula elegante de
decir "me lo dijo ese señor de allí."? En el mundo científico se prefieren
referencias bibliográficas más serias, que cualquiera pueda consultar.
"Personal communication"? es algo menos sólido, pero se acepta en algunas
circunstancias. Puede referirse a un trabajo de otro científico que aún
está en desarrollo, algo que otro grupo esté considerando publicar o
mostrar, trabajos cuyo éxito no esté todavía claro, una idea que un
compañero me ha comentado en el último congreso científico y puede ser
interesante; en definitiva, es una alusión a algo provisional. No es una
fórmula que se utilice mucho, ya que los científicos prefieren poder
consultar las referencias personalmente, y son reacios a aceptar los "me
lo dijo ese señor"? si hay otras opciones mejores.
Yo he visto pocos ejemplos de ello. Lo que nunca he visto es una "personal
communication"? efectuada cinco años antes de la publicación del propio
artículo. Si algún colega me hace alguna comunicación personal y no
se molesta en publicarla en cinco años, suele haber motivos para dudar
de ella.
Déjeme que se lo repita bien clarito para que no se le pase por alto:
la tesis central del artículo de Rey (que los puentes de hidrógeno imprimen
su impronta incluso en dilución casi infinita, y que eso se puede medir
experimentalmente) está justificada en base a una conversación que
tuvo con otra persona cinco años antes.
Esa persona, por cierto, es José Teixeira, del Laboratorio Leon Brillouin
del CNRS francés. He encontrado un artículo suyo de 2007 ("Can water
possibly have a memory? A sceptical view"? Homeopathy vol. 96, pp.
158-162, 2007), en el que se muestra bastante escéptico acerca de la posibilidad
de que el agua pueda retener una memoria de cualquier tipo: "Este
artículo resalta el hecho de que tal idea no es compatible con nuestro
conocimiento del agua pura."? Con relación a la supuesta pureza del
agua, Teixeira se muestra cauto y avisa: "es sorprendente que en publicaciones
relativas a soluciones en dilución alta, se asuma "˜pureza"™ química
basándose en el propio procedimiento de dilución. De hecho, la mayoría
de los estudios están lejos del "˜agua pura."
Un consejo que a Rey le hubiera venido de perlas en 2003.
No convertirás un barrunto en una teoría
[ADVERTENCIA: Este punto fue omitido de la versión original por un
fallo mío. Lo presento ahora, tal cual debía haber sido publicado. Sí
aparece en la copia de este mismo artículo
en
mi blog]
La explicación del Pico 2 en base a los puentes de hidrógeno es algo
que Rey comienza suponiendo "como una primera hipótesis"? tras
esa "personal communication"? con Teixeira. Deseoso de ampliar información,
conseguí contactar con el señor Teixeira, y lo que me ha revelado resulta
muy interesante.
Me comenta que la idea de relacionar el Pico 2 con los puentes de hidrógeno
vino en base a una analogía con el espectro de vibración que él había
encontrado en mediciones de agua ultrafría mediante dispersión de neutrones.
La idea es que la molécula de agua vibra de modo distinto según el número
de enlaces que forme con moléculas cercanas.
¿Y cómo sabe Teixeira que esa sugerencia, válida para el agua bajo
bombardeo de neutrones, sería aplicable al hielo a -200ºC sometido a
rayos X o gamma? En realidad no lo sabe, y no lo tiene claro en absoluto:
"Soy consciente de que hay un fuerte salto desde un modelo vibracional,
usado en el estado líquido, a [su uso en] electrones excitados en el hielo"¦
sería feliz si hubiese una buena interpretación."? De hecho, es el
primer sorprendido por el hecho de que el D2O proporcione una seña muy
diferente a la del H2O: "muy misterioso,"? afirma.
Como ven, la "personal communication"? fue tan sólo una posible interpretación
basada en una analogía sugerida por un científico de otro campo distinto,
y basada en que lo que sucede en el agua pudiera suceder también en el
hielo. Un científico responsable hubiera tomado esa hipótesis con pinzas
en lugar de asumirla como hecho probado. Rey no era, en este sentido, un
científico responsable.
No marearás al público con gráficas inadecuadas
El agua pesada es rara, cara, y ciertamente no se utiliza en homeopatía.
Se supone que el motivo que tuvo Rey para usarla es que el D2O presenta
señales más claras e intensas. Veamos otra vez la gráfica:
Vean cómo hay dos escalas verticales. La de la izquierda (que va de cero
a 200) corresponde al deuterio D2O; la de la derecha (que va de cero a
4) es la del agua tradicional H2O. Ambas gráficas se han combinado en
una imagen con el fin de a) ahorrar espacio y b) mostrar que en ambas muestras
hay picos significativos. A partir de ahora, el autor solamente hablará
de D2O, olvidando que el H2O tradicional siquiera existe.
Para intentar justificar que el "Peak 2" es el correspondiente a los
puentes de hidrógeno, el autor incluye una gráfica similar para una sustancia
llamada formamida. Según el autor, "se sabe que presenta fuertes enlaces
de hidrógeno,"? pero no dice en qué grado son más fuertes ni nos
da referencia bibliográfica alguna, solamente una gráfica.
El problema es que esta gráfica no apoya la tesis de los puentes de
hidrógeno. En realidad, no nos dice nada. El motivo es la escala en el
eje vertical. No sabemos si la "luz emitida"? por la formamida y por el
agua tienen la misma escala de intensidad final, ni en qué unidades o
condiciones se han medido. De hecho, ni siquiera sabemos la concentración
de la formamida. No tenemos forma de comparar ambas gráficas salvo cualitativamente.
No jugarás con los botones de intensidad
Sigamos con los factores de escala. La gráfica relativa al agua (ligera
y pesada) está hecha bajo una irradiación de 10 kGr (kilograys), y la
de la formamida está a 30 kGr. Como nos recuerda el propio autor (nos
incluye una gráfica), la señal medida depende de la irradiación inicial.
Y lo hace de manera complicada y no lineal; es decir, duplicar la dosis
de rayos gamma no necesariamente duplica la señal obtenida. El autor bien
que se aprovecha de ello: pasar de 10 a 30 kGr aumenta la altura del Pico
2 de ambas agua (ligera y pesada), ¡pero reduce la altura del Pico 1!
Fíjense en la sutileza. Al comienzo, quiere vendernos la hipótesis
de que el pico 2 está relacionado con los puentes de hidrógeno, así
que escoge un nivel de irradiación en el que ese pico 2 da una señal
elevada y clara. Luego dice que añadir cloruro de litio disminuye ese
pico. Ahora lo mejor es escoger una intensidad tal que el pico 2 ya sea
débil de por sí. Y por eso nos vamos a 32 kGr, donde las tornas se cambian
y el pico 2 aparece más débil que el 1. Luego añade un poco de cloruro
de litio, y el pico 2 desaparece. ¿Explicación? El cloruro de litio "se
sabe que suprime los puentes de hidrógeno."? Nuevamente se le olvida
dar datos numéricos, referencias bibliográficas ni nada que no sea creer
en su palabra. Y ya que hablamos de palabra, ni una sola sobre por qué
ha escogido esas irradiaciones.
La dilución escogida hasta este punto ha sido pequeña, pero ahora
el autor se va a poner serio. Toma diluciones 15CH, que en teoría no deberían
contener ni un sólo ión de sal. La cantidad de luz emitida parece depender
de lo que hayamos diluido antes: la muestra que tenía cloruro de litio
muestra casi cuatro veces menos señal que la muestra de agua pesada pura.
Pero ahora cambia tanto la intensidad inicial (tan sólo 0,4 kGy) como
el tipo de irradiación, pasando de los rayos X a los gamma. Bonita manera
de impedir la comparación entre gráficas. Y nuevamente nos quedamos sin
saber si las diferencias se deben al efecto homeopático de las sales,
o sencillamente a la aparición de otros efectos (defectos en el hielo,
por ejemplo).
El autor incluso afirma que la caída en la señal es mayor en el caso
del cloruro de litio respecto al caso del cloruro de sodio, y que el motivo
es que el cloruro de litio suprime mejor los puentes de hidrógeno. ¿Por
qué? "Por el mayor tamaño del ión de litio,"? afirma. A ver que
yo recuerde: hidrógeno, litio, sodio, potasio"¦ Si no me engaña la memoria,
el sodio está debajo del litio en la tabla periódica. Eso significa que
tiene mayor masa y número atómicos"¦ y en consecuencia
mayor
tamaño. Fail.
Estoy asombrado, pero no demasiado. Estoy seguro de que si el cloruro
de sodio hubiera bajado más la señal que el cloruro de litio, el autor
habría encontrado alguna otra explicación.
No tomarás el nombre de Nature en vano
En 1998, Rey llegó a publicar en la mismísima revista
Nature.
Para los no entendidos, Nature es como el
New York Times
de la ciencia. Si algo sale allí, automáticamente se le presupone un
aura de seriedad y rigor; así que si Rey tiene allí un artículo, debe
ser algo serio ¿verdad? ¡Error! Presumir de que has salido en el New
York Times mola, pero eso depende mucho de si apareces en la portada,
en las necrológicas, en los sucesos o en un anuncio de fertilizantes.
Lo que publicó Rey en Nature fue una columna en la sección
"products of science."? Rey se limitó a describir una aplicación
de la termoluminiscencia para analizar la estructura de líquidos. Imagino
que si los de Nature hubieran sabido que estaban dando pábulo a
la homeopatía se lo habrían pensado dos veces. Rey fue cauteloso y se
limitó a sugerir posibles aplicaciones que pueden "ayudar a discriminar
las soluciones de partida y, tal vez, ayudar a entender sus estructuras
particulares."?
La columna incluyó dos figuras. Examínelas cuidadosamente y juguemos
a las siete diferencias:
¿Han visto las diferencias? Yo tampoco. ¡Son la misma figura!
No seas tan parco, o tan parcial, describiendo tus materiales
Es habitual mencionar al suministrador del material de laboratorio.
De ese modo se proporciona al lector la máxima información de lo que
se ha hecho o cómo. Mencionar a un fabricante, un suministrador o un modelo
de aparato particular en ningún modo se considera como una adhesión o
un reconocimiento de sus cualidades. En ese sentido, destaca la descripción
del instrumental de termoluminiscencia empleado por Rey: cero. Nada.
Ni una palabra. Ni siquiera nos indica dónde se efectuaron las mediciones,
ya que el artículo no muestra filiación profesional alguna, tan sólo
una dirección de Lausana, Suiza.
Esto en sí es una carencia, pero no invalida el artículo. Lo comento
porque me resulta curioso el contraste con la preocupación del autor por
recordarnos quién le trajo las muestras: "nosotros preparamos, por
cortesía de BOIRON LABORATORIES, diluciones ultra-altas"¦"? Por la
descripción, parece que Boiron les proporcionó las sales y el autor las
diluyó él mismo. Pero ¿realmente es Boiron el único suministrador de
cloruro de sodio y litio que podían haber encontrado? Llámenme picajoso
si quieren, pero me recuerda a esos "anuncios"? de programas de televisión
del tipo "Este jueves a las 24:00 horas, en Milímetros Cúbicos, estaremos
en el campeonato de Montecarlo; hablaremos con Pepe Corredor; y evaluaremos
el nuevo Ford Pocus, un coche asombroso y perfectamente bien equipado que
combina maniobrabilidad y altas prestaciones para conseguir una experiencia
de conducción única al conductor, todo por un precio razonable, con un
bajo consumo y nivel de emisiones que roza lo increíble, y no se nota
que nos han pagado por decir esto, ahí va, se me ha escapado, borra esto
luego, Paco"?
No dirás que tus resultados son reproducibles si no lo son
En un párrafo del artículo, Rey proclama entusiasmado que ciertos
resultados resultaron ser "reproducibles en el curso de muchos experimentos
diferentes idénticos."? Creo que con ese "diferentes idénticos"?
se refiere a medir múltiples veces las muestras en idénticas condiciones.
Ahora bien, ¿se midieron siempre las mismas muestras, o se usaron muestras
diferentes? ¿Cómo se promediaron las medidas? El autor no lo dice, ni
indica cuántas veces se realizaron esas mediciones. Si estamos ante la
misma muestra medida una y otra vez, su entusiasmo parece el de un niño
que mide diez veces una mesa y siempre obtiene el mismo resultado.
En un intento por buscar reproducibilidad, el autor incluye datos de
"un segundo conjunto de experimentos,"? hechos al parecer en otro
lugar por no se sabe quién (no queda claro si es el propio autor o no).
En ese segundo conjunto se muestran los dos picos (para diferentes temperaturas),
y ahora el pico 1 del deuterio es mucho más pequeño que el pico 2, a
pesar de que para la irradiación usada (19 kGr) deberían ser prácticamente
iguales. La señal del agua pesada con cloruro de litio es algo menor que
la del agua pesada pura, cuando antes era de poco más que la mitad. El
pico 1 ahora aparece en una gráfica, desaparece en otra. En suma, ni es
reproducible ni el autor da facilidades para hacer comparaciones.
No usarás el método o sustancia que te proporcione mejores resultados
Los experimentadores tienden a escoger sustancias que proporcionen un
efecto máximo, y de esa forma el artículo queda más exitoso. Vale, eso
lo hemos hecho todos. Pero lo que no está bien es basar toda una teoría
en un solo dato.
Rey tomó muestras de agua y agua pesada. Casi de inmediato, se olvidó
del agua ligera. Se quedó con el agua pesada por una sencilla razón:
da una señal mucho mayor que el agua ligera. Prácticamente no hizo ningún
intento por ver qué pasa con el agua ligera, a pesar de que los productos
homeopáticos nunca usan agua pesada.
Es evidente que Rey quiere demostrar su tesis, y si lo que quiere es
demostrar que puede haber un efecto tipo homeopático en la dilución extrema,
pues vale; que sirva para dar carta de naturaleza científica a la homeopatía
es otra cosa muy distinta. El autor diseñó sus experimentos, escogió
las muestras y ajustó las irradiaciones con el objetivo específico de
llegar a una conclusión preconcebida, dejando de lado todo lo que pudiera
refutarla o anularla: ni pruebas sistemáticas a varias irradiaciones,
ni el uso de otras sustancias diferentes, ni pruebas ciegas donde haya
que "predecir"? qué tipo de sales se disolvieron, ni acceso a literatura
científica, ni estudio de errores, ni teorías alternativas, ni comprobación
de otras posibles explicaciones. Se limitó a buscar lo que quería encontrar.
Como contraste, el artículo "Thermoluminiscence
in Ultra-High Dilution Research,"? publicado en 2006 por un grupo
de investigadores holandeses en el Journal of Alternative and Complementary
Medicine, parece un dechado de seriedad científica. Como mínimo,
son lo bastante honrados como para describir someramente el problema de
tomar diferentes valores de irradiación, pasar directamente de molestarse
con el agua ligera, hacer un intento de experimento ciego, describir el
instrumental científico; en definitiva, todo un mundo de diferencia.
Tampoco crean que este artículo demuestra la validez de la dilución
extrema. Los diferentes experimentos muestra fuertes diferencias entre
una medición experimental y otra, incluso utilizando las mismas muestras,
y sus resultados muestran que las diferencias apreciadas por Rey entre
D2O pura y D2O con dilución extrema de cloruro de litio "no son estadísticamente
significativas."? Sí encontraron diferencias apreciables en los resultados
de diversas muestras almacenadas durante intervalos de tiempo diferente
y enfriados a velocidades distintas, lo que les hace concluir que quizá
la energía irradiada a una muestra dada se vaya disipando con el tiempo
en un entorno de bajas temperaturas; o quizá la sucusión (agitación
violenta) de la muestra estabiliza la estructura física del agua pesada.
Quizá haya una relación con el contenido de oxígeno. En cuanto
a la naturaleza del fenónemo, dicen que "permanece inexplicado."?
Una conclusión, cuando menos, honrada. Eso hay que reconocerlo.
Si no sabes, no te metas
Parece que el propio Rey vio por quién doblaban las campanas y aceptó
el tirón de orejas de sus críticos. En un artículo suyo de 2007 en la
revista
Homeopathy ("Can
low-temperature thermoluminiscence cast light on the nature of ultra-high
dilutions?") reconoció que "las intensidades relativas y formas
[de los dos picos de señal] varían con la dosis de radiación y también
con la naturaleza del haz radiante"? (traducción: se acabó jugar
con el truco de cambiar la irradiación a conveniencia, que ya se han dado
cuenta).
Algunos vicios tardan en morir. Para justificar el uso de cloruro de
litio en lugar de cloruro de sodio, afirma que "se sabe que tiene un
impacto en los enlaces de hidrógeno y los suprime."? ¿Referencia?
"Ourisson G, personal communication, 2000."? Luego, empeñado en
demostrar que el Pico 2 se debe a los puentes de hidrógeno, afirma con
rotundidad que "esos resultados han sido recientemente confirmados por
otro grupo de investigación."? ¿Referencia? El artículo sobre los
holandeses del año anterior. ¿Qué dicen en ese artículo? Pues esto:
"se ha sugerido que el Pico 2 podría estar conectado con la red de
puentes de hidrógenos del hielo."? ¿Referencia? El artículo de Rey
de
Physica A. Básicamente ¡se está autocitando a través de un
tercero! Y para rematar la faena, afirma haber encontrado resultados "particularmente
interesantes"? en otras diluciones. ¿Referencia? "Rey L, Muchitsch
I. Resultados recientes no publicados, 2007"? Ahora está citando los
datos que tiene en un cajón de su despacho. Sólo le faltó citar a Hahnemann
hablándole en sueños.
A la vista de los resultados obtenidos, Rey sugiere ahora que las nanoburbujas
que aparecen durante el proceso de sucusión (de agitación, para entendernos)
permiten "transferir"? las propiedades homeopáticas ("el mensaje"? lo
llama él) a diluciones más altas. Para intentar demostrarlo, realizó
las sucusiones en atmósferas estándar, de oxígeno, y en el vacío. Resulta
que el Pico 2 se redujo cuando se encontraban en condiciones de vacío.
Esto indica, en su opinión, que "este método podría abrir nuevas
perspectivas en nuestra comprensión del proceso de preparación homeopático."?
Por mi parte, creo más probable que la mera existencia de las nanoburbujas
pueden influir en el proceso de congelación de la muestra, creando burbujas
en el hielo y defectos que producen fuertes señales en los análisis de
termoluminiscencia. Que también aparezcan señales en el vació no es
de extrañar, ya que el agua es un magnífico disolvente y antes incluso
de la sucusión llevará disueltas diversas sustancias, incluido aire.
Es una explicación más sencilla que no contradice nuestros conocimientos
existentes de ciencia. Y el señor Rey ni la menciona.
Todos estos mandamientos, y otros más, se resumen en dos: no
pasarás por encima del criterio de la comunidad científica; y si intentas
hacerlo, sobre tu cabeza caiga
En estos momentos, el Ministerio de Sanidad está preparando una vía
para legalizar
más de 19.000 productos homeopáticos (me niego a llamarlos medicamentos)
que, en virtud a una laguna legal, han estado en una especie de limbo desde
hace casi veinte años: ni han sido evaluados por la Agencia Española
del Medicamento ni ha pagado tasa alguna al Estado. Ahora, ese Estado le
está preparando una vía fácil para registrarlos con una gran ventaja
económica para los laboratorios homeopáticos. Poco importa la polémica
de 2011, cuando un Informe encargado por
el propio Gobierno no halló ventajas
clínicas para la homeopatía. Ahora vuelven a la carga con una
propuesta que le proporcionará una fuente de ingresos (muy inferior
a la que marca la actual normativa, pero menos da una piedra) y les dará
a las industrias homeopáticas credibilidad y un estatus similar al de
los productos farmacéuticos.
El artículo de Louis Rey en Physica A es, supuestamente, lo
mejor y más riguroso en el campo de las bases físicas de la homeopatía,
y se cita por todos lados como "prueba"? de que la homeopatía podría
tener base científica seria en sus fundamentos. A la vista de lo que os
he mostrado aquí, no es un artículo que demuestre nada. Las pruebas clínicas,
probadas hasta la saciedad, ya dieron su veredicto hace años. Eso deja
como único argumento el de autoridad, el "esto
se hace porque lo digo yo:"?
"Por encima de controversias y rechazo por parte del colectivo científico,
los medicamentos referidos tienen la condición de homeopáticos reconocida
en la legislación y es deseable acabar con la situación transitoria en
la que se encuentran."?
O dicho en román paladino: nos la pela que la homeopatía valga o no,
nosotros vamos a legislarla y vamos a sacarle pasta. Pues bien, señores,
el rechazo científico existe. Podrán pasar por encima de él, pero no
desaparecerá por ello. Y al contrario que otras creencias, lo bueno de
la ciencia es que funciona creas en ella o no. No os dejéis engañar.
Los médicos españoles se rebelan contra la homeopatía
La Organización Médica Colegial española ha aprobado una declaración
en respuesta al borrador de Sanidad para regular los medicamentos homeopáticos.
www.libertad.digital.com 2013-12-17
A principios de diciembre la Agencia Española del Medicamento y Productos
Sanitarios (AEMPS), dependiente del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales
e Igualdad, publicó el borrador de la orden por la que se determinan los
criterios mínimos y el procedimiento de uso de los medicamentos
homeopáticos.
La medida pretende regular estos medicamentos y garantizar al consumidor
su derecho de acceso a este mercado en óptimas condiciones de seguridad
y calidad. Sin embargo, desde entonces la polémica no ha hecho más que
avivarse entre el sector farmacéutico, el médico y la sociedad en general.
Como consecuencia, la asamblea general de la Organización Médica Colegial
(OMC), celebrada el sábado en Granada, ha aprobado una declaración sobre
las terapias no convencionales ante la publicación de dicho borrador.
En la comunicación, hecha pública este lunes, se expone que "el ejercicio
de la Medicina es un servicio basado en el conocimiento científico
aplicado,
en la destreza técnica y en actitudes y comportamientos éticos, cuyo
mantenimiento y actualización son un deber individual del médico y un
compromiso de todas las organizaciones y autoridades que intervienen en
la regulación de la profesión".
Tomando como base el Código de Deontología Médica (CDM), los expertos
han afirmado que "todos los médicos están obligados a emplear preferentemente
procedimientos y prescribir fármacos
cuya eficacia se haya demostrado
científicamente".
Así, "no son éticas las prácticas inspiradas en el charlatanismo,
las carentes de base científica y que prometen a los enfermos la curación,
los procedimientos ilusorios o insuficientemente probados que se proponen
como eficaces, la simulación de tratamientos médicos o intervenciones
quirúrgicas y el uso de productos de composición no conocida (art. 26.2
del Código Deontológico)".
Los profesionales médicos establecen que no forman parte del acto médico
aquellas acciones u omisiones que un ciudadano con la condición de licenciado
o especialista pueda realizar de acuerdo a sus convicciones, creencias,
tendencias, ideología o cualquier otra circunstancia.
De la misma forma, "cada una de las terapias no convencionales deberá
demostrar científicamente su eficacia, efectividad, eficiencia, calidad
y seguridad para que puedan ser avaladas por la comunidad médica".
Es más, no se puede supeditar el otorgamiento de una autorización
administrativa, para el ejercicio de las diversas terapias no convencionales,
a la posesión de una titulación académica especifica.
Además, tal y como apunta el artículo 16.1- 16.2 del Código Deontológico,
"en tanto las denominadas terapias no convencionales no hayan conseguido
dotarse de una base científica suficiente, los médicos que las aplican
están obligados a informar a los pacientes de forma clara e inteligible
tanto del posible beneficio/riesgo
que las mismas conllevan
como de las alternativas fundamentadas científicamente y de la eventualidad
de un mal resultado".
Por todo ello, la declaración concluye que "la responsabilidad de las
Administraciones debe estar fundamentada en la necesaria regulación de
estas terapias no convencionales, así como en las repercusiones sobre
el uso de estas prácticas, los riesgos derivados de su mala utilización,
la regulación de los centros donde debe aplicarse e identificar a quienes
lo hacen, como lo hacen y la veracidad de la publicidad al respecto".
Los médicos ingleses dicen que la homeopatía es brujería
La homeopatía es “brujería” y el Servicio Nacional de Salud (NHS)
no debería pagar por ella, ha declarado la British Medical Association
(BMA).
Cientos de miembros de la BMA han aprobado una declaración denunciando
la utilización de la medicina alternativa, argumentando que los contribuyentes
no tienen por qué pagar la factura de remedios que no tengan ninguna base
científica que los apoye.
La BMA había expresado su escepticismo sobre la homeopatía con anterioridad,
argumentando que el organismo regulador, el Instituto Nacional de Salud
y Excelencia Clínica debería examinar las pruebas y crear una norma sobre
la utilización de estos remedios en el NHS.
Ahora, la conferencia anual de médicos junior ha ido más allá, con
un apoyo abrumador a una moción que pide la prohibición global y la destitución
de todos los profesores de hospitales homeopáticos.
El Doctor Tom Dolphin, subsecretario del comité de médicos junior
de Inglaterria dijo en la conferencia: “la homeopatía es brujería.
Es una vergüenza que entre el Hospital Nacional de Neurología y el Great
Ormond Street haya un Hospital Nacional para la Homeopatía pagado por
el NHS”.
La medicina alternativa, que comenzó en el siglo XVII, está basada
en una teoría que dice que las sustancias que causan los síntomas en
una persona sana pueden, cuando están muy diluidos, curar los mismos problemas
en una persona sana.
Los defensores dicen que el remedio resultante contiene una “memoria”
del ingrediente original -un concepto desechado por los científicos.
Las últimas cifras muestran que 54.000 pacientes son tratados cada
año en cuatro hospitales homeopáticos del NHS en Londres, Glasgow, Bristo
y Liverpool, con un coste estimado de 4 millones de libras.
Un quinto hospital en Tunbridge Wells en Kent tuvo que cerrar el año
pasado cuando benefactores locales del NHS dejaron de pagar esos tratamientos.
Gordon Leathy, secretario del comité en Escocia dijo que era un error
que algunos de los doctores jóvenes pasasen parte de su entrenamiento
en rotaciones de hospitales homeopáticos, aprendiendo principios que no
deberían tener cabida en la ciencia.
Dijo en la conferencia en Londres del fin de semana pasado: “En un
momento en que la NHS está pasano apuros para conseguir dinero deberíamos
centrarnos en tratamientos que se hayan probado beneficiosos. Si la gente
quiere pagar por la homeopatía, esa es su elección, pero no debería
ser pagado por el NHS hasta que haya evidencia de que funciona”.
La moción fue apoyada por el secretario de la BMA, el Dr. Hamish Meldrum,
aunque sólo se convertrá en política oficial de toda la organización
si se acuerda así en una conferencia general el próximo mes.
En febrero, un informe realizado por varios parlamentarios concluyó
que la medicina alternativa no debería recibir fondos del Estao.
El Comité de Ciencia y Tecnología de la Cámara de los Comunes también
concluyó que los frascos de estos remedios no debería poder utilizar
frases como “utilizado para tratar” en su publicidad, ya que los consumidores
podrían pensar que hay pruebas clínicas de que funcionan.
Como prueba ante el comité, la Royal Pharmaceutical Society dijo que
no había razón por la que esos tratamientos, vendidos por una industria
de más de 40 millones de libras en UK, pudiera ser efectiva científicamente.
Los defensores de la homeopatía dicen que incluso si el efecto de los
remedios sea el de un simple placebo, son escogidos por miles de personas
y no conllevan ningún riesgo ni efecto secundario como muchos de los medicamentos
“mainstream”.
Un sondeo realizado en hospitales homeopáticos del NHS estima que el
70% de los pacientes sintieron algún tipo de mejora tras el tratamiento.
Crystal Sumner, jefa ejecutiva de la Asociación Británica de Homeopatía
(BHA), dijo que los intentos de que la NHS deje de financiar medicina alternativa
ignoran la opinión del público, especialmente la de pacientes con condiciones
crónicas.
Dijo: “La homeopatía ayuda a miles de personas que a las que los
cuidados convencionales no pueden ayudar. No queremos ser un sustituto
del cuidado “mainstream”, pero cuando la gente habla de cortar la financiación,
yo creo que deberían tener en cuenta la satisfacción de la gente y ver
que la homeopatía tiene lugar en la medicina”.
Dijo que la petición de los doctores de eliminar las rotaciones en
hospitales homeopáticos ignoraban las lecciones que la medicina alternativa
puede dar en temas como la forma de diagnosticar pacientes.
Las estimaciones sobre cuánto gasta el NHS en la homeopatía no están
claras. La BHA dice que el NHS gasta unos 4 millones de libras en servicios
homeopáticos, mientras que el Departamento de Salud dice que el gasto
es de 152.000 libras al año.
Hace dos semanas, una organización caritativa fundada por el Príncipe
de Gales para promover la medicina alternativa anunció que iba a cerrar,
días después de que un antiguo directivo fuese arrestado por sospechas
de fraude y lavado de dinero.
Muere un niño al que su madre trató con hierbas
homeopáticas
Publicado: 24 nov 2013 - RT
Una mujer canadiense de Calgary afronta cargos criminales por la
muerte de su hijo de siete años por supuesta negligencia, ya que en vez
de llevarlo al médico le suministró medicina homeopática.
Según
la Policía, Tamara Lovett, prefirió tratar la infección bacteriana de
su hijo con hierbas homeopáticas en lugar de llevarlo al médico, una
decisión que -sospecha- causó la muerte a Ryan, informa el diario 'Calgary
Herald'.
"Debe servir como advertencia para otros padres", asegura el policía
a cargo del caso, Mike Cavilla. "El mensaje es simple: si tu hijo está
enfermo, llévalo al médico", sentencia.
Además, la Policía asegura que no existen informes médicos
que demuestren que Ryan visitara alguna vez el médico para revisiones
o cualquier otra consulta. "No hay ningún registro médico en toda su
vida", asegura Cavilla.
Por su parte, la familia Lovett consideran que las alegaciones de negligencia
pueden ser erróneas. El abuelo del niño, Donn Lovett, asegura que la
imagen que los cuerpos de seguridad dan sobre su hija se basa únicamente
en su preferencia por los remedios anternativos.
La autopsia reveló que la infección había sido provocada por estreptococos
del tipo A. Tras consultar a varios expertos médicos, la policía detuvo
a la mujer el pasado viernes, acusada de negligencia por no suministrar
a su hijo los medios necesarios para salvarle la vida.
En Canadá está penado por ley que los padres nieguen a sus hijos
comida, alojamiento, cuidados y atención médica. "Si no le das atención
médica a tu hijo, serás culpable", subraya Cavilla, enfatizando que el
uso de la medicina no tradicional costó la vida a un niño con una infección
que podría haber sido tratada fácilmente con penicilina.
Cuando la medicina alternativa mata bebés
29 de diciembre -2010 Cuando la medicina alternativa mata bebés
Luis Alfonso Gámezpor Luis Alfonso Gámez
Un estudio hecho por tres médicos australianos demuestra que las mal
llamadas medicinas
alternativas son, en ocasiones, mortales para los niños cuando su
uso conlleva el abandono de los tratamientos convencionales. Al examinar
39 informes de efectos adversos de esas terapias en menores en Australia
en un periodo de 36 meses, Allisa Lim, del Hospital
Real Infantil de Melbourne, y sus colaboradores han descubierto cuatro
casos que acabaron con la muerte de los pacientes, y otros en los que los
niños sufrían estreñimiento, hemorragias, reacciones alérgicas, úlceras
en la boca, convulsiones, vómitos, retraso del crecimiento, infecciones
y desnutrición, según explican en un artículo
publicado recientemente en la revista Archives of Disease in Childhood.
Un bebé de ocho meses murió tras ingresar en un centro médico con
malnutrición y un choque séptico después de seguir un tratamiento naturista
con leche de arroz desde los tres meses para curar una congestión.
Otro, de diez meses, sufrió un choque séptico después de haber seguido
una terapia homeopática y una dieta restrictiva para tratarle de un eczema
crónico. Además, un niño epiléptico falleció tras sufrir numerosos
ataques y una parada cardiorrespiratoria después de haber sido tratado
con diferentes terapias alternativas en vez de con antiepilépticos, debido
al miedo de los padres a los efectos secundarios de los fármacos convencionales.
La cuarta víctima fue un pequeño al que se habían prescrito anticoagulantes
después de una embolia pulmonar, pero que, en vez de eso, siguió un tratamiento
alternativo y murió a causa de las complicaciones de un infarto pulmonar.
Estas cuatro pobres víctimas inocentes tuvieron una muerte muy natural
gracias a la ignorancia de sus padres y a la impunidad con que actúan
los charlatanes de la salud.
“La medicina complementaria y alternativa (CAM) se administra comúnmente
a niños. Los padres a menudo la usan con la idea de que es natural y,
por tanto, no dañina. Sin embargo, suele haber efectos adversos asociados
a la CAM”, advierten los autores del trabajo. El objetivo de su estudio,
explican, era recopilar datos acerca de esos efectos dañinos de las terapias
alternativas, para lo cual contaron con la colaboración de la Unidad
de Vigilancia Pediátrica Australiana (APSU). Esta organización recogió,
entre enero de 2001 y diciembre de 2003, informes mensuales de pediatras
sobre posibles casos en los que hubieran detectado efectos dañinos de
las medicinas alternativas. Al final, los casos registrados fueron 39 que
afectaban a menores de 16 años.
Veinticinco casos (64%) fueron catalogados como graves, con peligro
de muerte; en treinta (77%), los médicos achacaban los efectos adversos
al uso de terapias alternativas; y, en diecisiete (44%), incluidas las
cuatro muertes, los pediatras consideraban que el problema había sido
provocado por el abandono del tratamiento convencional. Lo más preocupante
es “la alta proporción de informes fatales o en los cuales la vida corre
peligro, particularmente entre las familias que usan las CAM y excluyen
la medicina convencional”. Según los autores, “los niños con más
riesgo [de sufrir los efectos adversos de estas pseudoterapias] son aquéllos
con dietas restrictivas y con enfermedades crónicas en las que las terapias
convencionales se abandonan en favor del tratamiento alternativo”. Además,
los investigadores alertan de que el número real de casos de efectos adversos
puede ser mucho mayor porque los padres pueden, en esas situaciones, recurrir
a otros médicos no pediatras e incluso seguir confiando en el terapeuta
alternativo.
La homeopatía no cura el dolor de cabeza
La Sociedad Española de Neurología ha revisado la eficacia de
los tratamientos no farmacológicos en el tratamiento de las cefaleas.
LD/ Agencias 2014-02-19
Herbología, homeopatía, terapias dietéticas, acupuntura, medicina
conductual, terapias de relajación… Con mucha frecuencia, los pacientes
que padecen migraña y otras cefaleas recurren a diversas terapias no farmacológicas.
Según un comunicado emitido por la Sociedad Española de Neurología
(SEN) tras una revisión de la evidencia científica existente, "el efecto
placebo del tratamiento preventivo de la migraña y otras cefaleas es muy
elevado, igual o superior al 30% durante un mínimo de tres meses, según
muestran los ensayos clínicos".
"Es decir, a corto plazo, muchas terapias puedan ser entendidas por
los pacientes como eficaces cuando intrínsecamente no lo son", explica
David Ezpeleta, coordinador del grupo de estudio de cefaleas de la SEN.
Por ello, los expertos han analizado los estudios sobre la eficacia
de diversos tratamientos no farmacológicos para determinar qué terapias
han demostrado ser superiores al placebo y suponen un beneficio real para
los pacientes.
La bibliografía sobre homeopatía es muy amplia y de momento no se
ha demostrado de forma consistente que su eficacia sea superior a la del
placebo.
"Los pretendidos efectos beneficiosos en algunos pacientes y los resultados
positivos obtenidos en algunos ensayos se pueden explicar por varias razones:
metodología empleada, efecto placebo, efecto terapéutico de las propias
consultas, otras medidas asociadas como la dieta, el ejercicio o las técnicas
de relajación, tratamientos convencionales simultáneos y la capacidad
de recuperación del organismo", detalla Francisco José Molina, vocal
del mismo grupo de la SEN.
"También nos preocupa el proceso de evaluación y regulación de los
productos homeopáticos recientemente abierto por la Administración y
su equiparación conceptual con los medicamentos al uso", afirma el experto.
En este sentido, "el grupo de estudio de cefaleas de la SEN apoya a
plataformas como #NoSinEvidencia, que solicita que no se apruebe ningún
tratamiento que no hayan demostrado –mediante ensayos clínicos reproducibles–
unas condiciones de eficacia y seguridad superiores al placebo", sostiene
Ezpeleta.
Los datos epidemiológicos indican que el 85-90% de la población ha
tenido algún episodio de cefalea en el último año. En el caso de la
migraña, su prevalencia en España alcanza el 12-13% de la población
general y el 17-18% de las mujeres.
Respecto a las terapias herbales, solo se dispone de estudios controlados
con dos principios activos de posible efecto preventivo en la migraña
episódica: la petasina (de la planta Petasites hybridus) y el partenólido
(de la plantaTanacetum parthenium). "En España, no se dispone de preparados
herbales fiables para el tratamiento de la migraña", apunta Molina.
En relación con las terapias dietéticas, "es un hecho sobradamente
conocido que, en algunos pacientes, determinados alimentos y condimentos
pueden desencadenar sus crisis de migraña; sin embargo, pensamos que la
relación entre migraña y alimentación está sobreestimada, pues los
estudios epidemiológicos nos hablan de que esto sucede de forma habitual
y consistente en torno al 10% de los pacientes", comenta Ezpeleta.
"Los neurólogos no aconsejamos dietas especiales ni restrictivas a
los pacientes con migraña ya que, a fecha de hoy, ninguna intolerancia
alimentaria ni su correlato dietético han demostrado con rigor su eficacia
ni en la migraña episódica ni en la migraña crónica", señala Molina.
"Es más, la supresión de ciertos alimentos puede ser peligrosa por
producir déficits de vitaminas y oligoelementos, siendo una práctica
altamente desaconsejable durante el embarazo", matiza Jesús Porta-Etessam,
miembro del grupo de la SEN. "Más que de alimentos concretos –determinadas
bebidas alcohólicas aparte–, los pacientes hablan de retraso u omisión
de comidas principales y otros tipos de ayuno, falta de hidratación y
comidas copiosas como posibles factores desencadenantes de sus crisis",
apostilla.
Acerca de los suplementos alimenticios eficaces en la prevención de
la migraña, se dispone de evidencias científicas para la vitamina B2
(riboflavina) y el magnesio.
"La vitamina B2 a dosis altas (400 mg/día) y el magnesio a dosis medias
(300 mg/día) pueden ser eficaces, pero al igual que en las terapias herbales,
solo hay datos favorables en la migraña episódica. Sin embargo, la eficacia
de estos tratamientos es limitada y menor que la de los fármacos antimigrañosos
habituales", añade Molina. "En cuanto al suplemento oral de la enzima
DAO, a fecha de hoy no existen publicaciones que sustenten su eficacia",
declara.
Homeopatía y energía vital: reseña de un fraude
Luis Santamaría, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de
las Sectas (RIES)
A raíz de una reciente entrevista he empezado a recibir mensajes de
queja por lo que los lectores suponen que es un ataque a la homeopatía.
En las palabras dedicadas al tema, sobre el que paso por encima, simplemente
me limito a decir que “es algo de lo que dudo mucho” y que “los científicos
dicen que eso no sirve para nada”. Y no voy a profundizar más en el
tema, del que otros podrán decir mucho más que yo en un debate la mar
de interesante. Pero sí quiero llamar la atención sobre el hecho por
el que yo me refería a la homeopatía, y que no tiene que ver estrictamente
con esta peculiar medicina alternativa.
El pasado mes de junio, en medio de las fiestas patronales de Zamora,
algunos carteles por las calles anunciaban de forma vistosa una conferencia
–pública y gratuita, aclaraban– titulada “La homeopatía y la fuerza
vital”, a celebrar en un salón de actos municipal. Echando una ojeada
por Internet podía verse que no era sino el aperitivo para un evento de
más consistencia: el denominado “Primer encuentro hispano-portugués
de homeopatía avanzada y sensación vital”, previsto para el fin de
semana siguiente en la sede de la Fundación Rei Afonso Henriques, dedicada
precisamente a promover las relaciones entre España y Portugal (y en cuya
web, por cierto, no encontramos ni rastro de esta actividad).
Uno oye la palabra “homeopatía” y piensa automáticamente en ese
objeto de controversia que se basa en unos medicamentos muy concretos,
efectivos para unos e inservibles para otros muchos (recientemente ha tenido
lugar en varias ciudades de España un original acto de protesta conocido
como “suicidio homeopático”, con el que se pretende demostrar la inutilidad
de esta práctica terapéutica). Sin embargo, la publicidad de esta conferencia
y su curso concomitante se salía un poco de lo estrictamente médico para
hablar de “sensación vital” o “fuerza vital”.
En el díptico informativo del encuentro leemos, por ejemplo, bajo el
epígrafe de la metodología: “ser parte de este camino divino; todo
nuestro objetivo está dirigido hacia la comprensión de la persona que
acude a la consulta en búsqueda de ayuda para curarse”. En cuanto al
contenido del curso, tres puntos fundamentales: “Presenciarse a sí mismo
a través de meditación. Entendimiento profundo de los principios homeopáticos
y de la sensación vital. Introducción a la sensación”.
El encargado de estas actividades, bien publicitado en el material de
propaganda, era el doctor Shekhar Algundgi, “uno de los profesores de
la reconocida Academia Internacional de Homeopatía Avanzada The Other
Song (Mumbai, India)”. Y allí estaba, en el edificio propiedad del Ayuntamiento,
presentando su forma de ver la enfermedad y, en el fondo, el mismo ser
humano. Antes habló una homeópata francesa, que contó su experiencia
de cómo llegó a este mundo alternativo tras pasar por los estudios científicos
y la industria farmacéutica.
Explicó el sufrimiento de la gente al tomar su medicación y su acercamiento
a las terapias “con enfoque holístico”. Además, señaló el objetivo
de la conferencia y del curso: “estamos aquí porque estamos preocupados
y queremos compartir con vosotros nuestra experiencia para que podáis
opinar vosotros mismos. Nos gustaría cuidar de vuestra salud tal como
la entendemos, con un entendimiento más profundo”.
Y este “entendimiento más profundo” es el que expuso en inglés
el homeópata indio, estrella invitada del evento. Comenzó aludiendo a
la importancia de nuestros pensamientos premeditados y, por extensión,
del poder de nuestra mente, para preguntarse sobre el ser humano: quién
soy yo y qué quiero en la vida. Así, planteó algunas cuestiones a los
asistentes, más de carácter metafísico que médico, como puede observarse:
“¿cómo funciona el hombre en relación con el universo? ¿Cuáles son
las leyes que rigen su salud y enfermedad?”. Muchos sufrimos –afirmó–
por no afrontar la realidad y pedir ayuda, por miedo al qué dirán…
Ante esto, “el darnos cuenta es la cura. Para entenderlo hay que descubrir
el centro de donde surge todo, el gobierno del ser humano”.
A partir de aquí, Shekhar Algundgi puso las bases de su propuesta,
citando un aforismo del Organon de la medicina, obra del alemán Samuel
Hahnemann (1755-1843), considerado padre de la homeopatía: “en el hombre
en estado de salud, la fuerza vital que dinámicamente anima el cuerpo
material (organismo), gobierna con poder ilimitado y conserva todas las
partes del organismo en admirable y armoniosa operación vital”. Lo fundamental
para el ser humano es, pues, la “fuerza vital espiritual”, y la vida
no es más que una forma de energía. “No importa cómo la llamemos:
alma, atman, etc.”, aseguró el indio. Desde estos presupuestos hay que
entender la medicina: “lo que tenemos que ver en el paciente es la energía.
¿Y cómo verlo? Sólo podemos observarlo cuando nos quedamos en silencio
y observamos a la otra persona, escuchando toda su conversación”.
En este momento, el doctor interpeló al público sobre su experiencia
particular: ¿por qué, ante un primer contacto con las personas, unas
nos gustan y otras no? Los asistentes contestaban, lo suficientemente insertos
en este ambiente y este lenguaje: por la energía vital, por vibrar de
la misma forma, porque las energías del mismo signo se atraen… Algundgi
explicó cómo las personas “emitimos en dos frecuencias diferentes”,
y cuando, por ejemplo, en una relación de pareja el varón sólo está
interesado por el dinero y lo material y la mujer lo que quiere es afecto
y amor, esto traerá consigo interferencias y, en último término, estrés.
Ojo a lo siguiente: “la consecuencia será que, por fuera, en uno se
manifestará como problemas de tiroides o diabetes. Así que no hay que
tratar la diabetes, sino lo que hay detrás”.
De lo particular a lo universal, lógicamente: “esto es todo: la energía
nos gobierna, y cuando esta energía se mueve armónicamente, el cuerpo
y la mente se encuentran en armonía, pero si suena como música rock,
todo nuestro ser se encuentra mal”. El ser humano tiene dos energías,
según el indio: la mental y la física. Y ambas están interrelacionadas
de tal forma que “uno no puede decir que tiene una parte del cuerpo enferma
y que él no lo está… ¿Se puede tratar sólo una parte del cuerpo sin
tratarlo todo entero?”. De ahí la necesidad de un tratamiento holístico,
que entienda al hombre en su globalidad: “si tenemos que tratar al individuo,
hay que tratarlo a nivel físico, mental y espiritual”.
Y continuamos con las afirmaciones peligrosas: “la enfermedad no es
más que una inestabilidad en la energía. Cualquier desajuste en mi mente
influirá directamente en lo demás. Actuando en un nivel superficial…
al final esto puede llevarme a la muerte. Para recobrar la salud debemos
tender a un balance energético… así no tendremos ningún síntoma de
nada y mantendremos nuestra salud”. Éste fue, en resumen, el contenido
de la conferencia pública y gratuita. Por supuesto que no acudí al encuentro
hispano-portugués, que ya no era público ni gratuito (con un coste de
matrícula entre 150 y 200 euros). Lo reseño porque suele ser la técnica
habitual: charla-anzuelo gratuita y actividad posterior normalmente no
barata.
Visto todo esto, algunos dirán: ¿y qué tiene de malo? De hecho, muchas
veces nos quejamos del enfoque de la medicina convencional (o alopática),
por algunas de sus características: el abuso del recurso a los fármacos;
la “parcelación” del paciente en órganos que, como si de compartimentos
estancos se tratara, son estudiados por especialistas diferentes sin una
perspectiva de la persona completa; la falta de atención a la relación
psicofísica, entre el cuerpo y la mente (y no digamos el olvido de la
dimensión espiritual de la persona), etc. Tenemos que reconocerlo: hay
disfunciones en el sistema médico oficial, que a pesar de su buen hacer
necesita dar pasos para mejorar.
Sin embargo, hay que estar alerta ante todas estas propuestas alternativas
que nos pueden llevar al campo de la pseudociencia y a un terreno propicio
para la manipulación y el fraude. Muchas personas acuden a estas técnicas
y a estos sanadores como su última esperanza después de haber pasado
por muchos médicos y consultas. Palabras rimbombantes, promesas de curación
fácil y simplificación de las cosas por medio del recurso a energías,
chakras, sintonía con la naturaleza, equilibrios y balances, suelen esconder
tras de sí una falsa oferta que se aprovecha de la fragilidad humana promoviendo
más bien un pensamiento de tipo mágico, de espaldas a la realidad.
¿Cuánto tiempo más tendremos que ver las consecuencias de todo esto?
Familias destrozadas, esperanzas defraudadas, carteras vaciadas y personas
desencantadas son, al final, el efecto de algunas de estas propuestas terapéuticas
alternativas. Y eso cuando no acaban con la vida del paciente, en ocasiones
debido al abandono del tratamiento “serio” por culpa de la elección
–sugerida desde fuera– de “otras” opciones. No importa –podría
decir el doctor Algundgi– porque, al final, la muerte “es porque sale
el alma, la energía se va”. Y como la energía ni se crea ni se destruye,
sino que sólo se transforma… “el alma se va a la naturaleza, la transformamos
de una forma a otra”. Así de sencillo. Ojo, pues, a todas estas propuestas
alternativas.
"La homeopatía no ha curado a nadie en 200 años"
Así lo sostiene el bioquímico José Miguel Mulet. Es más, recuerda
que "la homeopatía puede hacer daño aunque sea por omisión".
La homeopatía es un absurdo que ha sobrevivido 200 años, según el
bioquímico José Miguel Mulet, quien asegura que cuando un médico "te
empieza a hablar de acupuntura u homeopatía -la aristocracia de las pseudomedicinas-
no te está hablando como médico, sino como creyente".
Así lo señala a Efe Mulet, quien acaba de publicar Medicina sin engaños
(Destino), un libro que -dice- está documentado y tiene base científica,
y con el que quiere dar a los lectores "instrumentos para distinguir entre
lo que es medicina y lo que no lo es".
Escrito en tono irónico, el libro está estructurado en tres partes.
En la primera, Medicina, Mulet intenta contestar a cómo sabe el médico
qué tiene que recetar y defiende que la actual práctica médica es el
resultado de miles de años de estudio de la medicina, de muchos ensayos
y, también, desgraciadamente de muchos errores.
En la segunda parte comienza a ahondar en las pseudomedicinas: "solo
existe una medicina, la que tiene base científica", y en la tercera analiza
las pseudomedicinas más populares (homeopatía -según él el azúcar
más caro del mundo-, la acupuntura o el psicoanálisis).
Para este licenciado en química y doctor en bioquímica y biología
molecular por la Universidad de Valencia, es "muy, muy fácil" ponernos
en malas manos, porque muchas veces se confunde lo que es medicina y lo
que no, "partiendo muchas veces de los propios colegios médicos farmacéuticos,
que tienen secciones, por ejemplo, de homeopatía".
Tras manifestar que esto vulnera sus propios códigos deontológicos
(que dicen que deberían aplicar la medicina basada en los últimos avances
científicos), Mulet afirma que las pseudomedicinas "no han aportado ningún
avance científico en toda la historia".
Postureo
Las causas por las que una persona acude a un "pseudomédico" son muchas:
puede que no tenga la información correcta o por desesperación (lo más
duro), pero también hay gente que confía en la pseudomedicina por actitud
ideológica, "por puro y simple postureo".
Así, mantienen que "las grandes empresas nos estafan y no quieren servir
a la mafia médica y farmacéutica. Un argumento recurrente es que las
grandes compañías farmacéuticas nos obligan a vivir enfermos; incluso
he llegado a oír decir a algunas personas que prefieren morirse a pasar
toda la vida medicadas". "Esto es un hermoso ejemplo de cómo coger el
rábano por las hojas", escribe en su libro.
Este investigador asevera que en el momento en que se "intenta engañar"
a un paciente, todas las pseudomedicinas le dan rabia, aunque describe
a la homeopatía como la aristocracia de este grupo. "Es la que parece
que sea de verdad, está metida en la corriente oficial de las farmacias",
lamenta Mulet, quien sostiene que "hay poca oposición y se podría hacer
más por parte del los organismos del Ministerio, que la mantiene en una
especie de limbo legal".
Mulet, quien alerta que las pseudomedicinas son más caras, recalca
que en 200 años no ha habido ni una enfermedad en la que el tratamiento
más efectivo o válido sea la homeopatía, que, a diferencia de los medicamentos,
solo tiene que demostrar que es inocua, y se pregunta ¿tenemos genéticos
homeopáticos?…no. Aquí no vale "la excusa de que al final como son
pastillas de azúcar daño no te puede hacer. La homeopatía puede hacer
daño aunque sea por omisión".
Sobre aquellos que dicen que curan, Mulet apunta, entre otros, al efecto
placebo, pero: "la percepción de que cura no se supera en un ensayo clínico
de verdad". Además, añade que habría que preguntarse si estamos enfermos
realmente. En general, la mayoría de los problemas de salud son benignos.
"Los resfriados se pasan en una semana con o sin medicación y si durante
este tiempo tomas, por ejemplo, homeopatía, al final te vas a poner igual
de bien y vas a pensar que es efectivo, pero no".
Ignorancia de la intelectualidad
En cuanto a la presencia de las pseudomedicinas en los medios de comunicación,
este investigador declara que hay una cosa que le molesta: en general,
España no tiene interés por la ciencia.
"En España la intelectualidad tiene una ignorancia y desprecio a la
ciencia y eso se nota también en la información", declara Mulet, quien
no obstante reconoce que va mejorando pero queda por hacer.
En cuanto a los medios, dice que falta "espíritu crítico" porque a
veces se mezcla la ciencia con cosas que no son.
Un importante fabricante de productos de homeopatía
paga a médicos y científicos Ángela Bernardo
La manipulación de la evidencia científica es una de las estrategias
de marketing más conocidas en el ámbito de la industria farmacéutica,
según explica Ángela Bernardo en el medio Hipertextual. La falta de transparencia,
los pagos encubiertos a sociedades científicas y médicos en forma de
regalos, becas de viajes o donaciones, sesgan la visión de aquellos que
deben defender una posición objetiva sobre los resultados de la investigación
biomédica. Para revertir esta situación, la patronal Farmaindustria presentó
un Código de Buenas Prácticas con el que pretenden transparentar las
relaciones y las transferencias de valor realizadas a profesionales y organizaciones
sanitarias.
La iniciativa de transparencia de la industria farmacéutica, como han
confirmado a Hipertextual fuentes de la patronal, obliga a las compañías
adheridas al Código "a publicar los datos de las transferencias de valor
referidas a medicamentos de prescripción". El artículo 19.2 del Real
Decreto Legislativo 1/2015, de 24 de julio, por el que se aprueba el texto
refundido de la Ley de garantías y uso racional de los medicamentos y
productos sanitarios, regula qué es un fármaco sujeto a prescripción
médica. Es decir, las empresas que comercializan homeopatía y que están
dentro de Farmaindustria, entre las que se encuentran Boiron, Heel e Ibérica
de Homeopatía, no están obligadas a difundir los pagos que realizan a
entidades y profesionales para promocionar sus productos.
Los pagos de Boiron a farmacéuticos y médicos Sin embargo, tal y como adelantaba Eduardo Ortega en Redacción Médica,
Boiron sí ha publicado el documento en el que se muestran transferencias
de valor que superan los 425.000 euros. Por un lado, la empresa ha realizado
transferencias de valor a profesionales sanitarios por encima de los 261.000
euros en concepto de cuotas de inscripción, gastos de desplazamiento y
alojamiento u honorarios.
Por otro lado, Boiron ha pagado más de 164.000 euros en donaciones,
patrocinios u honorarios a organizaciones sanitarias. Este montante no
incluye las transferencias de valor realizadas en actividades de investigación
y desarrollo, que suman más de 120.000 euros. Es decir, la compañía
líder en homeopatía, que facturó 607 millones de euros en 2015, ha pagado
en España a colectivos de estudiantes y profesionales como el Colegio
Oficial de Farmacéuticos de Barcelona (32.781,1 euros), el Colegio Oficial
de Farmacéuticos de Madrid (5.288,02 euros) o la Asociación Española
de Jóvenes Estudiantes de Farmacia (413 euros).
La relación entre la industria homeopática y las organizaciones farmacéuticas
ya era conocida. Pese a su falta de evidencia científica, el Consejo General
de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de España volvió a respaldar
recientemente la homeopatía. Este apoyo, reiterado por entidades como
los Colegios Oficiales de Farmacéuticos de Barcelona y Madrid, se manifiesta
también en los patrocinios y donaciones que estas compañías realizan
a los congresos organizados por los farmacéuticos, como el encuentro europeo
Infarma. La empresa declara asimismo un patrocinio de casi 19.000 euros
a la Fundación Aldebarán para la Investigación Biomédica, que organizó
en octubre un desayuno científico sobre homeopatía con la colaboración
de Boiron.
El listado de pagos realizados por la multinacional de homeopatía también
incluye a organizaciones de carácter científico como la Sociedad Española
de Médicos Generales y de Familia (1.190 euros), la Sociedad Española
de Médicos de Atención Primaria - SEMERGEN (24.136 euros) y la Asociación
de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria de la Región de Murcia
(1.500 euros). El Grupo Pediátrico Madrileño de Formación Continuada
(GRUPEMA), vinculado al Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid,
recibió 3.000 euros según el documento de Boiron.
Este colectivo de pediatras recomendó en 2010, por ejemplo, el uso
de homeopatía para tratar la fiebre infantil. La nueva Junta Directiva
del Colegio Oficial de Médicos de Madrid, sin embargo, ya ha anunciado
su rechazo a participar en el Día Internacional de la Homeopatía o a
albergar la Comisión de Médicos Homeópatas, unas prácticas que realizaba
el anterior equipo, como recogía José A. Plaza en Diario Médico.
El Instituto Valenciano de Pediatría, que ha recibido transferencias
de valor superiores a los 3.200 euros, ha organizado diversos cursos de
actualización y charlas, algunas de ellas en el Colegio de Médicos de
Valencia, sobre el uso de productos homeopáticos en pediatría. Entidades
privadas y empresas como la Academia Médico Homeopática de Barcelona
(5.324 euros), la Fundación Joan Costa Roma (968 euros), el Instituto
Linneo-IMBA (900 euros), el Centro de Estudio y Desarrollo de la Homeopatía
S.L.U. (67.128 euros en honorarios), la Asociación Canaria Usuarios Amigos
de la Homeopatía (donación de 1.200 euros) o la Asociación Cultural
Comunidad Dzogchen España (1.000 euros) son otras de las entidades que
han recibido transferencias por parte de Boiron.
Organizaciones de carácter asociativo, como las que agrupan a los farmacéuticos
homeópatas o a los médicos naturistas, también han obtenido un patrocinio
de 600 euros y una donación de 700 euros, respectivamente. Sorprende que
esté incluida en el listado la Fundació Clínic per a la Recerca Biomèdica,
la entidad que gestiona la investigación biomédica y la docencia que
se lleva a cabo en el Hospital Clínic de Barcelona, el IDIBAPS, el CRESIB
y el Instituto de Salud Global, que ha recibido un patrocinio-colaboración
de 899 euros. Este medio ha contactado con el área de prensa de la Fundació
para aclarar el origen de esta transferencia sin recibir contestación
por su parte.
A pesar de que Boiron reconoció que no sabía cómo funcionaban los
productos homeopáticos y que la Organización Médica Colegial (OMC) tachó
esta práctica como un "proceso ilusorio y engañoso sin evidencia científica",
existen todavía entidades y profesionales médicos que reciben transferencias
de valor que ponen en duda sus actividades. En ese sentido, Hipertextual
se ha puesto en contacto con la propia OMC para conocer su valoración.
La institución sostiene que "las relaciones comerciales son responsabilidad
de cada entidad" y que, respecto a la homeopatía, mantienen su posicionamiento
anterior, donde realizaban afirmaciones como éstas:
“El ejercicio de la Medicina es un servicio basado en el conocimiento
científico aplicado, en la destreza técnica y en actitudes y comportamientos
éticos [...] Todos los médicos están obligados por la normas del Código
de Deontología Médica a emplear preferentemente procedimientos y prescribir
fármacos cuya eficacia se haya demostrado científicamente. Todos los
médicos deben tener presente que no son éticas las prácticas inspiradas
en el charlatanismo, las carentes de base científica y que prometen a
los enfermos la curación, los procedimientos ilusorios o insuficientemente
probados que se proponen como eficaces [...]
Cada una de las técnicas y terapias no convencionales deberá demostrar
/ avalar científicamente su eficacia, efectividad, eficiencia, calidad
y seguridad para que puedan ser reconocidas por la comunidad médica. [...]
En tanto las denominadas técnicas y terapias no convencionales no hayan
conseguido dotarse de una base científica suficiente, los médicos que
las aplican están obligados a informar a los pacientes de forma clara
e inteligible, con rigor y minuciosidad, tanto del posible beneficio y
riesgo que las mismas conllevan como de las alternativas terapéuticas
existentes y fundamentadas científicamente así como de la eventualidad
de un mal resultado”.
La homeopatía en la universidad La relación de la industria de la homeopatía y otras pseudociencias
con la academia continúa. Así lo demuestra, por ejemplo, la organización
de una veintena de cursos de verano universitarios de carácter pseudocientífico.
Algunas, sin embargo, parece que empiezan a reaccionar frente a los movimientos
que exigen que se impartan únicamente materias avaladas por la evidencia
científica. Como ejemplos basta citar a la Universitat de Barcelona o
la Universitat de València, que retiraron la homeopatía de su oferta
formativa.
Sin embargo, la Universidad de Zaragoza, que hasta 2014 contó con una
Cátedra de Homeopatía pagada por Boiron, aparece en el listado al haber
recibido la Fundación Empresa Universidad de Zaragoza un patrocinio por
valor de 17.839 euros. Hipertextual se ha puesto en contacto con el Gabinete
de Comunicación de la Universidad de Zaragoza para conocer el motivo de
esta transferencia. El abogado y divulgador Fernando Frías explica a este
medio que se suponía que los cursos difundidos en Prescribo homeopatía,
en los que colaboran Boiron y Heel, habían sido suprimidos. "Creo que
les han vuelto a meter un gol por toda la escuadra", lamenta.
Según nos confirma Marián Honrado, del Gabinete de Imagen y Comunicación
de la Universidad de Zaragoza, "la cátedra en la Universidad de Zaragoza
desapareció en 2014". De acuerdo con la información facilitada por la
portavoz, la Fundación Empresa Universidad Zaragoza es independiente de
la Universidad de Zaragoza, por lo que no pueden responder al respecto.
A pesar de ello, la entidad de carácter privado cuenta en su página web
con el logo de la Universidad de Zaragoza y de la Cámara de Comercio.
Asimismo, según aclara Fernando Frías a Hipertextual, la Universidad
de Zaragoza se excusó en el pasado en la propia Fundación en relación
a la creación de la Cátedra de Homeopatía
La entidad que rectificó su postura -al menos parcialmente- fue la
Universidad de Sevilla. Como nos explica la profesora y divulgadora Clara
Grima, una recogida de firmas impulsada por la comunidad universitaria
sevillana logró que la institución retirase en 2009 el máster propio
de homeopatía, dirigido por Jacinto Choza Armenta, y que presentaba un
coste anual de 4.291 euros por estudiante. La cancelación del título
de postgrado, sin embargo, no ha terminado con la relación entre la industria
homeopática y la entidad. Según el informe de Boiron, la Facultad de
Farmacia de la Universidad de Sevilla recibió una donación de 2.000 euros
por parte de la empresa francesa.
Mar G. Gordillo, directora general de Comunicación de la Universidad
de Sevilla, nos aclara el origen de la donación realizada por Boiron a
la institución hispalense. "Corresponde a la convocatoria de una beca
para el Museo de La Farmacia", explica por correo electrónico. La primera
edición de la beca “Gestión y conservación del Museo de Historia de
la Farmacia de Sevilla" se desarrolló durante el curso académico 2014/2015
fue organizada por Boiron, de común acuerdo con la Facultad de Farmacia
de la Universidad de Sevilla.
La última institución académica que aparece en la lista de transferencias
de Boiron es la Universidad Miguel Hernández de Elche, con un patrocinio
de 500 euros. El pasado mes de febrero la institución acogió una charla
sobre homeopatía en la que colaboraba la compañía y la Associació Valenciana
de Joves Estudiants de Farmàcia (AVEF), citada anteriormente. La aparición
de la UMH en el documento de Boiron sorprende al investigador Manuel Sánchez,
docente de esta universidad. Sánchez comenta a Hipertextual que la UMH
acogió anteriormente una edición de "La Ciencia con Tapas", organizada
por el Instituto de Biología Molecular y Celular, dedicada a la homeopatía.
"Fue una charla racional y científica, donde se la trató de superchería",
aclara. El microbiólogo apunta que la jornada de AVEF, al no aparecer
el logo de la UMH, pudo desarrollarse alquilando un aula de Farmacia. "Seguramente
el pago de alquilar el aula fue a la UMH y todo parece indicar que se hizo
a través de esa asociación estudiantil", especula Sánchez. El área
de comunicación de la UMH no ha respondido a las preguntas de este medio
sobre el pago, aunque el informe de Boiron indica que las transferencias
corresponden al año 2015 y la ponencia de AVEF en la UMH tuvo lugar en
febrero de 2016.
Pese a que practicar o difundir pseudociencias no sea delito, la defensa
de prácticas como la homeopatía resulta cuanto menos cuestionable. Especialmente
si pensamos en colectivos de profesionales médicos e instituciones académicas.
A pesar de los intereses comerciales legítimos que puedan tener compañías
como Boiron, la homeopatía no ha demostrado mayor efecto que el placebo,
dos siglos después de los postulados de Christian Friedrich Samuel Hahnemann.
Así lo han confirmado entidades como el Servicio Nacional de Salud
y el Comité de Ciencia y Tecnología de Reino Unido, el Consejo de Investigación
y Medicina de Australia, el Colegio de Estados Unidos de Toxicología Médica
y de Toxicología Clínica y diversos estudios publicados en The Lancet,
The Lancet (II), Nature, British Journal of Clinical Pharmacology, Journal
of Clinical Epidemiology o Journal of Law and Medicine. Los fines lucrativos
que manipulan o disfrazan la evidencia científica, por desgracia, diluyen
el prestigio y el rigor de las entidades y organizaciones que se prestan
a este tipo de colaboraciones.
El 25 de septiembre de 2016, en el Día Internacional del Farmacéutico,
un grupo de profesionales de este sector ha decidido publicar un manifiesto
contra la homeopatía, en el que piden a sus representantes que salga del
mundo de la farmacia.
La homeopatía es una pseudoterapia que jamás ha conseguido efectos
convincentes más allá de lo que se logra con un sucedáneo que funciona
como placebo. Niega los principios de la física y la química, no tiene
ningún efecto farmacológico y a pesar de eso sus consumidores piensan
que a ellos les funciona.
No son medicamentos
"Como falsa terapia que es, sin avales científicos y aprovechándose
de la laxitud de la ley que la intenta regular, se introduce en nuestro
ejercicio a muchos niveles: farmacias que la dispensan y recomiendan, universidades
que se atreven a enseñarla (pocas, afortunadamente), sociedades que se
llaman 'científicas' que la incluyen en sus guías terapéuticas y nuestro
más importante órgano representativo, el Consejo General de Colegios
Oficiales de Farmacéuticos, que la acoge sin pudor y le da una oficialidad
que no debe tener", explica este grupo de profesionales en su nota de prensa.
Farmacéuticos contra la homeopatía Un grupo de farmacéuticos ha publicado una carta
abierta dirigida a sus representantes para pedirles que la homeopatía
salga del mundo de la farmacia. Publicado
en Libertad Digital 30-09-2016
Esta pseudoterapia se fundamenta en la administración de cantidades
infinitesimales de sustancias que, si se aplicaran en grandes proporciones
a un individuo sano, producirían los mismos síntomas que se pretenden
combatir. Se supone que estos productos son más efectivos cuanto más
diluidos están.
Como explicaba a Sinc Vicente Baos, experto de la Agencia Europea de
Medicamentos, en España "su venta no tiene ninguna restricción, son productos
alegales. Se rigen por una regulación del año 94 que permitía su venta
y consumo, pero no poseen una regulación según su análisis. La regulación
que los igualaba a los medicamentos formales indicaba que solo tenían
que demostrar su calidad, no su eficacia ni para qué enfermedades están
indicados. Se les llama medicamentos y no lo son".
Según explican los farmacéuticos firmantes, que no pertenecen a ninguna
organización que los agrupe pero sí cuenta de Twitter, después de lanzar
esta carta organizarán más actividades en las que se incluirán a otros
colectivos como estudiantes, médicos, fisioterapeutas, matronas, químicos,
físicos" y todo aquel que tenga criterio para confirmar que la homeopatía
no es más que un engaño que lleva 200 años con sus artes, pero que tiene
los días contados", afirman.
CARTA ABIERTA AL MINISTERIO DE SANIDAD, ASUNTOS SOCIALES E IGUALDAD,
PRESIDENTE DEL CONSEJO GENERAL DE COLEGIOS OFICIALES DE FARMACÉUTICOS,
A LOS DECANOS DE LAS FACULTADES DE FARMACIA Y PRESIDENTES DE SOCIEDADES
CIENTÍFICAS FARMACÉUTICAS
Los abajo firmantes con motivo del DÍA INTERNACIONAL DEL FARMACÉUTICO,
licenciados todos en farmacia, y ejerciendo en los diversos sectores de
nuestra profesión, nos dirigimos a Vds. para que intervengan y demanden
que la homeopatía no sea avalada por ninguna organización científica,
gubernamental, universitaria ni profesional farmacéuticas: Ministerio
de Sanidad, Colegios Oficiales de Farmacéuticos, Facultades de Farmacia
ni sociedades científicas.
Los motivos que nos llevan a expresar esta petición son de índole
científica, técnica, ética y profesional. Como profesionales sanitarios
que somos y conscientes de nuestra importancia como técnicos en el Sistema
Nacional de Salud, apostamos por que nuestro ejercicio profesional esté
siempre sustentado en criterios científicos y técnicos validados, así
como acordes con la legislación vigente.
Mucha gente cree hoy en día que la HOMEOPATÍA es una terapia válida
y sus productos reciben el nombre de MEDICAMENTOS sin que exista ningún
aval científico que así lo demuestre, permitiéndose la comercialización
de productos con indicación terapéutica que incumplen toda la legislación
y normativa sanitarias y a la que están sometidos los verdaderos medicamentos.
También se introduce en Colegios de Farmacéuticos que cuentan hasta
con vocalías "ex profeso" y hasta ofrecen formación a sus colegiados,
incumpliendo sus estatutos y códigos éticos, que rezan:
16.- El farmacéutico proporcionará una información veraz y adecuada
a cada paciente, no fomentando en ningún caso expectativas terapéuticas
injustificadas o inadecuadas y promoviendo su derecho a la prevención
y diagnóstico de la enfermedad y a tratamientos eficaces y seguros
Llega a aparecer en guías clínicas de sociedades científicas,
menospreciando así el valor que la ciencia puede dar a la terapéutica
moderna.
Hay facultades de farmacia que incluyen en sus planes de estudios
asignaturas de esta falsa terapia, dañando la imagen de la universidad
y la profesión al incluir la homeopatía con el resto de los tratamientos
científicos, sin ninguna evidencia que la respalde. Porque la homeopatía
no es ciencia ni ha curado a nadie de nada en más de 200 años.
Por eso, apelamos a la profesión farmacéutica para que no permita
que el engaño de la llamada "terapéutica homeopática" esté presente
en nuestro ejercicio profesional ni en OFICINAS NI SERVICIOS DE FARMACIA,
donde se le da un indebido amparo científico. Todo esto sin olvidar el
peligro que conlleva para los pacientes el remplazo o abandono de terapias
que sí han demostrado su efectividad.
Esperamos su apoyo y colaboración para que la homeopatía deje de
tener el aval de nuestra profesión en su ámbito de actuación y trabajo.
Atentamente.
EEUU alerta contra una homeopatía para niños
La Agencia del Medicamento pide a los padres que se
deshagan y dejen de usar los geles y pastillas pseudocientíficas para
la dentición
Ainoha Ariberri - 04.10.2016
Como
saben los que han protagonizado los numerosos suicidios
homeopáticos que han tenido lugar en España, esta pseudociencia
no mata porque, sencillamente, no funciona. Sin embargo, su uso sí puede
ser perjudicial, o al menos así lo piensan las autoridades sanitarias
de EEUU, que han alertado
sobre el uso de una serie de productos homeopáticos pediátricos comercializados
para el alivio de los síntomas de la dentición.
Como sucede en España, este tipo de productos no están sometidos a
la regulación de la Food and Drug Administration (FDA, el equivalente
a la Agencia Española del Medicamento en nuestro país), por lo tanto
la agencia no ha aprobado las pastillas y geles homeopáticos para este
fin.
Pero lo que sí es potestad de este organismo es manejar las alertas
sobre efectos adversos de cualquier producto, como la que protagonizó
en 2010 el gel de dentición de la marca Hyland que, por cierto, puede
adquirirse en España a través del portal Amazon.
En dicha ocasión, la FDA alertó sobre la importancia de controlar
la presencia de un ingrediente natural, la belladonna, en el fármaco homeopático.
Sin embargo, la advertencia de esta semana va más allá y se amplía a
productos similares de la cadena CVS y "posiblemente de otras marcas" que
"pueden adquirirse en comercios locales y a través de internet".
"Los consumidores deben recibir atención médica inmediatamente si
sus hijos sufren convulsiones, dificultades respiratorios, letargo, sommolencia
excesiva, debilidad muscular, rubor, estreñimiento, dificultades para
orinar o agitación después de usar geles o pastillas homeopáticos para
el alivio de los síntomas de la dentición", alerta la agencia en un comunicado.
La FDA no se anda con chiquitas y recomienda que los consumidores "dejen
de usar estos productos y se deshagan de los que ya tengan". Además, anima
a los profesionales médicos y los consumidores a que denuncien los efectos
adversos y los problemas de calidad como consecuencia del uso de los mismos.
Por último, la directora del Centro de Evaluación e Investigación
de Medicamentos de la FDA, Janet Woodcok, afirma que los síntomas de la
dentición pueden controlarse "sin necesidad de usar medicamentos con o
sin receta".
Por su parte, una de las empresas fabricantes, Hyland's, se ha defendido
de las acusaciones y ha declarado que sus productos son seguros y que están
"colaborando activamente con la FDA".