1. Con frecuencia se formulan preguntas sobre las diversas terapias alternativas disponibles en los Estados Unidos. A los obispos se les pregunta en ocasiones: «¿Cuál es la posición de la Iglesia sobre estas terapias?» El Comité Doctrinal de la USCCB ha preparado este recurso para asistir a los obispos en sus respuestas.
I. CURACIÓN POR GRACIA DIVINA Y CURACIÓN POR PODERES NATURALES
2. La Iglesia reconoce dos clases de curación: la curación
por gracia divina y la curación que utiliza los poderes de la naturaleza.
En cuanto a la primera, podemos señalar al ministerio de Cristo,
que realizó muchas curaciones físicas y encargó a
sus discípulos continuar esa tarea. Siendo fieles a este encargo,
desde el tiempo de los apóstoles la Iglesia ha intercedido a favor
del enfermo mediante la invocación del nombre del Señor Jesús,
pidiendo la curación por el poder del Espíritu Santo, ya
sea en la forma de la imposición sacramental de las manos y la unción
con el óleo, ya sea en la forma de simples oraciones por la curación,
que a menudo incluyen una invocación a los santos para conseguir
su ayuda. En cuanto a la segunda, la Iglesia nunca ha defendido la curación
divina —que viene dada como un don de Dios— como excusa para excluir el
recurso a los medios naturales de curación a través de la
práctica de la medicina (1). Junto con su sacramento de curación
y con las diversas oraciones para la sanación, la Iglesia cuenta
en su haber con una larga historia de cuidado de los enfermos mediante
la utilización de medios naturales. El signo más obvio de
esto es el gran número de hospitales católicos que se encuentran
en todo nuestro país.
3. Las dos clases de curación no son excluyentes. El hecho de
que sea posible ser curado por el poder divino, no significa que no debamos
recurrir a los medios naturales que están a nuestra disposición.
No nos corresponde a nosotros decidir si Dios curará o no a alguien
con medios sobrenaturales. Como afirma el Catecismo de la Iglesia Católica,
el Espíritu Santo da en ocasiones a algunas personas «un carisma
especial de curación para manifestar la fuerza de la gracia del
Resucitado» (2). Sin embargo, este poder de curación no está
a disposición del hombre, porque «ni siquiera las oraciones
más fervorosas obtienen la curación de todas las enfermedades»
(3). Por lo tanto, el recurso a los medios naturales de curación
sigue siendo totalmente apropiado, ya que están a disposición
del hombre. De hecho, la caridad cristiana exige no negarles a las personas
enfermas los medios naturales de curación.
II. REIKI Y CURACIÓN
A) Los orígenes y las características básicas
del reiki
4. El reiki es una técnica de curación inventada en Japón
a principios del siglo XIX por Mikao Usui, que estudiaba textos budistas
(4). De acuerdo con la enseñanza del reiki, la enfermedad es consecuencia
de algún tipo de trastorno o desequilibrio en la «energía
vital» de la persona. Un practicante de reiki lleva a cabo la curación
al poner sus manos en determinadas posiciones sobre el cuerpo del paciente
para así facilitar el flujo del reiki, la «energía
vital universal», del practicante al paciente. Hay numerosas posiciones
de las manos para tratar diferentes problemas. Los partidarios del reiki
aseguran que el practicante no es la fuente de la energía sanadora,
sino simplemente un canal para que fluya (5). Para llegar a ser un practicante
de reiki, la persona debe recibir una «iniciación» o
«armonización» por parte de un Maestro reiki. Esta ceremonia
hace que la persona esté «armonizada» con la «energía
vital universal», lo cual le permite servir como un conducto para
ella. Se dice que hay tres niveles diferentes de armonización (algunos
enseñan que son cuatro). En los niveles superiores, uno puede canalizar
supuestamente la energía reiki y realizar curaciones a distancia,
sin contacto físico.
B) El reiki como un medio natural de curación
5. Aunque los partidarios del reiki parecen estar de acuerdo en que
no representa una religión en sí misma, sino una técnica
que puede ser utilizada por gente de muchas tradiciones religiosas, el
reiki tiene diversos aspectos de una religión. Con frecuencia se
describe el reiki como un tipo de curación «espiritual»,
en oposición a los procedimientos médicos comunes de curación
que emplean medios físicos. Gran parte de la literatura sobre el
reiki está llena de referencias a Dios, a la Diosa, al «poder
de curación divino» y a la «mente divina». Afirman
que la energía vital procede directamente de Dios, la «Inteligencia
Superior» o la «conciencia divina». Asimismo, las diversas
«armonizaciones» que el practicante de reiki recibe de un Maestro
reiki se logran a través de «ceremonias sagradas» (que
tradicionalmente han sido mantenidas en secreto por los Maestros reiki).
Además, se describe frecuentemente al reiki como un «modo
de vivir», con una lista de cinco «preceptos reiki» que
prescriben una conducta ética apropiada.
6. Sin embargo, hay algunos practicantes de reiki, sobre todo enfermeras,
que intentan acercarse al reiki como un mero medio natural de curación.
Pero si se considera como un medio natural de curación, el reiki
pasa a ser evaluado bajo los parámetros de las ciencias naturales.
Es cierto que puede haber medios de curación natural que no hayan
sido entendidos o reconocidos por la ciencia. Sin embargo, la ciencia es
la que proporciona los criterios fundamentales para juzgar si alguien se
debe confiar o no a un medio natural de curación en concreto.
7. Juzgado de acuerdo con estos parámetros, el reiki carece
de credibilidad científica. No ha sido aceptado por las comunidades
científicas y médicas como una terapia efectiva. Faltan estudios
científicos acreditados que atestigüen la eficacia del reiki,
así como la explicación científica plausible de cómo
podría posiblemente ser eficaz. La explicación de la eficacia
del reiki depende enteramente de una cosmovisión particular que
ve el mundo como permeado por esta «energía vital universal»
(reiki) que está sujeta a la manipulación por el pensamiento
y la voluntad humanos. Los practicantes de reiki afirman que su capacitación
les permite canalizar la «energía vital universal»
que está presente en todas las cosas. Sin embargo, esta «energía
vital universal» es desconocida para la ciencia natural. Como la
presencia de tal energía no se ha observado por los medios de la
ciencia natural, la justificación para estas terapias debe provenir
necesariamente de algo diferente a la ciencia.
C) El reiki y el poder sanador de Cristo
8. Algunas personas han intentado identificar el reiki con la curación
divina conocida por los cristianos (6). Se equivocan. La diferencia radical
puede apreciarse de inmediato en el hecho de que para el practicante de
reiki el poder sanador está a disposición del hombre. Algunos
maestros quieren eludir esta implicación y arguyen que no es el
practicante de reiki quien realiza personalmente la curación, sino
la energía reiki dirigida por la conciencia divina. No obstante,
la realidad es que para los cristianos el acceso a la curación divina
es mediante la oración a Cristo como Señor y Salvador, mientras
que la esencia del reiki no es una oración sino una técnica
que transmite el «Maestro reiki» al alumno, una técnica
que una vez que se llega a dominar, producirá formalmente los resultados
previstos (7). Algunos practicantes intentan cristianizar el reiki añadiendo
una oración a Cristo, pero esto no afecta a la naturaleza esencial
del reiki. Por estas razones, el reiki y otras técnicas terapéuticas
similares no pueden identificarse con lo que los cristianos llamamos curación
por la gracia divina.
9. La diferencia entre lo que los cristianos reconocemos como
curación por la gracia divina y la terapia reiki también
queda de manifiesto en los términos básicos que utilizan
los partidarios del reiki para describir lo que sucede en la terapia reiki,
particularmente en lo relativo a la «energía vital universal».
Ni la Escritura ni la tradición cristiana en su conjunto consideran
el mundo natural como algo basado en la «energía vital universal»
que quede sujeto a la manipulación por parte del poder natural humano
del pensamiento y de la voluntad. De hecho, esta cosmovisión
tiene sus orígenes en las religiones orientales y tiene un cierto
carácter monista y panteísta, en el que las distinciones
entre uno mismo, el mundo y Dios tienden a diluirse (8). Como hemos visto,
los practicantes de reiki son incapaces de diferenciar con claridad entre
el poder de curación divino y el poder que está a disposición
del hombre.
III. CONCLUSIÓN
10. La terapia reiki no encuentra apoyo ni en los hallazgos de la ciencia
natural ni en la doctrina cristiana. Para un católico, creer en
la terapia reiki plantea problemas irresolubles. En términos del
cuidado de la salud física propia o la de los demás emplear
una técnica que no tiene apoyo científico (ni siquiera plausibilidad)
por lo general no es prudente.
11. En términos del cuidado de la salud espiritual personal,
existen importantes peligros. Para usar el Reiki, uno tendría que
aceptar, al menos de forma implícita, conceptos claves de la cosmovisión
que subyacen a la teoría reiki, elementos que no pertenecen ni a
la fe cristiana ni a la ciencia natural. Sin justificación ni en
la fe cristiana ni en la ciencia natural, no obstante, un católico
que pone su confianza en el reiki estaría actuando en la esfera
de la superstición, tierra de nadie que no es la fe ni la ciencia
(9). La superstición corrompe la adoración personal de Dios,
ya que conduce el sentimiento religioso personal y la práctica hacia
una dirección equivocada (10). Dado que a veces la gente cae en
la superstición por ignorancia, es responsabilidad de todos los
que enseñan en el nombre de la Iglesia eliminar tal ignorancia en
la medida de lo posible.
12. Dado que la terapia reiki no es compatible ni con la doctrina cristiana
ni con la evidencia científica, no sería apropiado para las
instituciones católicas —como aquellas encargadas del cuidado de
salud o los centros de retiro— o para las personas que representan a la
Iglesia —como los capellanes católicos— promover o prestar apoyo
a la terapia reiki.
Mons. William E. Lori (Presidente). Obispo de Bridgeport
Mons. John C. Nienstedt. Arzobispo de St. Paul y Minneapolis
Mons. Leonard P. Blair. Obispo de Toledo
Mons. Arthur J. Serratelli. Obispo de Paterson
Mons. José H. Gómez. Arzobispo de San Antonio
Mons. Allen H. Vigneron. Obispo de Oakland
Mons. Robert J. McManus. Obispo de Worcester
Mons. Donald W. Wuerl. Arzobispo de Washington
NOTAS AL PIE
(*)Traducción al español de Luis Santamaría
del Río, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas
(RIES), del original inglés
http://www.usccb.org/dpp/Evaluation_Guidelines_finaltext_2009-03.pdf),
autorizada por la Conferencia Estadounidense de Obispos Católicos
(USCCB), depositaria del copyright, que ha permitido también su
difusión.
1. Cf. Congregación para la Doctrina de la Fe,
Instrucción sobre las oraciones para obtener de Dios la curación
(14 de septiembre de 2000), I, 3: «Obviamente, el recurso a la oración
no excluye, sino que al contrario anima a usar los medios naturales para
conservar y recuperar la salud, así como también incita a
los hijos de la Iglesia a cuidar a los enfermos y a llevarles alivio en
el cuerpo y en el espíritu, tratando de vencer la enfermedad».
2. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1508.
3. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1508.
4. También se afirma que simplemente redescubrió
una antigua técnica tibetana, pero se carece de pruebas que corroboren
esta afirmación.
5. Sin embargo, como veremos más abajo, las distinciones
entre uno mismo, el mundo y Dios tienden a desmoronarse en el pensamiento
reiki. Algunos maestros de reiki explican que al final uno alcanza la comprensión
de que uno mismo y la «energía vital universal» son
uno, «que somos fuerza vital universal y que todo es energía,
incluidos nosotros mismos» (Libby Barnett - Maggie Chambers - Susan
Davidson, Reiki Energy Medicine: Bringing Healing Touch into Home, Hospital,
and Hospice [Rochester, Vt.: Healing Arts Press, 1996], p. 48; cf. también
p. 102).
6. Por ejemplo, cf. «Reiki and Christianity»
en http://iarp.org/articles/Reiki_and_Christianity.htm, y «Christian
Reiki» en http://areikihealer.tripod.com/christianreiki.html, y la
web www.christianreiki.org.
7. Los Maestros de reiki ofrecen cursos de capacitación
con varios niveles de avance, servicios por los que los maestros exigen
una remuneración pecuniaria significativa. El alumno tiene la expectativa
y el Maestro de reiki ofrece la garantía de que la inversión
que hace de tiempo y dinero le permitirá llegar a dominar una técnica
que producirá los resultados esperados.
8. Aunque esto parece implícito en la doctrina
reiki, algunos de sus partidarios plantean explícitamente que al
final no existe una distinción entre uno mismo y el reiki. «La
alineación con uno mismo y ser reiki es un proceso abierto. La buena
voluntad para dedicarse a este proceso favorece tu evolución y puede
llevarte al reconocimiento sostenido y a la experiencia final de que tú
eres fuerza vital universal» (The Reiki Healing Connection [Libby
Barnett, M.S.W.], http://reikienergy.com/classes.htm, con acceso el 6/2/2008
[énfasis en el original]). Diane Stein resume el sentido de algunos
de los «símbolos sagrados» usados en la armonización
del reiki como «La Diosa en mí saluda a la Diosa en ti»,
«Hombre y Dios llegando a ser uno» (Essential Reiki Teaching
Manual: A Companion Guide for Reiki Healers [Berkeley, Cal.: Crossing Press,
2007], pp. 129-131). Anne Charlish y Angela Robertshaw explican que la
armonización superior del reiki «señala un cambio del
ego y de uno mismo a un sentimiento de unidad con la energía vital
universal» (Secrets of Reiki [New York, N.Y.: DK Publishing, 2001],
p. 84).
9. Algunas formas de reiki enseñan la necesidad
de invocar la asistencia de seres angélicos o «guías
espirituales reiki». Esto introduce el riesgo lejano de exposición
a fuerzas o poderes malévolos.
10. Cf. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2111;
Santo Tomás de Aquino, Summa theologiae II-II, q. 92, a. 1.
APÉNDICE I
Reiki, ¿compatible con la fe cristiana?
Miguel Pastorino. Publicado en Zenit
Recientemente los obispos norteamericanos publicaron un documento sobre la incompatibilidad de la fe cristiana con la práctica del Reiki. Para profundizar en este tema, la agencia Zenit ha entrevistado al sacerdote Miguel Pastorino, quien participó de la Consulta Internacional sobre New Age realizada en la Santa Sede en 2004, dedicada especialmente a las nuevas terapias promovidas por este movimiento. El padre Miguel Pastorino es miembro fundador de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES) y actualmente es Director del Departamento de Comunicación Social de la Arquidiócesis de Montevideo (Uruguay).
- ¿Qué es propiamente el Reiki?
- No es simplemente una terapia, sino una cosmovisión religiosa,
con ritos iniciáticos y una espiritualidad panteísta que
se amalgama con elementos cristianos, y con no pocos principios esotéricos
y gnósticos, según las diversas escuelas o sistemas. El Reiki
es definido como "camino espiritual" o" sistema de crecimiento espiritual"
por varios de sus maestros. Como un "método natural de curación
por medio de la energía universal, cósmica. "Rei Ki" es un
término de origen japonés que se refiere a la "energía
vital (ki) universal (rei)" que fluye a través de una persona que
ha sido sintonizada en Reiki.
"Rei" describe el ser universal, impersonal, omnisciente, que otorga
vida, como los rayos del sol a los seres vivos. "Ki" es lo que emana del
"rei", es la energía o fuerza vital que pasa a través de
todo lo que vive. Usualmente traducen "ReiKi" como: "Energía Universal
guiada espiritualmente. El Reiki afirma que las enfermedades son siempre
ocasionadas por un "desequilibrio" en la "energía vital". Por ello
hay que encontrar "la armonía", "el equilibrio" de la energía
existente en los diferentes centros energéticos del cuerpo (chakras),
mediante la imposición de manos. Muchos de sus practicantes prometen
un gran alivio al que lo recibe, en el plano físico y espiritual,
una gran relajación y una plena sensación de paz interior...
una nueva vida.
Los centros de Reiki otorgan cursos de hasta tres y cuatro niveles:
En el primer nivel se abren los cuatro chakras inferiores, que funcionan
como canales receptivos de energía (otros autores hablan de "aprender
a sintonizar la energía" y no hablan de apertura de chakras), mediante
unas ceremonias establecidas y se aprende a usar las manos para la curación;
en el segundo grado se dan otros pasos iniciáticos y se dan a conocer
los símbolos que caracterizan la terapia Reiki, se pueden hacer
curaciones a distancia (3º símbolo). En el tercer nivel se
alcanza la maduración y se llega a la maestría, aunque actualmente
hay para ello un cuarto nivel.
- ¿Qué son los Chakras?
- Si bien no todos los sistemas de Reiki utilizan el recurso a los
chakras, la new age ha dispersado en distintas terapias alternativas el
uso de los mismos y con pretensiones de veracidad científica, que
obviamente no tienen.
Chakra es una palabra sánscrita de género masculino que
significa "rueda, círculo", es decir, los chakras son vórtices
o centros muy activos, como un torbellino, de energía cósmica
que existen en el cuerpo humano (7 principales en el hinduismo, 4 según
el budismo). Es una creencia de origen hinduista, relacionada con los 7
cuerpos (etéreo, físico, mental, astral, etéreo, sutil,
anímico). Son reflejo del cuerpo sutil, se encuentran en el cuerpo
físico, y subsisten después de la muerte y contribuyen a
la animación del feto en el instante de la reencarnación
del alma en otro cuerpo. O sea, son una creencia religiosa.
- ¿Cuál es el origen de este sistema?
- La curación por el uso de "energía" tiene una antigüedad
milenaria en Asia, pero el Reiki surgió a principios del siglo XIX
con Mikao Usui (1865-1927), decano de una pequeña universidad en
Kyoto (Japón), persona noble, virtuosa y admirada. Un maestro con
carisma de gurú, quien tuvo visiones místicas y creó
este nuevo sistema curativo, que no es sólo una técnica,
sino un camino espiritual.
Cuentan que subió al monte Kurama de Kyoto y que, en el curso
de una meditación, recibió la capacidad de canalizar la energía
universal. Usui denominó Reiki al sistema de sanación natural
que comenzó a divulgar desde entonces. Funda así en Tokio
la "Usui Reiki Rioho Gakkai", donde estableció ceremonias de iniciación
para sus discípulos.
En sus inicios el Reiki surge como una secta (Energía Vital
Universal), luego es traída a occidente (no del todo secularizada)
como una práctica curativa. Luego en 1980 se instituyó la
American International Reiki Association (AIRA), que contribuye a su difusión
en los países occidentales. El mismo nombre (Reiki) lo llevan la
secta de Usui, y la práctica presentada como "terapia alternativa
o complementaria", de ahí la no poca confusión de muchos.
Al igual que tantos otros maestros del oriente, Usui reedita algunos
principios éticos del confucianismo y de otras tradiciones asiáticas.
En la actualidad existen diversas y variadas escuelas y sistemas de entrenamiento
de Reiki, por las naturales escisiones que tuvo la versión original
al llegar a Occidente, razón por la cual es difícil hablar
de un único sistema de Reiki.
Si bien existen maestros de Reiki que lo enseñan en fidelidad
a Mikao Usui, y no tienen intenciones de engañar a nadie, no pueden
ignorar los cristianos, la incompatibilidad doctrinal de sus doctrinas
con la fe cristiana, aunque se presente como una inocua terapia. Es sabido
lo difícil que es delinear la frontera entre lo terapéutico
y lo espiritual en las disciplinas orientales. Al sostener trabajos sobre
la espiritualidad de la persona, se está incluyendo siempre un contenido
religioso implícito, aunque no se llame religión.
- En rasgos generales, ¿cuáles son los principales elementos
de la cosmovisión del Reiki incompatibles con la fe cristiana?
- En primer lugar un dualismo cósmico. De origen taoísta,
la teoría de los opuestos (Yin - Yang), viviendo en una constante
"guerra espiritual" contra las energías negativas, de las cuales
se protegen con símbolos protectores ("escudos"), que son simples
amuletos, que promueven una mentalidad mágica y supersticiosa. Y
por otra parte, subyace en sus escritos un panteísmo que reduce
a Dios a una energía que se puede canalizar si uno se concentra
y aprende las técnicas para ello.
El sincretismo es tal, que en sus oraciones al "Padre", lo llaman "Ser
universal superior" y al "Espíritu Santo" lo igualan al "Ki" o "Chi",
es decir, a la energía que pasa a través de nosotros y que
recibiríamos del universo, con lo cual Dios ya no es persona, sino
una energía que podemos "sintonizar". En algunos casos recurren
a un lenguaje pseudocientífico para explicar que a Dios no lo vemos
simplemente porque es una energía a otro nivel de frecuencia. Con
esto basta para entender que están muy lejos de la fe cristiana
y empapados de la New Age.
Semejante a algunas antropologías gnósticas sus manuales
nos hablan de una "chispa divina" atrapada en nuestra carne, y el 90% de
sus adherentes creen en la reencarnación. Por otra parte, el mismo
Jesús es nombrado como un gran maestro sanador que imponía
manos, y hasta graciosamente lo proponen como un maestro Reiki muy antiguo.
Incluyen una doctrina sobre Jesús que desfigura su identidad como
Dios hecho hombre y como único salvador, quedando como un sanador
entre tantos. El sentido cristiano de la imposición de manos no
tiene nada que ver con el uso que se hace de ese gesto en el Reiki.
Con esto bastaría para decir que nadie puede llamarse cristiano
y tener una visión así de Dios, del mundo, del ser humano
y de la vida después de la muerte. No tengo nada en contra de las
terapias de origen japonés, pero advierto siempre a los católicos
de la incompatibilidad de esta doctrina que se presenta como simple "terapia",
con la fe cristiana.
- Siendo tan complejo el mundo de las nuevas terapias alternativas,
¿Cómo discernir cuando nos alejan de la fe cristiana?
- Es necesario un serio discernimiento frente a la multitud de disciplinas
orientales importadas en occidente, ya que en el caso de que pudieran no
ser perjudiciales en sí mismas, es preciso no caer ni en un rechazo
a lo diferente por ser desconocido, ni en un concordismo ingenuo por falta
de sentido crítico y coherencia en la fe.
La mayoría de las disciplinas orientales traídas a occidente
en la segunda mitad del siglo XX (Yoga, Artes Marciales, Meditación
Zen, Tai Chi Chuan, Chi Kung, etc.) gozan del testimonio benéfico
que han dejado a sus practicantes. Y es que, practicadas dentro de una
buena purificación en contenidos y un serio discernimiento, no le
es problema a un cristiano practicar cualquiera de ellas, salvo cuando
se incluye en el aprendizaje elementos doctrinales y espirituales. Una
dificultad en la actualidad es que muchas de ellas están siendo
reencantadas con espiritualidades esotéricas promovidas por la Nueva
Era. Hay que discernir caso por caso, y una importante "vacuna" para un
buen discernimiento es una profunda experiencia de fe en Jesucristo y una
sólida formación cristiana.
- Los obispos norteamericanos declaran la invalidez científica
del Reiki. ¿Qué opina al respecto?
- Es claro que no tiene validación científica, al igual
que muchas otras terapias importadas de Oriente, y mucho menos lo tienen
las pseudoterapias promovidas por la Nueva Era. Creo que se da una situación
peligrosa cuando una persona abandona un tratamiento médico por
sumergirse en un sinfín de terapias extrañas y sin validación
científica. Uno de los problemas ocasionados por algunos maestros
del Reiki, es que prometen curarlo todo, y es obvio que no es cierto.
El Reiki contradice todos los adelantos científicos en materia
médica. Cree encontrar las causas de todo lo malo en desequilibrios
energéticos, espirituales y psicosomáticos. En este sentido
hay mucho de dogmatismo, falta de seriedad, de discernimiento y honestidad
en este tipo de afirmaciones. Las llamadas "terapias complementarias",
entre las que hoy se incluye el Reiki gozan de buena propaganda, pero no
todas son igualmente serias y además no siempre son tan "efectivas"
como prometen. Es verdad que la medicina tradicional no se ha abierto demasiado
a nuevos paradigmas en su campo, pero también es verdad que hoy
cualquiera se proclama "terapeuta" y no se sabe ni de qué disciplina,
ni dónde se graduó, ni si es veraz lo que dice.
Con todos los avances científicos y la presencia de nuevas formas
de religiosidad desinstitucionalizada se vuelve difícil la delimitación
conceptual, y así, la frontera entre la ciencia, lo mágico,
lo paranormal y lo religioso parece diluirse en un magma gnóstico.
Muchos se confunden por la gran desinformación que hay al respecto
de todo este tema.
- Usted es uruguayo. ¿Cómo es la situación en su
país?
- La moda sociocultural de Nueva Era es el principal distribuidor de
Reiki en nuestro país, y la mayoría de sus centros de curación
son verdaderos centros de espiritualidad oriental, sincréticos,
donde sus practicantes terminan creyendo en la reencarnación, y
que forman parte del gran ser universal, impersonal y energético.
En lugar de dar fe a la gracia de Dios, dan fe a la energía que
todo lo invade y cuya ausencia deteriora los seres. Jesucristo aparece
relativizado como un sanador más dentro de la historia de la humanidad
al ser igualado a "otros" Budas (iluminados), y se ve alterada su identidad
al no ser reconocido como Dios mismo entre nosotros.
Al igual que muchas de las disciplinas promovidas por la New Age, el
Reiki va acompañado de una serie de manuales, y materiales teóricos
que van minando el cristianismo con un sincretismo que relativiza las bases
de la fe cristiana detrás de una fascinación búdica
y hasta esotérica. Por su propia modalidad se presenta como "no
religioso", cuando todos los temas que toca y sobre los que pretende traer
una novedad son medularmente religiosos.
Muchos cristianos sedientos de paz, de armonía, de seguridad,
de sanación interior y física han salido a buscar en oriente
(cuando no en la caricatura consumista que ha hecho la New Age de las milenarias
tradiciones orientales), lo que no han encontrado en un occidente más
frío, racionalista, resecado por el secularismo, y vacío
de espiritualidad. Las iglesias históricas han quedado a veces presas
del paradigma moderno y de una teología secularizada, volviéndose
incapaces en la práctica de dar respuesta a la sed espiritual de
nuestro tiempo. Por otra parte, el mercado religioso está en "la
última" novelería para el ansioso consumidor de nuevas experiencias
espirituales disfrazadas de "terapias", llevando así la delantera
en la pugna por ofrecer respuestas a las necesidades "espirituales" más
urgentes.
No puedo tampoco generalizar, porque hay muchos católicos, que
ignorando las incompatibilidades doctrinales, se aventuran en caminos espirituales
que creen complementarios, y han encontrado allí algo de paz y bienestar
espiritual. Esto es cierto, pero no hay que dejar de decir que tarde o
temprano por esos caminos se alejan del Evangelio. Esta situación
nos interpela en cuanto a nuestra misión evangelizadora. ¿Por
qué tienen que ir a buscar a otros pozos de agua lo que en Jesucristo
colmaría toda su sed de plenitud?
- Algunos lo incluyen el Reiki dentro de las sectas. ¿Qué
opinión le merece?
- No es una secta, pero el tema es complejo. Las personas que lo practican
tienen muy buenas intenciones: mejorar su vida y la de los demás,
ser canales del "amor" (cósmico y divino), ser instrumentos de "sanación".
Y muchos otorgan sus sesiones gratuitamente porque la bondad no se cobra,
lo cual es un signo de la renovación ética y espiritual que
se produce en muchos de estos ambientes, lo cual es algo muy positivo.
Pero por otra parte, como todo lo vinculado a la New Age, se está
convirtiendo en nuevo negocio religioso para muchos. Nos estamos plagando
de maestros Reiki que cobran hasta dos mil dólares un nivel superior,
cursos carísimos que gozan de buena reputación en centros
de Fitness. Si uno mira las propagandas de varios centros en Montevideo
tienen testimonios de lo que el Reiki ha hecho en su vida, su búsqueda
espiritual y el Reiki aparece como la respuesta, hasta venden amuletos
con signos que atraen energía... También dicen "es compatible
con cualquier religión", porque todo sincretismo religioso así
se presenta: "todo es complementario", aunque estén frente a lo
opuesto. Muchos nuevos movimientos religiosos sincréticos se presentan
como "complementarios", cuando en realidad se pretenden sucedáneos
de las religiones tradicionales.
Muchos son los que detrás de la fachada de una simple terapia
han encontrado un maestro espiritual que los escucha, una comunidad que
los acoge, un ambiente de paz y armonía, una nueva religión
que por no ser institucional dicen que no es religión. En todo caso
habría que decir que no es una Iglesia, o una secta, pero alcanza
con leer los manuales para ver que una cosmovisión como ésta
es una propuesta religiosa con doctrina, culto y espiritualidad. Es así
como podemos ver en un practicante de Reiki los rasgos psicológicos
de un "recién convertido": el fanatismo, el deslumbramiento y la
paranoia persecutoria hacia quienes quieren cuestionar "algunos aspectos"
de su nuevo descubrimiento. Cuando uno los escucha hablar no hablan de
cuestiones terapéuticas sino espirituales.
No hemos de condenar las buenas intenciones de tanta gente que quiere
mejorar su calidad de vida, pero los cristianos podemos caer en la tentación
de pedir prestada la espiritualidad o importarla de Asia, por haber secado
nuestro propio pozo. No en vano la Santa Sede ha llamado al documento sobre
el New Age: "Jesucristo portador del agua viva", llamándonos frente
a la Nueva Era a redescubrir nuestra propia espiritualidad genuinamente
cristiana, que no siempre hemos cultivado en profundidad.
Además con los grandes problemas en los que estamos sumergidos,
en el angustiante y alienante anonimato en que vivimos, muchos pagan a
cualquier precio sentirse importantes, sentirse especiales, siendo un maestro
energético o un sanador... Ahora todos quieren ser un gurú.
- ¿Qué desafíos presenta a la Iglesia este tipo
de terapias promovidas dentro de los mismos creyentes?
- La respuesta a muchos de estos problemas dentro de nuestra Iglesia
se solucionan con una renovación espiritual, con una conversión
verdadera, y hoy es un tiempo propicio para el primer anuncio y para un
catecumenado de adultos que inicie realmente a los católicos en
la vida de Cristo y en los misterios de nuestra fe. Porque como afirmaron
los Obispos Latinoamericanos en Aparecida, una fe católica reducida
a bagaje cultural, a elenco de normas morales y practicas devocionales,
a una práctica ocasional en algunos sacramentos... no resistirá
los embates del tiempo. Nuestra mayor amenaza es el gris pragmatismo de
la Iglesia en la cual aparentemente todo procede con normalidad, pero en
realidad la fe se va desgastando.
La respuesta a muchos de los problemas actuales es tener un verdadero
encuentro profundo y existencial con Jesucristo vivo, que cambia las vidas
de las personas y centrar la vida pastoral en la fuente inagotable de la
vida cristiana que es Jesucristo mismo. Es necesaria una verdadera conversión
pastoral, que nos haga caer en la cuenta que no podemos descuidar lo esencial.
Tal vez como cristianos hemos hablado poco y casi nada a nuestros hermanos
sobre el amor que Dios nos tiene, sobre nuestra realidad de seres únicos
e irrepetibles, sobre la gracia, sobre la vida de Dios que se derrama en
nosotros, sobre la necesidad de ser sanados de nuestras heridas espirituales,
psíquicas y físicas; y tal vez este tipo de cosas nos digan
que hemos dejado unos cuantos espacios vacíos que otros vinieron
a llenar.
Hoy son muchos los que manifiestan su hambre y sed de crecimiento espiritual,
especialmente en países de secularización avanzada. Estoy
muy feliz de ver como en muchos lugares del mundo se está
despertando una renovación espiritual dentro de la Iglesia,
que sin lugar a dudas es la mejor vacuna para muchos de los desafíos
actuales.
APÉNDICE II
Qué es el reiki, y criterios para su valoración.
Padre Luis Santamaría.
¿Qué es el reiki? ¿El reiki es efectivo y logra
los resultados que promete? ¿Es una simple técnica, o algo
más? ¿Puede alguien compatibilizar una creencia religiosa
común con la práctica del reiki? En algún boletín
anterior hemos ofrecido información sobre este tema, y ahora volvemos
a hacerlo, de la mano de dos artículos que Luis Santamaría,
estudioso de la nueva religiosidad y miembro de la RIES, ha publicado en
la revista religiosa En Acción Digital, que ya fueron reproducidos
en el nº 41 de Info-RIES y que presentamos fundidos a continuación.
Hace poco alguien me comentaba que se ha hecho instructor de reiki,
lo que me ha llevado a escribir algo sobre esta “técnica de sanación”.
No es un caso aislado, sino que cualquiera que se fije a su alrededor puede
caer en la cuenta de cómo se extienden ofertas de cursos de reiki
en nuestras ciudades. ¿Qué es el reiki? ¿Un arte marcial?
¿Una secta? ¿Una nueva espiritualidad?
Qué es
En principio, tiene algo de todo esto. Vamos a verlo más despacio.
Se trata de una técnica de sanación muy difundida en Occidente
por la atmósfera de la Nueva Era. Se basa en la “energía
vital universal”, y de ahí su nombre: “ki” significa energía
vital, y “rei”, universal. Esta energía, que se puede emitir por
las manos, tiene potencia sanadora. Y las enfermedades son, para los defensores
del reiki, trastornos de naturaleza espiritual, no orgánica ni física.
En la publicidad de un centro hemos podido leer que se trata de “una terapia
complementaria a la medicina tradicional”.
Su iniciador fue el japonés Mikao Usui (1865-1926), y su divulgadora
más importante fue Hawayo Takata (1900-1980). Según parece,
Usui fue un profesor cristiano que quiso averiguar cómo llevó
a cabo sus curaciones milagrosas Jesucristo, y el estudio de la teología
cristiana le defraudó. Fue en el Tíbet, y después
en Japón, donde aprendió la técnica de sanar, después
de una visión mística en la que le fue revelada. Entonces
fundó la secta que esparciría su descubrimiento al principio
por todo el mundo, aunque en Occidente lo hiciera de una forma más
“secularizada”, con menos apariencia religiosa, como si se tratara de una
técnica sanadora sin más, en el ambiente holístico
de la Nueva Era. Después de la muerte de Takata, el reiki se dividió
en dos ramas principales, una dirigida por Barbara Weber Ray, y otra fundada
por Phyllis Furumoto, nieta de Takata.
De hecho, son multitud los grupos y sectas que son deudoras del “descubrimiento”
de Mikao Usui, a lo largo de todo el planeta. En España, por ejemplo,
podemos encontrarnos con la Alianza Española de Reiki (vinculada
al movimiento del gurú Maharaj Ji), el Centro Shambalaluz, la Comunidad
de Maestros de Reiki, y otros centros que simplemente añaden el
nombre de la ciudad a la palabra reiki. Y ofrecen el aprendizaje de diversos
tipos de reiki: Usui Japonés, Tibetano, Tántrico, Karuna,
Sekhem-Seichim, Egipcio, Bioreiki... como podemos leer en su propaganda.
Consta de cursos breves en los que el interesado asciende en los cuatro
niveles que tiene.
El primer nivel consiste en la autosanación y en la posibilidad
de transmitir la energía a personas allegadas. El segundo hace un
terapeuta de su practicante, que aumenta su capacidad energética
hacia los demás. En el tercer nivel, espiritual, uno se conecta
con la energía superior, “nuestra esencia interior, que es nuestra
guía para el crecimiento espiritual”. Y, por último, el cuarto
nivel o del maestro está indicado para los que quieran transmitir
y enseñar a otros esta técnica de sanación. Los principios
del reiki, establecidos por su fundador, son: “no te enfades, no te preocupes,
da gracias, trabaja honestamente, se amable”.
“El Reiki equilibra y restaura la energía del organismo y favorece
la capacidad del cuerpo para sanarse a si mismo, armonizando tanto el cuerpo
como la mente. A nivel psicológico, el Reiki sumerge al paciente
en un profundo estado de relajación y paz, muy beneficioso en casos
de depresión o estrés y permite profundizar más en
los procesos mentales que nos mantienen atados a nuestros problemas. A
nivel físico el Reiki calma el dolor, refuerza el sistema inmunológico
y fortalece el cuerpo ante cualquier enfermedad. Reiki jamás puede
producir ningún daño, puesto que es la energía del
universo y sólo fluye en las cantidades requeridas por el receptor”,
afirman en su propaganda. Además, añaden, puede emplearse
en animales y plantas.
Se basa en los chakras o centros energéticos del cuerpo humano
(creencia de origen hindú, muy difundida en los diversos nudos de
la red de la Nueva Era), y en equilibrarlos en armonía para lograr
todo eso que se dice en el párrafo anterior. La cuestión
es canalizar adecuadamente la energía universal con la ayuda de
un maestro, de alguien que haya alcanzado el cuarto nivel del reiki.
Algunas valoraciones
Lleba el momento de indicar algunos elementos para su valoración.
¿Qué ha de pensarse del reiki? ¿Funciona? ¿Es
magia, ciencia o religión? ¿Qué debe pensar un cristiano?
En primer lugar hay que observar su carácter sanador. El reiki no
sustituye a la medicina tradicional (alopática) ni pretende hacerlo,
puesto que se sitúa en un nivel diferente. Por ello, y porque no
tiene ninguna fundamentación científica, para el experto
argentino Roberto A. Federigo, miembro de la RIES, se trata de una práctica
mágica. Afirma que “el Reiki dice administrar y trasmitir una supuesta
energía sobrenatural para un beneficio, y el supuesto control de
una fuerza de igual naturaleza para diversos fines, se conoce como magia”.
Por ello, concluye que “es sólo una creencia mágica primitiva,
y como toda magia carece de efectos comprobables”.
No es ciencia ni medicina, por lo tanto. Sin embargo, por todas partes
podemos ver testimonios de efectos positivos en las personas que lo practican.
De hecho, esto ocurre con muchas otras técnicas orientales, cuyos
resultados benéficos sobre el organismo y psiquismo humanos son
conocidos. Ocurre con el yoga, la meditación, el tai chi, ejercicios
de relajación, etc. El reiki es un producto más del complejo
universo de la Nueva Era, que engloba y mezcla creencias y prácticas
de las más diversas procedencias, con el punto de unión de
lo “espiritual”, sin concretar mucho de lo que se habla cuando se emplea
este término. Desde luego, sin la institucionalización religiosa
tradicional.
¿Puede considerarse como algo religioso? El mensaje que transmiten
los instructores de reiki y su propio contenido es de carácter eminentemente
oriental, pero podemos observar un hábil sincretismo con elementos
de origen cristiano. Los textos de sus manuales hablan de la energía
como de algo divino que habita en el interior del hombre, además
de tener presencia y alcance universal. Por ejemplo, podemos leer: “El
Padre que es amor incondicional, que nada pide, que todo lo da, que llega
a todo ser que lo necesita, que cicatriza nuestras heridas, sana las angustias,
las tristezas, el desamor, el desequilibrio, la desesperanza, el dolor,
la amargura, la impotencia, la desesperación, porque su amor todo
lo puede, e impregna cada cuerpo, cada chakra, cada rincón de tu
ser restaurándolo con la energía sanadora del amor y llevándote
a un estado distinto, superior, sutil, reconfortante. La experiencia de
reiki es individual, pero en todas vas a encontrar esa cuota divina, que
no es tuya ni mía, que pasa a través de nuestras manos, y
que es la esencia de todo, pues el amor está siempre como causa
subyacente de todas las cosas”.
Aunque la inmensa mayoría de los autores que lo promueven insisten
en que no se trata de un movimiento religioso y que sus prácticas
no constituyen una actividad de carácter religioso en sentido estricto,
sin embargo sí tiene componentes religiosos según los autores
de un estudio publicado en Italia (J.G. Melton y A. Menegotto, Reiki: tecnica
o religione?, 2005), dentro de la configuración típica de
la nueva religiosidad, liberada de dogmas y preceptos, desinstitucionalizada.
Así lo constatan en sus doctrinas y prácticas, y afirman
que “se sitúa ciertamente en una delicada zona de límite
a lo largo de la ‘frontera de lo sagrado’ y vive en una continua ambigüedad
en las relaciones técnica-religión, profano-sagrado, material-espiritual,
cuerpo-espíritu. Parece adaptarse bien a él la categoría
de ‘cuasi-religión’, elaborada con particular referencia al contexto
estadounidense para describir una serie de experiencias que no participan
totalmente de las categorías de clasificación ordinarias
de ‘religión’”.
¿Y qué debe hacer ante esto el cristiano? El discernimiento
es difícil, ya que hay que observar con profundidad para ver si
lo que se está empleando es una mera técnica física
o psíquica, o si la práctica del reiki conlleva un contenido
irrenunciable que choque con la espiritualidad evangélica. Además,
según el teólogo uruguayo Miguel Pastorino, miembro de la
RIES, “el desafío para los cristianos que practican no es nada fácil,
de hecho el Yoga y las Artes Marciales, el Tai Chi y el Chi Kung ya han
sido bastante purificados gracias a varias décadas de existencia
en un contexto secularizado, pero no es este el caso del Reiki que además
cuenta con todos los patrocinadores del movimiento Nueva Era”.
Este experto señala que es propio de la cultura oriental no
disociar la práctica de estas disciplinas originadas allí
de la doctrina que las sustenta y les da sentido. Y el reiki trae consigo
una cosmovisión dualista, la creencia en el Absoluto como una energía
personal, la posibilidad de todos los hombres de sanar, la reencarnación,
y un largo etcétera. ¿Puede aceptar esto normalmente un creyente,
ya sea oriental u occidental, que profese la fe en un Dios creador personal,
que se ha encarnado en Jesucristo como mediador salvífico para todos
los hombres y que ha resucitado como cabeza de la humanidad entera? Más
bien parece que no.
Pastorino señala que “el Reiki va acompañado de una serie
de manuales, y materiales teóricos que van minando el cristianismo
con un sincretismo que relativiza las bases de la fe cristiana detrás
de una fascinación búdica y hasta esotérica”. No es
algo inocente, y por eso debemos estar atentos, viendo lo que suele haber
detrás (además de sospechar del negocio, algo muy común):
“el Reiki está entrando en la corriente de pensamiento de los que
preparan el advenimiento de la Era de Acuario y la superación del
cristianismo por una espiritualidad universal sin iglesia, sin mediaciones,
donde cada uno experimentará su propia autodivinización (comenzando
por la autosanación, etc.)”.
¿Por qué tanta gente se acerca a este método de
sanación, que abarca grandes cuestiones del sentido de la vida?
Porque esa sed está ahí, aunque lo queramos negar. Y el reiki
es atractivo y misterioso, y no muy difícil de realizar por cualquier
persona interesada. ¿Y los cristianos? ¿Por qué acuden
a esta práctica? Es una buena pregunta, pues habiendo conocido al
que da la verdadera agua de la vida, es extraño que busquen fuera
de su rica tradición religiosa algo que sacie su ansia de infinito...
¿O es que no han experimentado nada en su vivencia cristiana? Jesucristo
pasó por el mundo haciendo el bien, curando enfermedades y dolencias,
y hoy sigue sanando y salvando, también a través de su Iglesia.
APÉNDICE III
El reiki es una práctica mágica sanadora
Roberto A. Federigo. Publicado en Catholic.net
El experto argentino en sectas Roberto A. Federigo, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES) y consultor sobre estos temas en Catholic.net, publicó hace un tiempo un artículo divulgativo sobre el reiki desde la perspectiva cristiana, que reproducimos a continuación.
1. Biografía de Mikao Usui
Mikao Usui nació el 15 de agosto de 1865 en Japón y creció
en Taniai-mura (Miyama-cho) Yamagata-gun Gifuken. Su padre fue Uzaemom
y su madre de la familia Kawai. En 1869 Usui ingresó al monasterio
Tendal, donde aprendió Oi gong hasta su adolescencia. En 1892 pasó
de la secta Tendai al budismo Shingou. A pesar de su vida pobre, viajó
a China, Estados Unidos y Europa y se formó académicamente.
Tuvo conocimientos sobre medicina, historia, psicología y sobre
los dogmas y doctrinas de las religiones mundiales especialmente sobre
el Kyoten (enseñanzas budistas).
Fue misionero, empleado del gobierno, comerciante, periodista y Secretario
del Alcalde de Tokio. También formó parte del gobierno de
Taiwán de Kodama Gentaro. Usui contrajo nupcias con Sadako Suzuki
con quien tuvo dos hijos, uno varón llamado Fuji (1908 – 1946) y
una hija sobre la que no se tiene datos. Poco después del nacimiento
de sus hijos la familia de Usui se vio fragmentada posiblemente por el
interés de éste en la religión cristiana, las sectas
budistas y el esoterismo. Fue por estos motivos que Usui decidió
buscar el “Anshin Ritsumei” (Mente en Paz).
En 1918 comienza a adiestrarse en el budismo Zen, actividad que le
llevará tres años. Debido a no poder lograr lo que en el
Zen se denomina el Satori (iluminación), Usui se marcha a “Morir
una vez”, de acuerdo a la contestación a su interrogante por parte
de su maestro. Inmediatamente abandona a su familia y se retira al monte
Kurama a realizar una práctica de meditación llamada “shyo
gyo”. En este monte permanecerá por 21 días.
Luego de sentir un gran Reiki sobre su cabeza encontró el Satori
y adquirió el poder de sanación llamado Reiki Ryoho. Se dice
que luego de esto regresó a su hogar y curó a su esposa que
se encontraba enferma. Usui decidió compartir su logro con todo
el mundo haciendo accesible el conocimiento del nivel Shoden. En abril
de 1922 Usui creó el Usui Reiki Ryoho Gakkai (Sociedad Usui Reiki
de Método de Sanación) e inauguró su primer clínica
en Aoyama, Tokio, donde enseñó y practicó Reiki. Se
instruyó aun más en budismo Shinto, Mahayana y descubrió
el Reiju (método de fuerza) y el Hatsurei – ho (limpieza de cuerpo,
mente y espíritu). Dio por primera vez Reiju en Harajaku, Tokio
en 1922.
Originalmente Usui aplicaba sus técnicas intuitivamente sobre
las zonas doloridas de sus pacientes, pero luego se vio obligado a crear
un método que volcó en los manuales llamados “Usui Reiki
Hikkei”. Después del terremoto de 1923, Usui practicó sus
métodos en varias víctimas de la catástrofe. Debido
a su supuesto éxito, en 1925 mudó su centro a Nakano, y desde
allí comenzó a desplegar el Reiki por todo Japón.
Murió el 9 de marzo de 1926 de un infarto en uno de sus viajes
a un pueblo llamado Fukuyama en Hiroshima. Se estima que enseñó
Reiki a más de 2000 estudiantes, entre ellos 17 fueron Shinpiden
(maestros de nivel) y algunos de ellos eran: Jusaburo Ushida (Gyuda), Kanichi
Taketomi, Chujiro Hayashi, ltoichi Wanami, Yoshiharu Watanabe, Toshihiro
Eguchi, Masyuki Okada.
2. Usui Reiki Ryoho Gakkai
La Sociedad Usui Reiki de Método de Sanación fue fundada
en abril de 1922 y aun existe. Sus miembros fueron: 1- Mikao Usui (1865-1926).
2- Jusaburo Ushida (Gyuda) (1865-1935). 3- Kanichi Taketomi (1878-1960).
4- Yoshiharo Watanabe. 5- Hoichi Wanami (1883-1975). 6- Srta. Kimiko Koyama
(1906, retirada en 1998, fallecida en 2000 - primera mujer). 7- Masayoshi
Kondo (miembro actual). Se reúnen semanalmente en Tokio y llaman
a estas reuniones “Shuyo kai” y dos veces al año en las sucursales.
En estas reuniones hacen Hatsurei – ho, recitan poesía Waka y los
principios Reiki.
El Hatsurei – ho es una ceremonia en la cual un Shinpiden (maestro)
da a los estudiantes Reiju (sintonización) que servirá para
purificar y abrir más los canales Reiki. La sociedad es cerrada
y el manual utilizado es el Reiki Ryoho No Shion (Guía de sanación
Reiki). Cualquier persona puede estudiar el Shoden o primer nivel, no obstante
los niveles más avanzados sólo se otorgan a quien demuestra
condiciones. El segundo nivel es llamado Okuden y algunos estudiante pueden
tardar hasta diez años para alcanzarlo. El Shinpiden o Nivel Maestro
es dado pocas veces y en esta sociedad sólo seis lo han logrado
de 500 miembros.
3. Reiki
Reiki dice ser un método de sanación que utiliza la Energía
Universal de Vida. Esta energía sería guiada por una conciencia
superior que algunos conocerían como Dios o su propio “ser superior”.
Esta energía no es producida por el sanador sino por el mismo ser
superior. Quien practica Reiki, considera que todo lo existente es energía,
desde el pensamiento hasta los elementos, y nosotros somos una irradiación
de esa energía. Este “campo electromagnético” que produce
la energía y nos rodea, estaría compuesto por varias capas
que nos rodean, y con el paso de nuestras vidas se iría nutriendo
de traumas y problemas emocionales que quedarían atrapados como
en una red, la cual crearía bloqueos en el flujo de la Energía
Universal de Vida.
Esta Energía sería esencial para la vida, e incluso más
importante que el aire y el agua. Sería entonces la sanación
Reiki la que ayudaría al flujo de la energía a desbloquear
los problemas energéticos que serían los indicadores de la
enfermedad física. Sus cinco principios, establecidos por Mikao
Usui son:
1- Sólo por hoy, no te enojes.
2- Sólo por hoy no te preocupes.
3- Honra a tus padres, maestros, y ancianos.
4- Gana tu vida honradamente.
5- Demuestra gratitud a todos los seres vivientes.
4. Utilización del sistema curativo Reiki
El tratamiento de Reiki consiste simplemente en la colocación
de las manos por parte del reikista sobre el cuerpo del paciente con el
único fin de lograr que la energía fluya. Sería dejar
que la energía fluya entre dos o más personas, con el único
propósito de compartir la sanación. El Reiki puede también
auto – aplicarse. Existe un conjunto de posiciones para las manos que se
enseña tradicionalmente, no obstante no es necesario seguir estas
posiciones. Ante una zona determinada que el reikista considere de interés,
este puede mantener sus manos sobre ella por el tiempo que considere necesario.
Los sistemas varían de acuerdo al reikista, pero mayormente
se trabaja en una primera sesión que se llama “limpieza de los 21
días” y se supone que en este período la energía trabaja
limpiando un “chakra”, comenzando por el chakra raíz y culminando
por el de la corona. Esta energía fluiría tres veces a través
de los chakras en el transcurso de tres semanas.
Luego se efectuaría un “alineamiento” en el que la energía
trabajará a un nivel mayor. Algunos reikistas consideran que además
de curar, el Reiki ayudaría a conectarnos con nuestros Guías
Espirituales y con los Ángeles.
5. Teurgia y taumaturgia
Antes del arribo de la filosofía budista a Japón, existía
en esas islas un tipo de religiosidad primitiva y similar a otras de otros
pueblos arcaicos. Ésta se denomina shintoismo y es llamado así
en el siglo VIII, para diferenciarse del budismo. Surgió del culto
a la naturaleza de las religiones populares, y esto se refleja en ceremonias
que invocan a los poderes misteriosos de la naturaleza. En 1945 el shintoismo
estatal (que creía al emperador descendiente del dios sol) perdió
su rango oficial y en la actualidad el culto es privado.
El ser humano primitivo, en su concepción de las fuerzas de
la naturaleza arribó a una instancia en que creyó mediante
diferentes prácticas el poder apaciguarlas lo que devino en la creencia
de poder controlarlas. A ello se lo denomina magia o teurgia (hechicería).
En el estudio de la mente religiosa primitiva será útil puntualizar
que en ocasiones se entiende por religión y magia exactamente los
mismo, al no haber evidencias realmente demostradas para determinar una
disociación.
Se ha manifestado que religión y magia son una misma, asimismo
que la dualidad magia - religión es subsiguiente a un período
más primitivo, en el que ambas prácticas se hallaban involucradas.
Magia y religión consistirían en este caso, como afirmó
Przyluski, en las dos diferencias de determinada actitud anterior a la
magia y a la religión. Si bien se sostiene que ambas proceden una
de la otra, se discute cuál de ellas dio origen a la otra.
Frazer sostuvo que la magia sería más antigua que la
religión, a la vez alegó que aquella es un fenómeno
mágico, y no religioso. Entonces, la religión involucra al
hombre en un vínculo de reciprocidad desigual con la divinidad,
manifestación propia del hecho religioso, entretanto que la magia
no se detiene en la adoración de ningún ser. De acuerdo a
V. F. Sokovieds los procedimientos mágicos se subdividen de la siguiente
manera: Acto mágico individual. Ceremonia mágica colectiva.
Dentro de ellas se encuentran las protervas y las profilácticas.
Las protervas son las magias de: Contacto: talismanes, drogas, etc. Inicial:
maldiciones a distancia. Parcial (contagiosa): maldiciones a un objeto
tomado del supuesto perjudicado. Imitativa: hechizar un objeto similar
al cual se quiere hechizar.
Las profilácticas son las magias: Ahuyentativa (apotropeica):
amuletos contra diferentes males. Purificadora (catártica): abluciones
y fumigaciones. La clasificación de los procedimientos mágicos
por su finalidad se subdividen en las siguientes magias: Perjudicial (negra).
Guerrera. Medicinal. Amorosa. Profesional. Agrícola. Algunos investigadores
como Potebña consideran discriminar también la magia verbal
y Tókarev, la diferencia entre mancia y magia.
Entonces, el Reiki que dice ser un método de sanación
que utiliza la Energía Universal de Vida, y que ésta energía
sería guiada por una conciencia superior que algunos conocerían
como Dios o su propio “ser superior”, cree estar administrando esa energía
a través de las manos del reikista. El Reiki dice no ser ni querer
reemplazar la medicina tradicional o alópata. La medicina alópata
es la terapéutica cuyos medicamentos provocan en el organismo sano
fenómenos distintos de los que caracterizan las enfermedades en
que son empleados y es científica porque la ciencia es conocimiento
verdadero de las cosas por sus principios y causas (cuerpo de doctrina
ordenado y formado con sujeción a un método que constituye
un ramo particular del saber humano).
Considerando que no es y dice tampoco querer reemplazar la medicina
tradicional o alópata y carecer de sustentación científica,
no obstante afirmar sanar, arribamos a la conclusión de que el Reiki
es una práctica mágica.
6. Antecedentes: los grupos curativos de la época
Sanadores protestantes: Se estima que predicadores como Evan Roberts,
fueron los que conformaron el pentecostalismo en los Estados Unidos, alrededor
del año 1903, no obstante su surgimiento fue paulatino entre 1770
y 1870. Son iglesias libres y escindidas de las Bautistas y Metodistas.
Desde el punto de vista doctrinario y dogmático creen que en sus
reuniones se manifiesta el Espíritu Santo. Conservan el dogma de
la Trinidad y la Divinidad de Cristo. Advierten que la Iglesia Católica
está corrompida y practican la imposición de manos, glosolalia
(hablar en lenguas) y liberaciones (exorcismos).
Sanadores Nuevo Pensamiento: En 1879 Mary Baker Eddy (1821-1910) funda
La Scientist Church of Christ (Iglesia Científica de Cristo, Iglesia
del Cristo Científico o Ciencia Cristiana). Nacida en Nueva Inglaterra
en una granja de New Hampshire en 1821, su niñez y parte de su vida
de adulta, fueron marcadas por padecimientos en su salud. Aunque sus valores
puritanos le motivaban a leer La Biblia a diario, pasó muchos años
buscando métodos terapéuticos disponibles en su época.
Esta última razón la llevó a convertirse en una paciente
de Phineas Parkhurst Quimby cuya "medicina libre" le influyeron notablemente
en sus técnicas curativas del futuro.
Qumby fue un sanador influenciado por filósofos idealistas como
Ralph W. Emerson, que aplicó el mesmerismo para sus sanaciones.
Eddy, visitó a Quimby en 1862 virtualmente inválida, y supuestamente
con la ayuda del doctor su salud mejoró rápidamente. El cambio
fue instantáneo y su dolor y debilidad desaparecieron.
Durante varios años de frecuentar las técnicas de Quimby,
se volvió profundamente interesada en su teoría de la cura
de las enfermedades. Influenciada por los ensayos de este, escribió
los propios y los sometió a él para su inspección
y corrección. Tiempo después comenzó a dar algunas
conferencias públicas de su sistema curativo en Warren, Maine, anunciando
su programa como “la ciencia espiritual de P. Quimby”. Después de
la muerte de Quimby en 1866, Eddy continuó enseñando las
nuevas ideas y métodos, hasta que organizó su trabajo para
hacerlo público.
En 1875 publicó un libro que llamó Ciencia y Salud, de
cual afirmó que era una filosofía de curación de la
que ella exigió ser la descubridora, criticando al “magnetismo animal”
de Quimby y al espiritismo. La idea de la no existencia del mal, y que
el “magnetismo animal” es un pensamiento erróneo, que lleva a la
ilusión del mal, la lleva a deducir que la enfermedad es, simplemente,
el temor del inconsciente ante el ritmo desbocado del universo y que el
hombre no es material: es totalmente espiritual. Estas ideas similares
en algunos puntos a las de Quimby llevarían a formar muchos grupos
como la Universidad de Ciencia Metafísica Emma Hopkins (1887), Ciencia
Divina (1887), Unidad (1888-90) y Ciencia Religiosa Internacional (1927),
que formarán parte de la denominada Alianza Internacional del Nuevo
Pensamiento.
Particularmente la Ciencia Religiosa Internacional, fundada por Ernest
Holmes influenciara a través de su hermano Fenwicke L. Holmes a
Seicho-No-Ie (Verdad de Vida) un grupo japonés fundado por Masaharu
Taniguchi (1893-1985) en 1930, que pondrá también énfasis
en los métodos sanadores no tradicionales. No es nuestra intención
comprobar o demostrar algún tipo de relación entre Usui Reiki
Ryoho Gakkai y Seicho-No-Ie, no obstante, sí es uno de nuestros
fines subrayar como antecedente, que las influencias proporcionan la carencia
de originalidad en los métodos terapéuticos no convencionales,
aparecidos en un período socialmente proclive para que estos se
crearan y trascendiendo las distancias lejanamente geográficas.
Muchos afirman que el Reiki es de raíces milenarias, y que fue
redescubierto por el Doctor Mikao Usui, y es posible que así sea,
si consideramos que para esa época algunos países asiáticos
como Japón, aun no abrían, culturalmente hablando y en lo
que al común de su población se refiere, sus puertas a la
cultura y ciencias occidentales. El Reiki es entonces una práctica
primitivamente mágica, con influencias de otros grupos sanadores
muy presentes en la época.
7. ¿Por qué se popularizó el Reiki en América?
El movimiento pseudo-espiritual y contracultural llamado Nueva Era (New
Age) nacido en los Estados Unidos a partir de las doctrinas teosóficas
y los movimientos contraculturales de los años sesenta, evidencia
erigirse como polo opuesto o paradigma del cristianismo institucionalizado
u oficial. El cristianismo original de una época en la que las poblaciones
agrarias demostraban un afecto hacia la vida comprometida con su prójimo
y en comunidad, contrastaba a principios del siglo XX con el crecimiento
de las primeras grandes urbes, y con el arribo de las masas de campesinos
en búsqueda de un nuevo horizonte en sus vidas. La era industrial
necesitaba de una actitud espiritual poco comprometida y que representara
el individualismo del capital privado en su versión religiosa.
Las primeras manifestaciones de religiosidades occidentales portentosas
serán exteriorizadas por el protestantismo en su rama Pentecostal
y por el Nuevo Pensamiento en Phineas Quimby y los grupos sucedáneos.
No es casual que se haya gestado en casi una misma época al Nuevo
Pensamiento y el Fundamentalismo Protestante (1) como dos caras de una
misma situación sociocultural. La taumaturgia y el curacionismo,
influyentes en la época darán por resultado el surgimiento
de muchos grupos metafísicos relacionados con el Nuevo Pensamiento
y también del Evangelismo Pentecostal, conexo al protestantismo
fundamentalista, ambos con marcado énfasis en la curación
milagrosa ya sea por medio del Cristo interno, la llama trasmutadora, el
séptimo rayo o técnicas de canalización de energías,
y del otro lado, por la fe en la Sangre redentora de Cristo, el Bautismo
o la imposición de manos.
No obstante, los grupos metafísicos del Nuevo Pensamiento seguirán
presentando características muy diferentes a los grupos cristianos,
sobre todo y además de sus dogmas y sin la solemnidad del calendario
cristiano, en sus nomenclaturas por lo general adoptadas de instituciones
educativas o terapéuticas (cursos, maestros, terapeutas, etc.).
El Reiki se hace popular en América por la necesidad de quienes
se apartan de los dogmas de su religiosidad mixta, e impuesta culturalmente,
de no apartarse totalmente de las prácticas (portentos) utilizadas
por ellas. Distíngase así que algunos protestantes norteamericanos
alejados de grupos pentecostales necesitan aun de las curaciones por imposición
de manos y algunos católicos latinoamericanos apartados de la Iglesia,
necesitan de los portentos de sus culturas ancestrales nativas sean de
origen autóctono chamánicas o druídicas europeas.
8. La necesidad de una curación no tan diferente
El cristianismo utiliza la imposición de manos en sus dos más
grandes expresiones: dentro del catolicismo lo efectúan los denominados
grupos de Renovación Carismática y en el protestantismo evangélico
los Pentecostales. No obstante la imposición de manos cristiana
dista mucho de la práctica Reiki, ya que entre muchas otras cosas
se justificaría por la fe, a pesar de que el tema sea motivo de
controversia entre católicos de la línea más ortodoxa
y protestantes de las ramas históricas con respecto a estos movimientos.
Como anteriormente vimos, la renuncia y el reniego de algunos elementos
contenidos dentro de estas religiones llevaron a la creación de
alternativas sanadoras y espirituales no alejadas totalmente de algunas
prácticas, pero sí alejadas de los dogmas y doctrinas fundamentales,
normalmente reemplazadas por panteísmo y un concepto algo gnóstico
que en ocasiones se torna confusamente agnóstico. Es decir una persona
que anteriormente profesaba la fe cristiana en alguna de sus variantes,
rechaza ahora esa fe, pero no algunas de sus prácticas como la imposición
de manos. Ésta, mejor dicho las consecuencias de esa imposición,
serán ahora ocasionadas por una “Energía Superior”, la cual
podría tratarse de lo que muchos conciben como Dios.
Entonces quien normalmente deja su religión cultural, para pasarse
a una religiosidad esotérica reutiliza los fines de la similaridad
de prácticas aunque esencialmente ya no sean idénticas. El
esoterismo de la Nueva Era, necesitaba de este tipo de complemento afectivo,
ya que quizás el motivo del alejamiento de algunas personas de la
religión culturalmente impuesta haya sido por culpa de la abstracción
espiritual y por una posición más contemplativa de experimentar
la religión, es decir, se aleja de una espiritualidad con desequilibrio
teórico – práctico, donde pesa más el teórico,
para acercarse a algo opuesto. La necesidad de una práctica activamente
rápida surge entonces de la estrechez en el logro y alcance de las
necesidades de la vida moderna.
El Reiki no comprometerá a la persona con ningún dios,
ya que quien lo realiza no está totalmente seguro de que esa “Energía”
sea Dios. De lo que sí está seguro es de que si esa Energía
es Dios, no es el dios que representa la religión establecida. Obviamente
la misma situación anterior de rechazo, y la rápida necesidad,
hace que el individuo sienta recelo por las prácticas científicas
convencionales. De esta forma el círculo se cierra, y el Reiki,
así como otros métodos alternativos pasan a complementar
a los convencionales. Peligrosamente algunos se apartaran totalmente de
las soluciones de la ciencia.
9. Síntesis y conclusión
El Reiki definitivamente no es ciencia. El conocimiento científico
se resume en tres cualidades: general, social y legal. El general donde
la valides de la experiencia es que pueda repetirse y nutrirse de conocimientos
generales y no individuales. No está demostrado que el Reiki cure
a la gente de sus dolencias. El social donde se define que tal conocimiento
pueda ser comunicado, de modo tal que en principio se halle a disposición
de cualquiera con la capacidad y el empeño necesarios para averiguarlo.
Esta característica es la que distingue a la ciencia (tal como la
conocemos en Occidente) de los conocimientos que integran las doctrinas
esotéricas, como el yoga o el zen.
Los cultores de estas líneas de pensamiento sostienen comúnmente
que ciertas verdades de gran importancia no pueden ser expresadas o comunicadas
por medio del lenguaje: uno llega a ellas mediante cierta forma de iluminación,
o destello de conocimiento, y lo único que puede hacer el maestro
es poner al discípulo en las condiciones propicias para que en su
espíritu se produzca ese destello. Y la cualidad legal, que son
las leyes que integran las ciencias, y la aplicación práctica
de las ciencias que constituyen la técnica. Una ciencia es una agrupación
de conocimientos científicos organizados entre sí sistemáticamente,
de tal forma que unos se infieran o demuestren a partir de otros (2). Seguramente
algunos reikistas y sus “pacientes” no le atribuyan carácter de
ciencia, no obstante afirman que cura enfermedades físicas.
Tampoco es una religión si partimos desde su concepto: conjunto
de creencias o dogmas acerca de la divinidad, de sentimientos de veneración
y temor hacia ella, de normas morales para la conducta individual y social
y de prácticas rituales, especialmente la oración y el sacrificio
para tributarle culto. Virtud que nos mueve a tributar a Dios el culto
debido. Obligación de conciencia, cumplimiento de un deber. De todas
formas atribuyen sus resultados a una Energía sobrenatural a la
cual algunos conocerían como Dios o su propio “ser superior”.
Entonces ¿qué es el Reiki? Es una práctica mágica
sanadora, ya que encajaría en esta definición: Arte de hacer
cosas extraordinarias y admirables. La que por causas naturales produce
efectos extraordinarios que parecen sobrenaturales. El Reiki dice administrar
y trasmitir una supuesta energía sobrenatural para un beneficio,
y el supuesto control de una fuerza de igual naturaleza para diversos fines,
se conoce como magia.
Finalmente sabemos que la magia es concebida en el pensamiento del
hombre primitivo y de los niños, que se encuentra aferrada en la
superstición popular y que si bien es llevada a la práctica
y creída por algunas personas, son sus efectos inexistentes. Entonces
debemos concluir con la respuesta a este interrogante: ¿Qué
es Reiki? Reiki es sólo una creencia mágica primitiva, y
como toda magia carece de efectos comprobables.
NOTAS
(1) Hacia 1875, una década después de finalizada
la guerra de Secesión y comenzado el despegue económico,
se produce la más importante división del protestantismo
americano. Surgió así en muchas iglesias el evangelismo social,
que desde el liberalismo promovió la reconciliación del capital
y el trabajo sobre la base del respeto mutuo. Frente a esta postura apareció,
principalmente desde las iglesias del sur, el fundamentalismo, con una
mentalidad conservadora y antiintelectual, en reacción al liberalismo
teológico. En 1895, en la Conferencia de Niagara, se publicaron
los “Cinco Fundamentos” que constituyen el credo básico de este
movimiento:
a) Inspiración literal de Las Escrituras. b) Divinidad
y nacimiento virginal de Cristo. c) Sacrificio expiatorio y redención
de Cristo. d) Resurrección corporal de Cristo. e) Eminente retorno
de Cristo. Estas doctrinas fueron ampliadas y publicadas entre 1910 y 1915.
Multinacionales de la Fe. Alfredo Silleta. Ed. Contrapunto. Bs. As.
(2) Introducción al conocimiento científico.
Guibourg, Ghigliani y Guarinoni. Editorial Universitaria de Buenos Aires.
1985.
REIKI -PELIGRO MORTAL
Por el Padre José Luis Aguilar
El Reiki, que se difunde hoy en Argentina, pretende ser “un sistema
de curación por imposición de las manos”. En realidad, es
una práctica peligrosa, que abre la puerta a fuerzas ocultas, o
sea demoníacas. Es incompatible con la fe cristiana. Damos explicaciones:
Que la santa cruz de amor de Jesucristo los bendiga, y que María
Inmaculada los proteja.
P. José María, SJM El 23 de marzo de 2008, fiesta de
la Resurrección de Jesucristo.